El ganador del primer premio de la Bienal de Esculturas del Chaco fue el artista chino Qian Sihua por su obra «Para siempre», que representa la psiquis humana y la búsqueda del balance, en tanto el segundo premio fue para el bielorruso Viktar Kopach por «Entre el cielo y la tierra» y el tercero fue para el japonés Hiroyiki Asakawa con su obra «Enamorarse».
A tono con lo que fue esta Bienal 2016, una multitud colmó este sábado por la noche el MuseUM del Domo del Centenario quienes se acercaron para conocer a los grandes ganadores de esta exitosa edición, la cual batió récords tanto de visitantes al predio, como de seguidores en las redes sociales y en la web. Varios diarios y medios diversos de los vecinos países (Paraguay, BRasil-región sur- Uruguay) cubrieron el evento con enviados especiales para la cobertura del evento.
Luego del reconocimiento a los participantes se proyectó un video que reunió las imágenes de los momentos más especiales vividos por los artistas y por los asistentes durante los ocho días en que se desarrolló la Bienal.
El trabajo audiovisual estuvo acompañado por el himno oficial de la Bienal, que fue ejecutado en vivo por su autor, el músico Alejandro Acosta.
Hubó muchos premios impuslados por los distitntos municipios de la región hicieron de este encuentro uno de los más concurridos por estas latitudes.
Previamente a conocerse el primero, segundo y tercer premio, también se distinguió a los escultores premiados por los niños, por el público, por los escultores y por el poder legislativo.
La escultora canadiense, Pascale Archambault, con su escultura «Ecuanimidad de Ánimo» se llevó el premio del Poder Legislativo del Chaco, mientras que los artistas, Qian Sihua, de China, con «Para siempre» y su par ecuatoriano, Milton Estrella se quedaron con el Premio de los Escultores Efraín Boglietti.
Finalmente, el premio del Público Juan Alberto García fue para también para la canadiense Archambault y el Premio de los Niños Reinaldo Martínez quedó para el escultor argentino, Néstor Vildoza, con su obra La Loca del Muelle.
Tras la premiación del iraní, Fabriciano, pidió que demuestre sus dotes de cantante, a lo que el artista accedió sin inconvenientes. ¿El resultado? Un cerrado aplauso del público.