En el marco de la 111ª edición del Salón Nacional de Artes Visuales (SNAV), una selección de 212 obras, curada por Guillermina Mongan, se enfoca en una serie de preguntas fundamentales.“¿Qué futuridades trazamos en nuestras fabulaciones colectivas? ¿Qué saberes atraviesan nuestros modos de hacer? ¿De qué historias del arte hablamos cuando nos referimos a ellas? ¿Qué relecturas habitamos hoy? ¿Qué espacios construimos para cobijar nuestras memorias? ¿Qué escucha ponemos a disposición en nuestras convivencias contemporáneas?”, dice el texto de la exposición El sueño despierto de los días, que tiene lugar en tres sedes diferentes: el Centro Cultural Borges, el Centro Cultural Kirchner y el Centro Cultural Paco Urondo.
El Palais de Glace, en colaboración con la Secretaría de Patrimonio Cultural y la Dirección Nacional de Museos del Ministerio de Cultura de la Nación, presentó una edición renovada del prestigioso certamen con un enfoque federal, abarcando diversas expresiones culturales de todo el país. Además, esta edición se destaca por su compromiso con la diversidad. Durante la selección de obras y jurados, se priorizó la inclusión de participantes de género femenino, no binario y travesti-trans, así como de aquellos artistas que residen fuera de la ciudad de Buenos Aires.
En una situación sin precedentes, esta convocatoria federal e inclusiva recibió más de 3200 inscripciones, superando los límites históricos que se habían mantenido desde 1911 hasta la actualidad. Esto, a su vez, se traduce en un análisis integral y amplio del panorama artístico a nivel nacional; la cuestión del tiempo y el futuro aparecen como preocupaciones fundamentales del arte contemporáneo argentino.
“Si bien en las artes visuales la pregunta por el tiempo, por la ficción, por la propia realidad, por los espacios de inscripción y por los territorios (ejes en los que se detiene la exposición) ha estado siempre de algún modo inscripta, hay períodos en los que esas preguntas se intensifican más. Tiene que ver con climas de época o contextos muy concretos”, dice Mongan a Tiempo.
En esta línea, se pueden destacar obras como 540 de la serie Fragmentos del futuro (2023), de Ángeles Ceruti, ganadora del tercer puesto del premio adquisición a la mejor obra del conjunto de categorías. La pieza consiste en un holograma en prisma de acrílico y dibujos en grafito sobre papel. Se trata de una suerte de cyborg artístico, que imagina una alianza entre la tecnología y la vida en el futuro próximo.
La tríada de premios adquisición se completa con el video El sonido de la piedra (2023), de Marcela Cabutti (primer puesto), que consiste en un registro de las reverberaciones sonoras de pequeñas rocas de arcilla y micrófonos ubicados en la Piedra Movediza de Balcarce, que con sus 2200 millones es parte del Sistema de Tandilia y uno los basamentos más antiguos del planeta.
El collage textil Virgen sudaca (2017) obtuvo el segundo puesto. La pieza es un montaje de pequeños amuletos y ofrendas que desdibujan una imagen religiosa, con autoría del colectivo Ossobuco de Santiago del Estero, integrado por Mónika Miranda, Néstor Basualdo y Víctor Moresi. Estos tres premios adquisición pasarán a formar parte de la colección del Palais y actualmente pueden verse en el espacio de La Gran Lámpara, en el séptimo piso del CCK.
Las sedes de esta edición fueron organizadas en tres grandes núcleos: “Lo que cabe en las historias” (Centro Cultural Borges), “Imaginar futuros al cobijo de un paisaje” (Centro Cultural Kirchner) y “Rituales contra el olvido” (Centro Cultural Paco Urondo). Cada núcleo se encuentra en relación con los otros, en un sistema que órbita alrededor del tiempo para, dice Mongan, “orientarnos, perdernos, pero sobre todo, encontrarnos”.
Los ‘Rituales contra el olvido’ involucran prácticas artísticas alrededor de la memoria, tanto en un sentido histórico o político como en relación a procesos individuales. El núcleo “Imaginar futuro al cobijo de un paisaje” explora las ficciones especulativas y la ciencia ficción, con trabajos de cuerpos híbridos, mutantes y futuros distópicos o dispositivos artísticos que buscan imaginar lo que viene. Y “Lo que cabe en las historias” se pregunta por las historias del arte en plural, por todos esos modos de estar y ser del campo artístico en relación con lo que el arte dice sobre sí mismo, las citas y referencias que permiten que las obras hablen con otras obras a través del tiempo.
Las muestras podrán visitarse hasta el 12 de noviembre, de miércoles a domingos de 14 a 20 horas en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525) y el CCK (Sarmiento 151).En el Paco Urondo (25 de Mayo 201) hasta el 15 de octubre, de lunes a viernes de 10 a 20 horas.
La entrada es libre y gratuita.
