Con pegatinas y murales, la calle toma el CCK para levantar las banderas de la memoria, las diversidades y la crisis climática: luchas de ayer, del presente y el futuro.
En el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos, mañana a las 16 horas el colectivo transfeminista Línea Peluda va a realizar un taller abierto para todas las personas que quieran dibujar y pegar sus afiches en la pared del centro cultural. Este gesto, que traslada un tipo de intervención propio de las movilizaciones en la calle al interior del CCK, viene a poner sobre la escena que luchar también es un arte.
Así nació Línea Peluda como colectivo, con intervenciones en el espacio público por la campaña del aborto legal, seguro y gratuito. Al poco tiempo de empezar a organizarse, ya se reunían todos los Martes Verdes en la vereda del Congreso para dibujar. De esas reuniones también participó Maitena, que enseguida se convirtió en la madrina del colectivo y lxs invitó a participar del programa público Maitena, las mujeres de mi vida, su exposición retrospectiva y marco en el cual se brindará mañana el taller Dibujar memoria y luchas.
Pero volvamos a la historia: el 13 de junio del 2018, cuando la IVE obtuvo media sanción en diputados, juntaron todas las ilustraciones que venían haciendo los Martes Verdes con las que llegaban desde otras provincias, desde otros países de Latinoamérica y de Europa, que también se sumaron a la iniciativa a través de las redes sociales, y le dieron la vuelta al Congreso con los afiches en las calles.
La lucha de un colectivo
“Este grupo se creó en los pasillos, ahí, en las manifestaciones. Ir al CCK a pegatinearlo es como llevar lo que fue esa ola verde. Es un pequeño fragmento de lo que han sido esas manifestaciones. Y ahora sumamos la lucha por la memoria, las diversidades y la crisis climática. Todos estos ejes están atravesados por los Derechos Humanos. Todo viene desde el mismo lugar. La lucha de las Madres y Abuelas nos atraviesa y es parte de nuestro legado seguir manifestándonos en ese camino. Queremos seguir visibilizando y acompañando la lucha por los Derechos Humanos y la democracia”, dicen a Tiempo desde Línea Peluda.
El taller de dibujo se propone como un espacio de reflexión sobre estos temas. A partir del diálogo y la puesta en común, empezará a pensarse de manera colectiva cómo transmitir todas esas ideas y llevarlas al papel, para luego también pegarlas en la pared de una de las salas de Línea Peluda, que actualmente está en blanco.
“La idea es que cada une pueda aportar el mensaje que quiera a través del dibujo o también puede ser un cartel. Después, en la pegatina, eso se va a volver más colectivo, un gran mural gráfico con dibujos y frases, que aborden estas tres temáticas. La invitación es para dibujar, pensar en conjunto, y luego reflejar todo ese diálogo en la pared”, explican.
Por estos días, la intervención tiene una fuerza especial: “Es importante concientizar y trabajar todas estas problemáticas porque siempre se ponen en una cuestión, sobre todo en el marco de una avanzada de la derecha. Ya sea desde la lucha por la memoria, porque lamentablemente hay campañas negacionistas y de vulneración de esas banderas, así como también para visibilizar las diversidades y las violencias que se viven dentro del transfeminismo», dicen desde el colectivo.
«Y la crisis climática es algo que nos está pasando ahora, con las olas de calor, las quemas, la ley de humedales. Son distintas banderas que queremos levantar y construir algo potente. Creemos que a través del dibujo podemos comunicar un montón de cosas, generar distintas sensibilidades y llegar con distintos mensajes”, dicen desde el colectivo», agregan.
Una semana para la memoria
Esta actividad se da en una semana cargada de actividades culturales y políticas, como la reunión del Grupo de Puebla, el concierto Violins of Hope (Violines de la Esperanza), con dirección y actuación solista del maestro Shlomo Mintz y realizado en conjunto con la Embajada de Alemania y la Orquesta Sinfónica Nacional, y la proyección de la película Seremos Millones, que cuenta la historia del golpe de Estado y la recuperación democrática en Bolivia, con la presencia de Evo Morales en la Sala Argentina.
En diálogo con Tiempo, Martín Bonavetti, secretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales del Ministerio de Cultura, apuntó: “En el contexto actual, si uno se preguntara qué une el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner y el discurso negacionista de Mauricio Macri, comprende que son dos caras de una misma moneda. El fascismo está entre nosotros. La Semana de la Memoria no sólo constituye una conmemoración histórica, sino una demanda popular por que esas políticas sean defendidas e instaladas desde el Estado como políticas públicas.
Las instituciones del Estado son las responsables de implementar esas acciones, de desplegar producciones simbólicas que alberguen las nuevas reflexiones en torno a las nuevas amenazas sobre el sistema democrático. Es imposible concebir la convivencia democrática sin refrendar el pacto democrático que hace 40 años los argentinos consensuamos como punto de partida para nuestra vida en común”.
En las calles, en los museos, en los centros culturales, en distintos organismos del Estado, la Semana de la Memoria brindó un verdadero homenaje a estos 40 años de lucha.