El 19 de abril de 1932 nacía en la ciudad de Medellín, Colombia, quien llegaría a ser uno de los más famosos artistas plásticos de reconocimiento mundial, Fernando Botero, creador de una corriente artística que deriva de su nombre, el “Boterismo”, que se expresa a través de la desmesura de los volúmenes de sus personajes y por una paleta de colores intensos.
Se acaba de inaugurar en Internet una exposición online que reúne más de cien imágenes digitalizadas del artista colombiano, de cara al cumpleaños 90 que se celebra hoy. La plataforma Google Arts & Culture puso a disposición una colección de sus cuadros más conocidos, con la posibilidad de exhibir sus obras con realidad aumentada, ver en detalle sus pinceladas y trazos con un zoom en alta definición, videos online y más.
Nacido el 19 de abril de 1932 en la ciudad de Medellín, Botero es el creador de la corriente artística “boterismo” caracterizada por personajes voluminosos y una paleta de colores explosiva. Su estilo característico representa personas y figuras en volúmenes grandes y exagerados, que se ha utilizado para representar la crítica política o el humor según la pieza.
«Sus personajes son siempre súper grandes y con curvas, como hipéboles. Cuando éramos niños Botero era el que pintaba a los gordos pero él odia que llamen a sus personajes gordos u obesos; prefiere hablar de volumen. Botero dijo que el mayor gozo en la pintura es la sensualidad de las formas», cuenta en un tramo de la exhibición el cantante colombiano J Balvin, quien se sumó a los homenajes con un video de unos cuatro minutos en el que repasa recuerdos de su infancia mientras analiza la pintura de Botero «20 de julio», al acercarse a cada uno de sus detalles.
Sus figuras corpulentas le han llevado a abordar una gran variedad de temas, como reinterpretaciones de cuadros de los antiguos maestros, escenas callejeras latinoamericanas, la vida doméstica y retratos satíricos de personajes políticos. El volumen de sus personajes permite al artista enfatizar y resaltar ciertos rasgos, aumentando su impacto.
Botero fue autodidacta, aunque asistió a la Academia de San Fernando en Madrid y a la de San Marcos en Florencia. Sus primeras obras conocidas son las ilustraciones que publicó en el suplemento literario del diario El Colombiano, de su ciudad natal.
A los 19 años viajó a Bogotá, donde presentó su primera exposición individual de acuarelas, gouaches, tintas y óleos en la Galería Leo Matiz, y con lo recaudado vivió algún tiempo en Tolú. De su estancia allí saldría el óleo «Frente al mar», con el que obtuvo el segundo premio de pintura en el IX Salón Anual de Artistas Colombianos.
Su momento «eureka» llegó en 1956 –indica Télam- cuando vivía en Ciudad de México: el artista pintó una mandolina con un agujero de sonido inusualmente pequeño, lo que hizo que el instrumento adquiriera proporciones exageradas. Botero se sintió entusiasmado por estas posibilidades aparentemente nuevas, y esto encendió su exploración del volumen a lo largo de toda su vida.
En 1977 expuso sus bronces por primera vez en el Grand Palais de París y en 1978, pintó su propio pastiche del cuadro, titulado Monalisa y pintada en su estilo característico de “Boterismo”, en homenaje a una de las más famosas de todas las pinturas al óleo occidentales, creada por Leonardo da Vinci.
La exposición online permite descubrir también una de sus obras más importantes: “Lección de guitarra”, que se encuentran en el Museo Nacional de Colombia.
Si bien es conocido sobre todo por sus pinturas, también es un escultor consumado que crea formas sorprendentes que parecen una extensión de sus obras bidimensionales: sus piezas escultóricas se pueden encontrar en las calles de Medellín, Nueva York, París, Barcelona, Madrid, Jerusalén y también en Buenos Aires.