El Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges y el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos de la Biblioteca Nacional (BN) convocan a los lectores “a que cuenten en los límites que impone un tweet, un video o un dibujo de Instagram, su cuento favorito del autor. Doscientos cuarenta caracteres, una grabación o una ilustración para resumir la trama de un relato, la sorpresa de un desenlace inesperado, la fascinación por una arquitectura fantástica, en suma, las pequeñas felicidades y asombros del lector”.
Además, fueron invitadas diversas personalidades de la cultura para que a través de un audio o filmación breve, relaten, a su manera y con sus propias palabras, su cuento favorito. Participarán, entre otros, María Kodama, viuda del escritor; Juan Sasturain, actual director de la BM además de Alberto Rojo, Guillermo Martínez, Alexandra Kohan, Patricio Zunini y Andrés Duprat.
La Biblioteca Nacional desea que usuarios y lectores en general participen de manera activa con el hashtag #LectoresdeBorges compartiendo en las redes su relato o su dibujo del cuento favorito de Borges para componer juntos la muestra virtual que se ofrecerá desde la web (https://www.bn.gov.ar/).
Todo el material será difundido, según lo informan los organizadores del evento, a través de la redes de la institución (Instagram, Facebook, Twitter y YouTube) a partir del día 24 de agosto de 2020, para recordar el nacimiento de Borges como el Día del Lector.
Borges, que imaginó el paraíso bajo la forma de una biblioteca, fue director de BN entre 1955 y 1973 en la vieja sede de la calle México, cuyo edificio data de 1901 y que terminó siendo pequeña para albergar la cantidad de libros que creía en forma constante. Fue también Borges, el que gestionó que se le asignara un espacio más amplio, lo que finalmente sucedió. Por esta misma razón intervino en la comisión honoraria creada por Arturo Frondizi en 1968 para que fueran establecidos los requerimientos de espacio y de servicios que debía tener el nuevo edificio.
“Jorge Luis Borges –cuenta Paula Urien- se tomaba el subte hasta la estación Moreno y después caminaba cuatro cuadras hasta su lugar de trabajo en la calle México 564, la sede de la entonces Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Esto sucedió hasta 1967, año en que se mudó más cerca del edificio en el que trabajó como director entre 1955 y 1973. Ya casi no veía, apenas unas sombras, pero recorría ese edificio, aun con sus escaleras, con total seguridad.”
Como no podía ser de otro modo, la BN como lo hace todos los años, vuelve a rendir homenaje a uno de sus célebres directores.