Dos características signaron la política macrista hacia el Teatro Colón en todos estos años: las denuncias de bajos salarios y precarización de los elencos, y el alquiler del emblemático sitio cultural para eventos privados. Esto último trajo consecuencias en las últimas horas cuando la empresa L’Oréal organizó un evento en el Colón, y un grupo de influencers y peluqueros que quedaron afuera empezaron a tirar piedras a la fachada. Los vidrios de la puerta de ingreso fueron destruidos.
Según manifestaron desde el teatro, el problema se originó a partir de que la empresa, que llevó a cabo una convocatoria de coiffeurs, “calculó mal” la cantidad de entradas: entonces peluqueros e influencers que habían sido invitados y estaban hacía dos horas esperando afuera empezaron a violentarse.
En videos de redes sociales de personas que estaban en el lugar se ve cómo empiezan a arrojar proyectiles y alguno de ellos impacta sobre vidrios. También se denunció que dañaron cerraduras, agredieron a una empleada acomodadora y terminaron ingresando “de prepo”, llegando algunos hasta el palco de intendente.
“Los organizadores de este show dieron más entradas de las previstas para el evento, provocando una verdadera batalla campal protagonizada por quienes querían entrar a como diera lugar. Tuvo que hacerse presente la policía para contener a los desquiciados que emprendieron contra las acomodadoras en un estado de violencia inaudito”, describió un asistente en las redes.
El Teatro vive unos meses convulsionados que empezaron con la renuncia de Paloma Herrero, luego la ida de la directora María Victoria Alcaraz, y finalmente la asunción reciente de Jorge Telerman, que accedió a que sigan organizándose los eventos privados ya firmados con anterioridad y de los cuales se desconoce montos o retribuciones de las empresas organizadoras, ya que no se publica la información en Boletín Oficial y del gobierno porteño no respondieron a las consultas.
El alquiler del mítico Colón, declarado patrimonio arquitectónico y cultural del país, despertó polémica desde que se lo empezó a usar para fines privados hace casi una década. Por ejemplo, La Nación ha utilizado el teatro para ciclos propios, y se han llevado actores o jornadas alejadas del concepto principal del Colón. En 2018 el ex legislador Pro, Avelino Tamargo alquiló el Colón a través de su productora Taja Producciones para shows «populares» con entradas de más de 5 mil pesos.
Mientras, para este año solo organizaron siete óperas en la programación de todo 2022, es muy baja la participación de cantantes, bailarines y elencos nacionales. y la semana pasada se presentó La Beriso, que también incluyó destrozos en el terciopelo.