La sexta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) finalizó este domingo después de cuatro días en los que el cine se apoderó de la ciudad de Paraná y de 24 subsedes desperdigadas por toda la provincia.

Como un río que fluye a contracorriente de la crisis que afecta al sector audiovisual a nivel nacional, el FICER fue pura crecida: por la cantidad de proyecciones, salas e invitados; la diversidad del público asistente; la interacción con otras disciplinas artísticas, como la música y la poesía; un mercado más amplio; financiamiento público, presencia de funcionarios; y, por supuesto, el entusiasmo por ver películas, que se reflejaba en funciones llenas y largas conversaciones antes y después de las proyecciones.

“Creo que es algo que logramos entre todos. Este año el Festival tenía que crecer”, dijo el director artístico del FICER Eduardo Crespo, en la gala de premiación, y agradeció la continuidad del Festival: “Tuvimos la voluntad política de un Gobierno que entendió que se venía haciendo un trabajo muy importante con el cine en la provincia”, expresó en relación a la permanencia del evento más allá del cambio de gestión.

A lo largo del festival, se destacaron las presencias del gobernador Rogelio Frigerio; el ministro de Gobierno y Trabajo, Manuel Troncoso; el secretario de Cultura provincial, Julián Stoppello; y el director del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos (Iaaer), Maximiliano Schonfeld, así como también las de la diputada de Unión por la Patria Carolina Gaillard y Francisca D’Agostino —exsecretarias de Cultura—, quienes fueron las primeras realizadoras del FICER.

La magnitud que cobró el festival en su sexta edición fue considerablemente mayor que en las ediciones anteriores. No sólo en cuanto a la cantidad de público, sino también en el número de películas y de salas (además del parque de exhibición, presente los años anteriores, se sumó una pantalla en la sede del IAAER y otra en el shopping Las Tipas, y más subsedes en otros lugares de la provincia). El acuerdo con el Festival de San Sebastián y Málaga permitió otro tanto, generando una proyección internacional de carácter inédito y la incorporación de películas como El llanto, ópera prima del español Pedro Martín Calero, y La luz que imaginamos, de la india Payal Kapadia. A la lista de asociaciones se sumaron otros festivales pequeños e independientes, como el FestiFreak, el Festival Play y el Asuficc de Asunción.

En segundo lugar, el festival reforzó y amplió su perspectiva federal. La programación convocó producciones de todo el país con secciones como Correntada de Cine Argentino y Panorama Regional; y cine entrerriano, con una decena de cortos locales y largometrajes como Sombra grande, de Schonfeld; El aroma del pasto recién cortado, de Celina Murga, y Una ciudad de provincia, rodada por Rodrigo Moreno en la ciudad de Colón. El director fue además integrante del Jurado de la Sección Oficial, donde salió galardonada Senda India, de Daniela Seggiaro.

Moreno leyó unas palabras en la premiación: “Como jurado ponemos de manifiesto la diversidad y riqueza de la selección de películas que integran la competencia, que da cuenta de una cinematografía llena de vitalidad en un momento en que es atacada de manera absurda y maliciosa por el poder de turno y sus seguidores”, dijo mientras era aplaudido por el público.

El FICER, desde sus orígenes en 2019, es un espacio desde donde se generan iniciativas y políticas tendientes a ampliar y profesionalizar la actividad cinematográfica en Entre Ríos. Sin ir más lejos, la Ley de Fomento a la Actividad Audiovisual, aprobada en 2021 por la Cámara de Diputados y reglamentada el año pasado, comenzó a gestarse en la primera edición del festival. Esta conexión entre la programación del festival y las iniciativas de fomento a la industria local refleja la acción de una generación de cineastas que, además de producir, también buscó hacer crecer al panorama audiovisual de la provincia. Con figuras como Celina Murga, Maximiliano Schonfeld, Nicolás Herzog y Eduardo Crespo -el director actual- entre sus filas, el FICER ha sido, de alguna manera, uno de los caldos de cultivo para proyectos que transforman a Entre Ríos en un polo audiovisual.

Los resultados de la reglamentación de la Ley de Fomento a la Actividad Audiovisual se pudieron ver en esta última edición. La norma establecía, entre otras medidas, las creaciones del Fondo de Fomento Audiovisual de Entre Ríos (FOAER) y del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos (IAAER) como organismo responsable de elaborar las políticas destinadas al sector. Entre otras cuestiones, el Instituto tiene a cargo la tarea de incrementar la producción, favorecer la distribución de producciones locales, desarrollar mecanismos de fomento, organizar el FICER y la Cinemateca de Entre Ríos.

Parte del trabajo de búsqueda y digitalización de material audiovisual pudo verse en esta nueva edición del festival, con cortometrajes de Tilda Thamar de los años ‘40, la proyección de Plata Dulce, de Fernando Ayala; el corto Quién lo hace, de Carlos Alfredo Sei, otros tres filmados por Jorge Surraco en las décadas de los ’70 y los ’80, y más cortos de la poeta y cineasta santafesina Marilyn Contardi.

Los anuncios del FICER

Además de su presencia en la programación, la Cinemateca fue protagonista de uno de los grandes anuncios de este festival: ya está en marcha la creación de un espacio propio para la digitalización y conservación de archivos en el Parque Tecnológico MiradorTec, un edificio que está en construcción al lado del CPC.

El otro anuncio lo anticipó el gobernador Rogelio Frigerio el viernes pasado en las instalaciones del FICER: la implementación de un programa de incentivo a las realizaciones audiovisuales denominado Cash Rebate. Este mecanismo consiste en un reembolso parcial de la inversión destinada a producciones audiovisuales realizadas en la provincia. Se trata de un mecanismo que ya se implementa en provincias como Jujuy, Río Negro y Mendoza.

No por más grande, el FICER dejó de tener cierta mística íntima. El Patio y la Usina del Centro Provincial de Convenciones (CPC) se transformaron a la medianoche en puntos de encuentro, con actividades de música y poesía, y proyecciones al aire libre. El cortometraje Nahuel Huapi (Carlos Alberto Pessano, 1941), parte de los homenajes a la actriz entrerriana Tilda Thamar, sufrió algunos desperfectos de sonido al momento de su proyección, pero los organizadores decidieron continuar con la transmisión, aunque sin sonido.

De manera improvisada, la actriz Elda, de Elda y los monstruos, agarró su guitarra y empezó a cantar, con la pantalla de fondo. Su voz se mezclaba con las imágenes de Bariloche y de Thamar. Esta pequeña escena marcó el tono del FICER: una chica cantando dulcemente en medio de una crisis. También eso fue el Festival Internacional de Cine de Entre Ríos.

Todos los premios del FICER 2024

Competencia Oficial de Largometrajes

Mejor Película: Senda India, de Daniela Seggiaro

Menciones especiales: menciones para Algo viejo, Algo nuevo, Algo prestado, de Hernán Rosselli; y Monólogo colectivo, de Jessica Sarah Rinland.

Competencia de Cortos Entrerrianos

Mejor Cortometraje: El río siempre fue un color, de Floriana Lazzaneo y Mariana Lombard.

Premios del Público

Sección Oficial: Senda india, de Daniela Seggiaro

Panorama Regional: Una sola primavera, de Joaquín Pedretti

Cine entrerriano: Una ciudad de provincia, de Rodrigo Moren

Cortos entrerrianos: El río siempre fue un color, de Floriana Lazzaneo y Mariana Lombard

Correntada de Cine Argentino: El viento que arrasa, de Paula Hernández

Premios especiales: Marilyn Contardi, José Luis Rebordinos, director del Festival Internacional de San Sebastián; a la actriz Adriana Aizemberg y al historiador de cine Fernando Martín Peña.

Premios paralelos Premio Fondo Nacional de las Artes (FNA) – Mejor Dirección de Cortos Entrerrianos: Gastón Calivari por Mientras tanto estoy acá.

Premio Género DAC a la Mejor Directora de la Sección Oficial:  Laura Casabé, por Álbum de familia.

Premios del Mercado Regional del FICER

Work In Progress: La gente de la ruta, de Lucas Koziarski, de Misiones; y República, prueba y error, de Emiliano Goyeneche, de Entre Ríos. Este último también fue acreedor del Premio Estudio Silver consistente en un subtitulado al inglés, francés o portugués.

Los ganadores de los premios de Desarrollo son Aguas del Paraná, de Martín Servente, de Misiones; Los amigos de mis papás, de Romina Tamburello, de Santa Fe; Metele suela, de Verónica Gentili, de Misiones; y Ocaso, de Malena Fontana, de Entre Ríos.