Con la  novela publicada en 2023 Las niñas del naranjel  Gabriela Cabezón Cámara se hizo acreedora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2024, dotado de 10.000 dólares.  

El galardón, que se entrega cada año a una novela publicada el año anterior, fue creado durante el IV Simposio de Crítica y Escritura de Mujeres de América Latina  que se realizó en el marco de la Feria del Libro de Guadalajara en 1993.  A partir de entonces, la entrega del galardón pasó a formar parte de las actividades de la Feria.

Este año el jurado otorgó el premio por unanimidad a la novela de Cabezón Cámara. En  Las niñas del naranjel  la escritora  cuenta con pluma barroca una historia que se inspira en la autobiografía de la https://historia.nationalgeographic.com.es/a/increible-historia-catalina-erauso-monja-alferez_13152monja Alférez, quien de niña escapó de un convento y transcurrió su vida disfrazada de hombre.

Sobre este personaje histórico, Cabezón  Cámara elabora  una ficción en la que esta mujer vestida como un hombre es sucesivamente grumete, tendero y, por fin, soldado.

Mientras en su pasado residió en un convento, en el presente de la novela convive con la soldadesca española y con la población guaraní.

Cabezón Cámara elaboró una novela compleja que transcurre en el siglo XVII en la que la violencia sangrienta se mezcla con el humor  y, más adelante, también con la leyenda.

La escritora parece ser fiel en ella a la idea de Alejo Carpentier quien sostenía que la literatura latinoamericana debía ser barroca en la medida en que lo era la propia geografía de América Latina. Cabezón Cámara encuentra ese barroquismo la exuberancia de la selva.

En la novela se mezclan diferentes niveles de lengua y distintos  tiempos de narración.

En una entrevista que le realizó este diario en el momento de la aparición de Las niñas del naranjel, decía Cabezón Cámara acerca de su construcción: “Es una novela que me dio mucho trabajo. Es la que más trabajo me pidió en la vida. A mí me sale fácil la primera persona, lo aluvional, como la carta de Antonio a su tía. La tercera persona me cuesta y también los diálogos me cuestan mucho los diálogos y esta novela está llena de diálogos”.

Y agregaba: “Tuve que inventar sistemitas de lengua, es decir, el sistemita de la carta que dé la sensación de estar leyendo algo antiguo aunque no es antiguo, sino castellano contemporáneo con algunos «chistes». Eso es algo muy diferente del narrador en tercera que es contemporáneo de los hechos y también muy diferente de los diálogos”.

Gabriela Cabezón Cámara y la creación de los conquistadores

En la compleja trama de Las niñas del naranjel  Cabezón Cámara, como se dijo, introduce también el humor. Una de las formas de ese humor es la pintura de los “conquistadores” españoles a los que muestra como seres bastante poco inteligentes y vulgares.

En la entrevista mencionada le dijo a Tiempo: “Traté de imaginarme cómo serían esos “conquistadores”, esos siniestros. Creo que serían unos tarados, que tendrían una vida completa día a día, que pensarían pelotudeces, que se perderían en rituales idiotas, que harían cosas atroces como quien toma mate”. 

Y añadía: “Me pareció que eso se podía contar con humor sin por eso dejar de ver lo atroz que fue lo que hicieron. Ahí está la idea de la banalidad del mal: cada uno está en lo suyo, haciendo su propio laburo y, mientras tanto, masacran a cientos, bueno, es un detalle. Que sea banal no quiere decir que no sea condenable”.

Foto: Télam

Al igual que lo hizo Antonio Di Bendetto en Zama, Cabezón Cámara no intenta reproducir lenguajes de época, sino que más bien los “inventa”, los crea y los resultados de esa operación son exitosos porque esas lenguas que  crea resultan absolutamente verosímiles. “Para mí –dijo-inventar esas lenguas fue el desafío más hermoso de esta novela, fue la parte más golosa, más placentera”.

Cabezón Cámara es escritora y periodista. Ha publicado artículos en medios como Página 12, Anfibia, Le monde diiplomatique y Revista Ñ. Se desempeñó, además, como editora de Cultura de Clarín.

Entre sus obras figuran  La virgen cabeza,  Beya: le viste la cara a Dios, Romance de la negra rubia y Las aventuras de la china Iron.

Antes de ganar el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, Las niñas del naranjel ya había sido galardonada con el Premio Ciutat de Barcelona de Literatura en lengua Castellana.

Varias son las escritoras argentinas que ganaron en años anteriores la distinción que ahora recibirá Cabezón Cámara. Ellas son Sylvia Iparraguirre, Ana Gloria Moya, María Gainza, Claudia Piñeiro, Inés Fernández Moreno, Perla Suez, Tununa Mercado y Camila Sosa Villada.