Exactamente un 20 de marzo de hace tres años se publicaba en el Boletín Oficial el decreto a través del cual el gobierno establecía el aislamiento preventivo obligatorio para controlar el riesgo de contagio del virus del Covid para el que aún no había vacunas y que ya se había cobrado muchas muertes en diferentes países del mundo.
Precisamente este lunes, 20 de marzo a las 19, se presenta en la Biblioteca Nacional, Historia del virus. Epidemia, Literatura y filosofía, un número especial de la revista La Biblioteca que fundara Paul Groussac en 1896, quien fuera director de la BN entre 1885 y 1929. Como suele suceder con las publicaciones culturales en la Argentina, la revista tuvo en su historia sucesivas interrupciones. Su publicación fue retomada por Borges cuando fue director de la BN y más tarde por Horacio González.
En este número
“Cuando asumió Juan Sasturain como director de la Biblioteca Nacional –cuenta Sebastián Scolnik, coordinador de publicaciones de la institución-, le pidió a Horacio González que fuera editor honorario y Horacio aceptó. Entre sus ideas figuraba retomar la publicación de la revista La Biblioteca el viejo proyecto de Paul Groussac y y también de Borges, que el propio Horacio había retomado cuando fue director de la Biblioteca. Estábamos hablando de cuál sería el tema del número que reanudaría el proyecto cuando surgió la pandemia».
«Entonces Horacio pensó que había que hacer una revista sobre lo que estábamos viviendo, que era un momento muy extremo, muy dramático y con un terrible nivel de incertidumbre. Se hizo un dossier digital porque en ese momento, por razones obvias, no se podía sacar en papel. Esta semana se cumplen tres años desde que fue decretado el aislamiento», dice.
Se decidió entonces hacer una edición en papel de la revista y presentarla en una reunión de la que van a participar María Pía López , el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires Nicolás Kreplak y el doctor en Ciencias Biológicas Diego Golombek. Es un homenaje a Horacio y también una forma de recordar cómo se vivió la pandemia desde múltiples ángulos”, sigue Scolnik.
Y añade: “Es un volumen hermoso que logra recoger aspectos literarios, históricos y estéticos de distinta índole y logra recoger también el grado de angustia que se estaba experimentando en ese momento porque está escrito en tiempo real. No son intelectuales pensando a posteriori de un hecho acontecido, sino que están pensando en el momento mismo en que sucediendo las cosas, bajo la angustia y la presión de la propia incertidumbre».
«Hay en él un artículo fenomenal de Horacio sobre Camus», continúa, «pero no exactamente sobre él, sino sobre la condición de lo humano a través de la peste problematizada a través de los ángulos de Foucault, de Levi-Strauss, de la filosofía y la antropología desde el arsenal teórico disponible desde el siglo XX. Es paradojal que quien pensó a fondo el dilema que abría el coronavirus haya sido afectado precisamente por aquello sobre lo que tanto había pensado. Él tenía la cualidad de reunir lo heterogéneo entonces permitía que se uniera aquello que normalmente va por vías separadas.”
“La idea –dice- es recordar aquello que ya parece tan lejano pero que no lo es tanto, a propósito de las muy buenas intervenciones que tiene este número de la revista, que son muy profundas, que abordan el tema desde distintos ángulos. La idea rectora fue reunirse a pensar aquello que la sociedad no ha podido pensar de la pandemia y sus efectos. Algunos la piensan como el final del siglo XX porque cambió la relación con la ciudad, con las personas, con el consumo».
«Eran cosas que ya existían como tendencias en la sociedad, pero que la pandemia aceleró de manera dramática y que, de alguna manera, tuvieron su correlato en ciertos rasgos sociales que emergieron de la pandemia y que, a veces, uno está tentado de pensar que están en el fondo de ciertas expresiones políticas muy complejas”, agrega Scolnik.
“Durante toda la gestión de Horacio González -continúa- se hizo un volumen monográfico anual. Ese proyecto se interrumpió entre los años 15 y 19 y cuando Juan Sasturain asumió la dirección de la Biblioteca se sacó este dossier y un segundo digital. Con la actual situación con el papel es difícil predecir su futuro inmediato.”
Características de La Biblioteca
Scolnik la define así: “No es una revista de índole divulgativa, sino que ahonda en el pensamiento, tiene artículos muy reflexivos y no tiene el lenguaje de los medios de comunicación. Recoge el estado de las artes, lo que el ensayo está produciendo en este momento. Vivimos una época que no es revisteril como la historia argentina tiene en su fondo. La historia cultural del país, siempre estuvo ligada a revistas: Claridad, Contorno, Martín Fierro, Pasado y presente, La Rosa Blindada, Proa, Punto de vista, El ojo mocho«.
«Las revistas agrupaban el pensamiento crítico en distintas corrientes y se discutía a través de ellas. Todo eso hoy está en crisis. Para Horacio González era algo natural hacer revistas porque él pensaba que el mundo se reconstituía en ellas”.
“Cuando estábamos sacando una revista, él sentía que ‘estaba en algo’, le producía una adrenalina particular, porque las revistas fundaban conversaciones y para él las conversaciones estaban en el fondo de cualquier proyecto político y social. Esperaba su salida con mucha intensidad y le gustaba mucho participar de su confección, del escribir, de pensar de qué era necesario hablar a partir de qué era lo que se estaba pensando en la Argentina. Para él era natural que el mundo se manifestase a través de las revistas. No sé si hoy hay una cultura tan revisteril», dice el coordinador de publicaciones.
«Tal vez sí la haya y sea necesario el empuje y la voluntad de hacerla, nada más. Pero creo que siempre vale la pena, porque una revista instituye discusiones y requiere un compromiso que no sé si es muy actual pero que vale la pena sostener que es poder leer material que está fuera de nuestro campo inmediato de intereses. En otros momentos se leía una revista para saber qué estaba pensando tal o cual grupo. Siento que hoy la gente está más confinada en su propio campo de interés y el gesto de leer este tipo de revista es desprenderse del mundo inmediato y cotidiano porque significa aventurarse en una historia que te saca del mundo laboral inmediato”, concluye.
En este número de La Biblioteca, homenaje a Horacio González y recordatorio de un momento histórico muy reciente pero parece lejano, escriben, además del propio González, reconocidas figuras de la cultura: Noé Jitrik, María Pia López, Guillermo Saavedra, Diego Sztulwark, Mariana Gainza y Ezequiel Ipar, Diego Tatián, Eduardo Rinesi, María Moreno, Javier Trímboli, Cecilia Abdo Ferez, Alejandro Kaufman, Juan Rapacioli.
También participan Evelyn Galiazo, Hernán Ronsino, Tomás Schuliaquer, Roberto Casazza, Fernando Alfón, Germán García, Carlos Bernatek, Guillermo Korn, Margarita Gómez Salas, Maximiliano Ricardo Fiquepron, Pablo Blitstein, Gustavo Ferreyra, Carlos Abraham, Facundo Giuliano, Florencia González, Juan Laxagueborde, Matías Rodeiro y Alejandro Boverio.
El número especial La Biblioteca Historia del virus. Epidemia, literatura y filosofía se presenta hoy a las 19, en la Sala Augusto Raúl Cortazar de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, CABA. Entrada gratuita.