El escritor argentino César Aira fue distinguido con el Prix Formentor de las Letras 2021, destinado a reconocer la obra completa de un escritor, según el fallo del jurado difundido hoy en el que se destaca «el frescor, la versatilidad y la ironía de la abundante obra novelística, teatral y ensayística del autor de Los fantasmas, El mago y La guerra de los gimnasios, que lleva más de cien libros publicados.
El jurado, presidido por Basilio Baltasar y compuesto por Anna Caballé, Francisco Ferrer Lerín, Juan Antonio Masoliver Ródenas, Gerald Martin, decidió conceder a Aira este premio dotado con 50.000 euros, con el que se reconoce anualmente «la calidad e integridad de los autores cuya obra consolida el prestigio y la influencia de la gran literatura».
En el fallo se destaca del escritor nacido en 1949 su «infatigable recreación del ímpetu narrativo, la versatilidad de su inacabable relato y la ironía lúdica de su impaciente imaginación». A su vez, entre los fundamentos del premio, se reconoce también que “la constelación laberíntica de su obra es un inmenso crisol literario para las figuras de la cultura popular, los personajes de la gran ficción narrativa y los motivos visuales de las bellas artes”.
Para el jurado, “la escritura de Aira adopta técnicas cuyo rigor, frescura y soltura recuerdan las claves jazzísticas de la improvisación artística. Sobre las estructuras invisibles de la inspiración, el autor levanta escenarios y voces que desconciertan y alimentan la perplejidad del lector”.
Es la cuarta vez que este premio, instituido para reconocer la gran literatura más allá de los cauces comerciales, viaja a Argentina: Jorge Luis Borges en 1961 –compartido con Samuel Beckett–, Ricardo Piglia en 2015 y Alberto Manguel en 2017 lo tuvieron antes que Aira. El galardón, que a partir de ahora será conocido como Prix Formentor, es una de las herramientas con las que se mantiene viva la herencia de la Fundación Formentor, sostenida con el apoyo de la Familia Barcel. También recibieron el prestigioso galardón el polaco Witold Gombrowicz, el holandés Cees Nooteboom, el mexicano Carlos Fuentes y los españoles Enrique Vila-Matas, Juan Goytisolo y Javier Marías.
Nacido en Pringles (provincia de Buenos Aires) en 1949, Aira se dio a conocer en 1981 con la novela «Ema, la cautiva», después de ejercer la traducción y otras tareas editoriales. Entre sus muchos reconocimientos, ha sido distinguido por el gobierno francés como Chevalier dans l’Ordre des Arts et Lettres. Además, ha obtenido el Premio Roger Caillois 2014 y el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2016. Entre su prolífica obra se destacan títulos como Un sueño realizado, Cómo me hice monja, El mago, La noche de Flores, El santo, El sueño, Eterna juventud o El gran misterio, entre otras.
En octubre pasado, publicó la novela Lugones, la número ciento seis de su abultada producción, en la que a través de un misterioso narrador traslada al lector desde una vigilia disparatada con la llegada del autor de Cuentos fatales y Lunario sentimental a la isla que elige para suicidarse hasta un mundo surrealista y onírico. Eterno candidato al Nobel de Literatura, varias de las obras de Aira funcionan como variaciones bromistas que parten de temas sencillos y reconocibles y se acaban dislocando en algo diferente y transgresor. La voz del autor es bien reconocible: historias cortas, escenarios provincianos centrados en su ciudad natal (Coronel Pringles), relatos de voz sencilla en los que la fabulación aparece sin avisar.