Recientemente el ministro de Cultura de Nación Esteban Bullrich lanzó Evaluación Aprender 2016, una forma de medir en los colegios primarios y secundarios los conocimientos de los alumnos y hacer un diagnóstico de la situación de la educación en el país. Si la misma prueba la hiciera entre los integrantes de su gobierno posiblemente la mayoría reprobaría literatura. Tras atribuirle a Borges una frase que no era de él y colocarla en una estación del subte C, el error se repite, pero esta vez con una frase de Cortázar.
La frase que le atribuyen al autor de Bestiario es «Mi diagnóstico es sencillo, sé que no tengo remedio y quien consigna el hecho es el dramaturgo y director Mauricio Kartun en su página de Facebook: Otra grosería dice con razón – de la nueva patria globalizada (hablo de globitos), gente que come cultura chatarra de parado en Google. Se lo encargaron a una agencia de publicidad, pusieron «mejores frases de Cortázar» en el buscador, vieron quinientos cartelitos cursis como este con eso y felices levantaron de allí. Nadie se preocupó en ir a la novela.»
En el capítulo 39 de Rayuela puede leerse: Con una valija en la mano, enderezó para una parrilla del puerto, donde alguna una noche alguien medio curda le había contado anécdotas del payador Betinoti, y de cómo cantaba aquel vals: Mi diagnóstico es sencillo / sé que no tengo remedio. La idea de la palabra diagnóstico metida en un vals le había resultado irresistible a Oliveira, pero ahora se resistía los versos con un aire sentencioso
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) La frase que la cantó hasta Gardel es de Betinoti, por supuesto, de Betinoti, pero a quién la vas a hablar ahí de Betinoti… Es evidente que el macrismo anda flojito en «Comprensión de textos»
Quizá sería conveniente para el gobierno de Macri consultar el libro de Pierre Bayard Cómo hablar de libros que no se han leído o buscar en Youtube los videos en que Capusoto en el sketch Una que sepamos más o menos enseña a disimular con eficacia la ignorancia respecto de la letra de una canción ultraconocida que están cantando todos en una reunión. Una solución más drástica para no pifiarla sería poner frases del propio gabinete como No vamos a dejar la grasa militante, vamos a contratar gente idónea. Quizá no acierten a decir que corresponde a Alfonso Prat-Gay, pero por lo menos no se equivocarán de partido porque eso es más que obvio.