“Quería poder continuar viéndolo, pero sin necesitarlo tan violentamente. Si fuese una persona enteramente sola, como era antes, sabría cómo sentir y actuar dentro de un sistema. Pero Ulises, entrando cada vez más plenamente en su vida, ella, al sentirse protegida por él, había pasado a tener miedo de perder la protección”.
Este fragmento de Un aprendizaje o El libro de los placeres (Editorial Corregidor), novela que la autora brasileña Clarice Lispector publicó en 1969, da en el centro de la cuestión que ella abordó al escribirla, sobre el final de aquella década plagada de revoluciones: narrar una historia de amor, pero desde un punto de vista en el que lo femenino no se encuentre subsumido ni abrumado por el peso de lo masculino.
Por entonces, el auge de corrientes feministas cada vez más visibles y fuertes comenzaba a darle impulso a una nueva forma de percibir y, sobre todo, de autopercibir lo femenino. Movimiento que de forma inevitable afectó la mecánica de los vínculos entre mujeres y hombres, en cuyo centro se encuentra, entre otras cosas, esa entelequia llamada amor, tan difícil de entender y definir como fácil resultan su necesidad y su deseo.
Pero pasaron más de 50 años desde que Lispector publicó el libro, tiempo suficiente para que la lucha de las mujeres por ampliar y mejorar sus derechos se profundizara, modificando profundamente las formas de entender esas dinámicas. ¿Cómo leer entonces aquel libro? ¿Cuál es la mejor forma de entender desde este presente aquello que Lispector expresó tan bellamente medio siglo atrás?
Algunas respuestas posibles para esas preguntas podrían encontrarse en O libro dos prazeres, la cuidadosa adaptación de la novela de Lispector que realizó la cineasta brasileña Marcela Lordy, que se presenta este domingo a las 18 en la sala A del Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151. La película forma parte del ciclo “Panorama Brasileño”, que durante todos los cuartos domingos de cada mes y hasta noviembre presentará distintas películas que se encuentran entre los más destacado del cine reciente producido en el país amazónico (ver recuadro aparte). Todas las funciones contarán con la presencia de sus directores, incluyendo a Lordy, quien este domingo se juntará a dialogar con los espectadores tras el final de la proyección.
“Elegí esta novela de Lispector porque narra el recorrido de Lori, una mujer que se autorrealiza y que, a partir de descubrir que puede disfrutar de su soledad, es capaz de percibir su propia fuerza para enfrentar la vida. Y esto es muy bonito, porque marca el quiebre del amor romántico”, afirma Marcela Lordy al ser consultada por Tiempo Argentino. “No se trata de una obra en la que la mujer se demora esperando a un príncipe azul que venga a cambiar su vida. No: Lori hace solita su revolución, por sus propios medios, y a partir de ahí las cosas se encauzan de forma natural, haciendo que el otro, Ulises, se convierta solo en un complemento.”, continúa la cineasta.
“Esto es algo muy raro en el cine brasileño, que en un porcentaje mayoritario está hecho por hombres que cuentan historias desde el punto de vista de los hombres y para quienes lo femenino ocupa siempre un lugar secundario. Entonces adaptar una obra de Clarice que trata sobre una mujer que encuentra su propia voz es un aporte muy novedoso a la pluralidad del cine de mi país”, sostiene Lordy.
-Es conocido que Lispector es una de las escritoras fundamentales de la historia literaria y del universo cultural brasileño, pero ¿cómo construiste tu vínculo con su figura y con su obra?
-Yo leía sus libros ya desde chica, porque ella tiene una obra muy rica y bella dentro de la literatura infantil. Ya siendo más grande, en la escuela pude tener acceso a textos suyos más profundos que me atrajeron por colocar a lo femenino en un lugar de protagonismo. Algo que siempre me encantó de su obra es su capacidad para abordar a los personajes desde un lugar intimista y subjetivo.
-¿Pensás que en esa capacidad para construir la mirada de sus personajes femeninos se encuentra uno de los ejes centrales de su prosa en general y en particular de esta novela?
-Algo muy lindo de los personajes de Clarice es que siempre tienen un momento de lucidez y de repente son capaces de cuestionarse a sí mismos. En algún momento toman conciencia de que están inmersos en un sistema patriarcal y cuando descubren que la vida es mucho más, empiezan a verla desde una perspectiva diferente. Este mecanismo es muy fuerte en toda su obra y está presente en muchos de sus cuentos y novelas, que hablan de mujeres independientes que pasan a ser conscientes de su rol dentro de la sociedad. Y como Brasil es una sociedad muy patriarcal, entonces su obra sigue manteniéndose contemporánea y viva.
-Además de eso, ¿qué dirías que ha cambiado y qué se mantiene más o menos inalterable en la sociedad brasileña desde que Lispector publicó su novela hasta ahora?
–Un aprendizaje o El libro de los placeres se publicó por primera vez en Brasil en 1969, durante los años más duros de la dictadura que se mantuvo en el poder desde 1964 hasta 1985. Y yo hice esta adaptación 50 años después durante el gobierno de Jair Bolsonaro, que también fue un momento muy difícil de nuestra historia. Lo curioso es que después de transcurrido medio siglo las mujeres brasileñas seguimos sufriendo los mismos problemas de machismo y falta de protagonismo en la vida pública, incluido el cine.
Y por eso me pareció una oportunidad muy bonita llevar a la pantalla esta historia en la que Lori y Ulises consiguen construir un vínculo que es sobre todo espiritual, en el que se apoyan mutuamente, convirtiéndose en espejos en los que pueden reconocer sus dificultades y el lado duro de la vida. Me parece muy bonita la forma en que Clarice retrata al amor en este libro.
-El protagonista masculino de O libro dos prazeres es el actor argentino Javier Drolas y la película pasó en 2022 por el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici). ¿Cómo fue recibida por el público argentino y qué diferencia percibiste respecto de la forma en que la vieron los espectadores en Brasil?
-La película fue muy bien recibida en Argentina. En el Bafici me encontré con un público muy lector que conoce de literatura y la obra de Clarice. Eso es algo que me gustó mucho. En Brasil también le fue muy bien y se mantuvo tres meses en cartel, todavía durante la pandemia. Creo que en parte ese éxito se debe a que, a pesar de ser una película muy sensorial e intimista, también es capaz de dialogar con el público y consigue que las mujeres se identifiquen con su historia y la recomienden.
Panorama Brasileño – Cine en el Kirchner
O livro dos prazeres, de Marcela Lordy, se proyecta este domingo 25 de junio a las 18 en la sala A del Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151, y contará con la presencia de su directora, quien dialogará con el público al finalizar la función. Por su parte, el ciclo “Panorama Brasileño – Cine en el Kirchner” tendrá continuidad durante los cuartos domingos de los próximos meses, con la proyección de las películas A porta ao lado, de Julia Rezende (23 de julio), Legalidade, de Zeca Brito (27 de agosto), el documental Sinfonia de um homem comum, de José Joffily (24 de septiembre), la infantil Pluft O Fantasminha, Rosane Svartman (22 de octubre), y Saudade fez morada aquí dentro, de Haroldo Borges (26 de noviembre), que viene de ganar la Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en 2022. En todos los casos, las proyecciones contarán con las presencias de sus directores y tendrán lugar en la sala A del CCK, en todos los casos también a las 18.