A los 85 años el poeta y poeta y narrador Álvaro Pombo ganó el Premio Cervantes, el máximo reconocimiento de las letras en español.

El jurado estuvo presidido por Luis Mateo Diez, quien ganara el Premio Cervantes el año pasado  y la noticia fue hecha pública por el ministro de Cultura Ernest Urtasun en una conferencia de prensa en la que también estuvo presente  la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, María José Gálvez.

El premio, dotado de 125.000 euros le será entregado por los Reyes de España  a su ganador, Álvaro Pombo, el 22 de abril de 2025, Día del Libro en el Paraninfo de la Universidad de Alcaná de Henares.  

“A su notabilísimo nivel como poeta y ensayista, se une el ser uno de los grandes novelistas de nuestra lengua, que indaga en la condición humana desde las perspectivas afectivas de unos sentimientos profundos y contradictorios”, expresó el jurado refiriéndose a Álvaro Pombo al fundamentar la decisión de entregarle el Premio Cervantes 2024.

Y añaden: “en sus creaciones, muestra el mundo a través de la construcción de un lenguaje en el que las deformaciones de la realidad aparecen reflejadas bajo el disfraz de la ironía y del humor”.

Consideran que  “en su prosa, la oralidad se refleja en la voluntad de un estilo que aspira al ‘escribo como hablo’ valdesiano” y que “Álvaro Pombo ha creado aquello que define a los grandes escritores, un mundo literario propio imperecedero e imprescindible que conmueve y conduele”.

Pombo recibe el Cervantes luego de haber sido reconocido  con muchas otras distinciones entre las que se cuentan  el Premio Nacional de Narrativa, el Premio Fundación José Manuel Lara, el Premio Herralde, el Premio Planeta, el Premio Nadal y el Premio Francisco Umbral al  Libro del Año 2023 por su última novela publicada, Santander 1936, en la que se detectan elementos autobiográficos.

Según el diario El Español, ·Pombo mismo ha encuadrado su estilo literario en la «psicología-ficción», una etiqueta personal que constata su vocación por profundizar en las mentes de sus personajes. El cambio de rumbo en su narrativa se produjo con la publicación en 1990 de El metro de platino iridiado, para muchos su obra maestra. En esta novela empieza a desarrollar lo que él mismo llamó «la poética del Bien», presidida por valores virtuosos e influenciada por la ética y la humanidad”.

Otras facetas de Álvaro Pombo

El reciente ganador del Premio Cervantes tiene una prosa reflexiva y profunda de la que, sin embargo,  no está ausente el humor. Al ganar el Premio Planeta en 2006 se lo vio con cierta frecuencia en la televisión donde también pudo advertirse su humor inteligente con el que se permite hacer bromas también sobre sí mismo.

En su infancia repitió el quinto grado, lo que más tarde le haría decir: «Soy un caso pedagógico interesante. Porque mientras suspendía todas, escribía cinco o seis artículos al mes en la revista de los Escolapios de Santander. No pensaba más que en la poesía y en escribir. Claro, suspendí cinco asignaturas, no me presenté en septiembre y mis padres me enviaron a Valladolid de interno con los jesuitas al año siguiente. Para que espabilara. Eran gente muy recta, con un sentido del esfuerzo y del deber muy fuerte.»

Además de ocupar el sillón “j” de la Real Academia Española que dejara vacantes Pedro Laín Entralgo. Pombo actuó en política: fue candidato al Senador  por el partido de centro Unión, Progreso y democracia (UPyD).

Se ha reconocido abiertamente como homosexual y la temática gay aparece con cierta frecuencia en sus novelas. Sin embargo, de manera contradictoria y contra lo que piensa su propio partido político, Pombo ha declarado no estar de acuerdo con el matrimonio entre personas de un mismo sexo.

Pido que los homosexuales –declaró Pombo, según lo reproduce la publicación Dos manzanas- que hagan un esfuerzo de normalización, que no es volver a ser todos heterosexuales. ¡Como si quieren hacer unos sanfermines gays! Insistir demasiado en la diferencia es un error”. 

Como académico del a RAE defendió que esta no incluyera la palabra matrimonio cuando se trata de personas del mismo sexo. Afirmó: «He intervenido clarísimamente y dije que matrimonio no era la palabra adecuada, ¡pero es que además es una estructura social anticuada!”