La Fundación El Libro, entidad organizadora de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, anunció que el sociólogo y ensayista Horacio González tendrá a su cargo el discurso inaugural de la 46° edición que abrirá oficialmente sus puertas el jueves 30 de abril de 2020.
La tradición marca que sea siempre un autor/a argentino el encargado de la apertura. Mario Vargas Llosa constituyó una excepción que, en su momento, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, despertó una gran polémica de la que participó el propio González.
Autor prolífico, González fue director de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno entre 2005 y 2015 y entre los múltiples logros que tuvo durante su gestión figuran, sin duda, la actitud de convertir la Biblioteca en un lugar de puertas abiertas para un público más amplio que estudiantes e investigadores, acentuar su perfil de centro de irradiación cultural a partir de muchísimas actividades, estimular el área editorial de la institución rescatando textos y revistas fundamentales de la historia del país que no resultaban rentables para las editoriales comerciales. Además, en 2011, inauguró el Museo de Libro y de la Lengua, anexo a la Biblioteca cuya dirección estuvo a cargo de María Pía López.
“En la Fundación El Libro –explica su presidenta, María Teresa Carbano, respecto del mecanismo a través del cual se establece qué escritor o escritora tendrá a su cargo el discurso inaugural- hay una comisión de cultura elabora que una lista de posibles candidatos. Además, opinan también los integrantes de Consejo para la elaboración de esa lista. El nombre de Horacio González se viene mencionando desde hace tiempo para dar el discurso inaugural. Pero existía un impedimento que es que luego de dejar su cargo de director en la Biblioteca Nacional, había asumido como director en Argentina del Fondo de Cultura Económica. Una norma de la Fundación establece que si un escritor o escritora está ocupando un cargo en un editorial no puede inaugurar la Feria. Pero al renunciar González a la dirección del Fondo, quedaron las puertas abiertas para que pudiera hacerlo. Sus méritos, por supuesto son muchos y muy importantes. El Consejo se reúne cada quince días y la decisión se tomó tres reuniones atrás.”
La tardanza en comunicarla a la prensa, informa Carbano, tuvo que ver con dos cuestiones. Por un lado, era preciso corroborar su renuncia a su cargo en la editorial mencionada y, por otro, se superpuso con otra noticia: la Fundación El Libro obtuvo una distinción, el Premio al Mérito que es la distinción más importante que otorga la Cámara de Diputadas. La distinción fue impulsada por Martín Lousteau en reconocimiento de la defensa de la Fundación de los valores democráticos y republicanos.
“A Horacio González –dice Carbano- no se lo anuncié yo, sino Oche Califa (director Institucional de la Fundación) quien me contó que se había puesto realmente muy contento con el anuncio. Luego, claro, vienen las opiniones. El secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto expresó a través de un tuit que la designación de González para dar el discurso inaugural era un papelón. Textualmente dijo ‘otro papelón´ de la Fundación.” Sobre las razones esgrimidas por Avelluto para calificarlo de esa manera, figura que González habría manifestado su apoyo a la guerrilla. El secretario de Cultura se refiere a una declaración en que la que el exdirector de la Biblioteca Nacional expresó que los estudios sociales deberían revisar su posición sobre la guerrilla de los 70 a la que consideran ´desviada, peligrosa e inaceptable. “Otra de las razones que adujo –dice Carbano- es que recibió la Biblioteca con 350 empleados y al irse había 1.100.”
Por supuesto, Avelluto, que en la inauguración de la Feria del Libro 2019 persistió en dar su discurso a pesar de que la platea se dio vuelta y le ofreció la espalda en medio de un escándalo de abucheos, no habla del impulso y el crecimiento que tuvo la institución durante la gestión de González.
Carbano dijo no entender la actitud del secretario de Cultura. “En una oportunidad –cuenta- me habló de la total e incuestionable honestidad de González, que había dejado su cargo de director de la Biblioteca sin un solo peso. Yo creo –agregó- que Avelluto se victimiza con la Feria del Libro.”