La 26º Feria del Libro Infantil y Juvenil que se lleva a cabo en la sede Centro Cultural Kirchner (CCK) se inauguró esta mañana con la presencia del titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la Nación, Hernán Lombardi, y la Presidenta del Comité Organizador de la Fundación El Libro, Betina Cositorto, en medio de un clima festivo donde no faltaron payasos, magos y muchos niños que colmaron las instalaciones desde horas tempranas. La feria ofrece, como todos los años, talleres artísticos, obras teatrales, musicales y cuentacuentos, así como también la oferta de más de un centenar de sellos editoriales, jornadas booktubers y venta de libros a mitad de precio para bibliotecas populares. En la planta baja del CCK se dispusieron los stand de las editoriales donde cientos de chicos se acercan a preguntar por autores favoritos, días de firmas y también por los precios de los textos. Mientras los docentes recorrían los pasillos con sus alumnos, un payaso entretenía a un nutrido grupo de chicos con actos de magia y globología a la espera del corte de cinta. Durante el acto de inauguración, el ministro Lombardi aseguró: este es el lugar y el momento más importante del año porque es el espacio donde los chicos pueden encontrarse con los libros. No hay nada más importante que encontrarse con un libro que puede despertar una fantasía, una vocación, un buen libro te puede acompañar toda la vida». Por su parte, la Presidenta del Comité Organizador de la Feria del Libro Infantil y Juvenil, Betina Cositorto, comentó que «este es el encuentro con mayor bibliodiversidad, entidad y calidad de libros, donde todos podrán encontrar buenos precios, ofertas y una enorme programación cultural con talleres participativos. Es la mejor opción en las vacaciones de invierno porque es un espacio que permite que se visite muchas veces por la cantidad de espectáculos que abarcan todas las artes, música, teatro títeres, narración y, por supuesto, libros». Respecto al edificio que albergará hasta fin de mes a la feria, Cositorto apuntó «el emplazamiento de este año nos invita a una experiencia sensorial que nos pone de relevancia la importancia en la transmisión de la cultura». Cositorto recordó que este año se continúa con el «Pasaporte Lector» que se reparte en la entrada, con el fin de que los visitantes puedan armar sus recorridos con los libros que prefieran, firmas de ejemplares y autores que les gustaría conocer, un resumen para atesorar sus viajes lectores. En el primer piso funcionan dos salas: la «Zona Creativa», creada para que chicos de 4 años en adelante se relacionen con las artes mediante talleres de escritura, de encuadernación, producción de objetos, murales, dibujos, y juegos de expresión; la otra sala para la misma edad es el «Rincón de Ciencias Melquiades», con experimentos con luz, sonido, agua y aire, y todo lo concerniente a las ciencias. El edificio del viejo Correo contará con el «Espacio para la Infancia», que toma dos salas del primer piso y otra del sexto donde habrá narradores y espectáculos continuados; la sala «Bibliomate», ubicada en el tercero, con el área infantil, donde se desarrollan lecturas para toda la familia, pero especialmente para los más chicos, cuyas madres cuentan con un espacio para la lactancia. La plaza seca circular -en la planta baja, debajo de la panza de La Ballena-, alberga a los sellos editoriales y la sala Argentina, un auditorio modelo con butacas para 540 personas que se encuentra en el segundo subsuelo, contará con citas especiales como el encuentro booktuber «Lectores activos», previsto para el 18 y el 19 de julio. El próximo sábado abrirá sus puertas Tecnópolis, la otra sede de la Feria del Libro Infantil y Juvenil, ubicada en General Paz entre Constituyentes y Ricardo Balbín (Villa Martelli), que permanecerá abierta hasta el 31 de julio.