«Relato de malones y mangrullos / y patriadas y lanzas y centauros / bautizan esta historia, comenzada en mayo. / Cinco hermanos, la casa, algunos yuyos, / y la heredad sin lauros en Los Toldos / con carreteras de bueyes que llevan a Junín. / Eva América adviene. / Eva América nace. / Ya nada se detiene, si el Hacedor lo hace…».
Con estas palabras da comienzo Evamérica, la cantata lírica de Cátulo Castillo (1906-1975) con música de Rubén Mazza, que fue compuesta en 1969 y que recorre de manera poética la vida de Eva Perón. Luego de haber sufrido prohibiciones mezquinas, se estrena este martes en el Teatro Empire a medio siglo de haber sido escrita.
«Es una obra que pasó por las vicisitudes políticas y sociales del país y por otras circunstancias que tienen que ver con la relación de los herederos de los creadores de la obra», dice su director general Guillermo Asencio. «La imposibilidad de poder estrenarla durante el gobierno anterior tuvo que ver con esto último, pero durante el gobierno de Isabel Perón tampoco se pudo hacer porque a ella no le gustaba en absoluto que estuviera en cartel una obra basada en la vida de Eva. Y en la dictadura desde ya que era impensable una aventura artística como esta.
– ¿Qué importancia tiene el rescate de esta obra en este momento?
– Es importante dar a luz esta obra en este año electoral y sobre todo frente a las circunstancias que estamos viviendo. Eva fue un personaje que siempre aportó lucha pero desde el amor. Como dice Cátulo Castillo, «nos enseñó a todos lo que es el amor rebelde». Esto estaba representado en el amor a su pueblo, a sus «grasitas».
– ¿Por qué creés que atrae tanto de la figura de Eva Perón desde hace tanto tiempo?
– Eva provocó un «evitismo» que trasciende al propio peronismo. Fue una mujer que sin tener un puesto político importante, ya que solo estaba a cargo de su fundación, y con su actitud de lucha y de fuerza, se transformó en un mito popular mucho más fuerte que el peronismo mismo. Incluso más fuerte que al propio Perón.
– Lo llamativo es que trasciende al punto que su figura también está presente, a otro nivel, en el antiperonismo.
– Su valor se lo puede medir incluso en el hecho de ser la «inspiración» de una frase tan terrible como la que fue «Viva el cáncer», lo cual muestra la importancia que tenía su figura no solo para aquellos que se identificaban con ella, sino también con el gorilismo que la veía como su enemiga.
– ¿La cantata muestra el aspecto menos político de Eva?
– De manera muy hábil Cátulo y Maza evitaron tomar solo su época de más gloria y reconocimiento, que es la que va desde el 17 de octubre hasta su muerte. La obra profundiza sobre el mito popular que generó y que se extiende desde entonces. Tan fuerte es este mito que en los setenta su imagen es la gran bandera de lucha de una nueva generación que se acerca a la política.
– ¿De qué manera llevaste adelante la dirección de la obra?
– Logramos una puesta en escena muy cálida. Hace unos días hicimos un ensayo general con público. Entre los asistentes había personas de cultura profundamente antiperonista que me comentaron que se emocionaron porque esperaban ver una Eva encarada desde un punto de vista político cerrado. Ella fue un personaje que solo quiso defender al pueblo sin atacar a nadie. La obra destaca el fervor popular que despertó desde el 45 y su figura, que es imposible de olvidar, sobre todo, por ejemplo, para aquel niño que recibió por primera vez una bicicleta. A Eva la definieron como la representante de la anti-oligarquía, cuando en realidad ocurre que la oligarquía es lo anti-popular.
Mostramos una imagen humanizada de ella, a pesar de que en ningún momento aparecen ni Eva ni Perón: solo son nombrados. La obra permite jugar desde la puesta en escena con el pueblo que imagina a una Eva que no tiene presencia física en el escenario pero que es omnipresente. En «La razón de mi vida» ella decía que era la esposa de dos hombres: uno era el presidente de los argentinos y el otro el conductor del pueblo. Y este último era el aspecto que más le interesaba, no quería ser la primera dama sino la compañera del conductor de su pueblo.
– ¿Por qué la elección de esta sala para la representación de Evamérica?
– Elegí el Teatro Empire porque tiene una particularidad: está abajo del sindicato ferroviario La fraternidad, que fue el único que le hizo una huelga a Perón y que se enfrentó cara a cara con Eva, cuando ella les preguntó por qué iban a hacer un paro. Y se da la paradoja de que parte de la capacidad de lucha del pueblo trabajador lo había inculcado ella. Esto me pareció un símbolo maravilloso.
– ¿De qué manera encaraste la puesta en escena y el desarrollo musical?
– Tanto María Inés Natalucci como yo, que provenimos de la ópera, le dimos un tratamiento operístico a la obra. Lo lírico aparece en el preciosismo del canto y en el arreglo musical. Y como lo que se dice proviene del campo popular, definimos este espectáculo como una cantata lírico – popular. Sirve también para acercar este tipo de género a otro público.
– ¿Cómo definirías desde lo poético el libreto de Castillo?
– Las metáforas de Cátulo tienen una riqueza inigualable. Y esto me permitió abordar la cantata apelando a esas metáforas y traducirlas en el escenario y en la puesta, como ocurre por ejemplo en la escena 8, la «Serenata a la muerte de Eva»: «Toquen suave, muchachos… / No se olviden que duerme. / Se han callado los astros / y el reloj no nos miente. / Las ocho y veinticinco, / de la cita en horario. / La viajera ha venido…». El silencio nos duele. El silencio se escucha en el dolor. Pero Eva siempre volverá a través del amor rebelde.
Los intérpretes de la cantatata lírico popular Evamérica serán los cantantes Constanza Leone y Juan Feico y el actor Osvaldo Malizia, además de coro y orquesta, con la dirección musical de María Inés Natalucci, dirección general de Guillermo Asencio y la producción general a cargo de Carlos Castillo, hijo del autor de La última curda, Tinta roja o El último café. Constanza Antunica será directora de orquesta invitada, los arreglos son de Federico Ginzburg, el vestuario de Liliana Palacio y el diseño de iluminación de GOA.
Estreno: Martes 7 de Mayo 21 / Funciones jueves a las 21 y domingos a las 20. Teatro Empire, Hipólito Irigoyen 1934, C.A.B.A.
Reservas Alternativa Teatral o en el 4953-8254, a partir de las 17.