Aunque renuente a los homenajes y a las fotografías cuando se encuentra en la Argentina, César Aira recibió ayer el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas en una ceremonia presidida por la presidente de Chile, Michelle Bachelet, que se realizó hoy en el Palacio de La Moneda. Ell galardón, está dotado con un diploma, una medalla y 60.000 dólares.
Aira dijo que estaba «verdaderamente agradecido» por el reconocimiento y «menos sorprendido», dado que la noticia fue anunciada en agosto de este año. «Sin embargo -dijo el escritor- mi agradecimiento sigue latente porque tiene una historia más larga que se funde con mi eterna gratitud a Chile. Mi primer viaje a Santiago fue hace 35 años. Era una ciudad más bien gris y triste, pero me las arreglé para encontrarle una poesía también gris y triste».
Por su parte, la presidente chilena indicó que «quizá este premio, que vuelve a mirar a la literatura argentina de hoy, nos ayude a leer más y mejor a César Aira y a tantos otros que, como él, se empeñan en crear una obra diferente, atrevida, arriesgada y de una gran belleza». Al mismo tiempo, Bachelet sostuvo que la condecoración al escritor pringlense (1949) confirma el «fuerte vínculo» entre la literatura de ambos países: «Este premio, ya en su quinta edición, es testimonio de la riqueza, diversidad y solvencia las letras de nuestra América, en español o portugués, del Río Bravo al Estrecho de Megallanes, del Atlántico a las abruptas rompientes del Pacífico».
Aira fue elegido en forma unánime para la quinta edición del galardón por «la asombrosa variedad de su obra, la calidad de sus relatos y su incansable labor literaria», según el fallo del jurado de esta edición integrado por las escritoras Margo Glantz y Gioconda Belli, y sus colegas Christopher Domínguez Michael, Alvaro Bizama y Poli Délano.