Dice el informe: » podemos abrir la información en dos miradas simultáneas: la de coyuntural y la estructural. La mirada de coyuntura nos describe el momento actual por el que atraviesa la industria y qué pasó entre el año 2015 y el 2016 en los principales indicadores. Pero si además queremos profundizar la mirada, necesitamos un breve análisis de datos estructurales, que ayudan a entender la evolución del sector desde hace más tiempo, y con un horizonte de mediano-largo plazo. La coyuntura: Entre 2015 y 2016 se produjo una caída del 15% en la producción, tanto de títulos como de ejemplares totales, y de un 12% en las ventas del mercado privado, de las editoriales comerciales. Si incluimos la caída de las ventas al sector público (en 2016 no hubo compras de literatura infantil para aulas y bibliotecas), tenemos una caída total de ventas de libros del 25% en ejemplares o 24 % a valores constantes por el importante peso que esas ventas públicas significaban (pasaron del 14% al 1% de las ventas totales). «
«Por otra parte, -prosigue- al liberarse las restricciones a las importaciones de libros, que rigieron entre 2010 y 2015 en Argentina, estas han aumentado fuertemente, aunque no han llegado todavía a recuperar los niveles del 2011. Por otra parte, es importante destacar que el impulso mayor de este aumento está dado por las importaciones industriales, en particular de libros con ISBN extranjero (aumentaron casi 9 veces). Estas corresponden a ediciones internacionales, en muchos casos de libros de manuales y textos para la enseñanza de idiomas. Las importaciones industriales de libros de ISBN argentino han aumentado también, aunque en menor medida, un 36%. La razón principal de las mayores importaciones industriales está dada por los altos costos argentinos, que en este informe damos por separado la comparación entre costos locales y extranjeros para el mismo tipo de libro, que llegan a ser el doble de los que se pueden obtener en otros países impresores de la región). Por otra parte, las importaciones comerciales, es decir las que vienen en menores cantidades para ser distribuidas en el país y así contribuir la bibliodiversidad de oferta sólo aumentaron el 13%.»
El informe incluye cifras, gráficos comparativos y diversos elementos para dar un panorama completo de la industria editorial argentina durante 2015 y 2016. Como todas las industrias, también la del libro se ha visto perjudicada tanto por las importaciones como por el hecho de que durante el primer año de la gestión del macrismo no se compraron libros para las escuelas, lo que se refleja de manera notable en las cifras.