Sin duda, la escritura de Alberto Laiseca fue una de las más originales de la literatura argentina. Muerto recientemente a los 75 años el 22 de diciembre de 2016, dejó una amplia obra que por sus características él mismo calificó como de «realismo delirante». Los Sorias, una novela que supera el largo habitual del género, es considerada como una pieza fundamental no sólo de su obra particular, sino de la literatura argentina. El prestigioso Ricardo Piglia fue uno de los escritores y críticos que señalaron su talento y su singularidad.
Pese a suescritura incesante, fue conocido por el gran público más por sus apariciones televisivas que por sus libros. Hace una década provocó un suceso leyendo cuentos de terror en la pantalla chica revelando también sus cualidades histriónicas. No es común que la literatura ocupe un lugar relevante en la televisión, pero Laiseca logró hacerlo sólo con una escenografía mínima, ropa oscura y la sugestión de su voz y animada por el profundo conocimiento del espíritu de los cuentos que leía. Además, presentó películas en el ciclo Cine de terror del canal de cable Retro.
En el aniversario del nacimiento ocurrido el 11 de febrero de 1941, I.Sat le rinde homenaje con Cuentos de terror, los oscuros relatos que narró -hace más de una década- con su voz espeluznante y la producción de Mariano Cohn y Gastón Duprat (El ciudadano ilustre). Los cuentos son La araña en la oreja, El pelo negro, Vino de mermelada, Lobos, El túnel, La caída de la casa Usher, La gallina degollada y La mujer de nieve. Una selección de cuentos inquietantes cuyos denominadores comunes son el miedo y la voz profunda de Laiseca que al leerlos marca sus propios acentos, sus propias formas de interpretar los textos.
En su oportunidad esos cuentos fueron reunidos en un libro que se vendió con el correspondiente CD con sus lecturas. Su relación con los cuentos de terror era muy cercana, como lo demuestra el nombre de su blog oficial: «La guarida del monstruo».
Laiseca participó como actor del film de 2008 de Marcelo Cohn y Gastón Duprat. Allí interpreta a Romano, un paciente de una residencia geriátrica que no habla, excepto por un escueto y enfático «¡pucho!, cuando desea fumar. Sus dibujos, en cambio, son verdaderas obras de arte, que su enfermero tomará sin miramientos para hacerlas pasar como propias. Luego de realizado el film, los directores le propusieron a Laiseca escribir una novela sobre el guión original. El resultado es este libro publicado en 2010.
I.SAT anuncia «Una noche y ocho viajes hacia la profundidad de las tinieblas. Para recordarlo y temblar.»