A pesar del casi cinematográfico revuelo que trajo su posible incorporación a las PASO de Juntos por el Cambio, y el cuarto intermedio al que fue sometida esta decisión de esa coalición, el sector que apoya la carrera presidencial de Juan Schiaretti está convencido que saldrá triunfante de su acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta. En una entrega total hacia la ley de atracción, el peronismo no kirchnerista hace cuentas y se aferra a la fuerza de las mayorías para concretar su deseo de tener un “gobierno de unidad nacional”.
El acuerdo que gestan desde finales de abril el jefe de gobierno porteño y el gobernador de Córdoba cuenta con el apoyo del precandidato a presidente y titular de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales; el líder de Encuentro Republicano Federal, Miguel Ángel Pichetto y el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro. A pesar de la cláusula de acuerdo unánime para incorporaciones que tiene JxC, en el que especifica que todos los partidos que componen la Mesa Nacional deben estar de acuerdo en estas decisiones, el schiarettismo cree que igualmente logrará ser incorporado gracias a la presión que ejerzan los otros espacio.
Desde el círculo del cordobés saben que las internas deberán ser solucionadas por los propios agentes que componen JxC, pero no disimulan el empoderamiento del amparo multitudinario. “Los que nos quieren adentro son la mayoría, en tal caso que se vayan los otros”, dijo a Tiempo uno de los armadores de la campaña del cordobés, haciendo referencia al sector de Patricia Bullrich, en medio de los rumores de posible rompimiento de la coalición. El ala dura del PRO es el único espacio reacio a la convivencia y el sentimiento es mutuo en Córdoba.
Sin abandonar la idea del “frente de frentes”, Schiaretti sostuvo esta tarde que “las fuerzas que coincidimos en impulsar la producción y el trabajo, en dejar atrás la maldita grieta, debemos hacer una nueva alternativa política y luego hacer un gobierno de unidad nacional o de coalición.” Además, con un fuerte guiño a los principales defensores de su incorporación a JxC, el cordobés sostuvo: “Rodríguez Larreta, Morales y yo somos gobernadores que tenemos experiencia en administrar provincias y tenemos características similares en la manera de tratar de que nuestras jurisdicciones progresen”. Una retribución por el aguante.
El factor Urtubey
En el camino de la incorporación de Schiaretti quedó Juan Manuel Urtubey, primer aliado del gobernador y con quien comparte la experiencia de la ancha avenida del centro del 2019. El salteño, quien ya había anticipado su rechazo al negociado de su compañero, confirmó la disolución del espacio que encabezaban y su candidatura presidencial ya está descartada.
Desde el círculo de Juan Manuel Urtubey no disimulan su decepción con el cordobés. Aunque reconocen la buena relación que supieron tener, ahora califican a esta posible alianza como una “jugareta” de Florencio Randazzo con Guillermo Seita, el consultor político que creó junto a Schiaretti la tercera vía del 2019 y que acompaña a Larreta en su campaña presidencial. A pesar de que el salteño fue tentado a ingresar a esta gran PASO, su posición se mantuvo inquebrantable: no participará de espacios al que él considera alimentadores de la grieta.
Del lado del cordobés no se quedan atrás y, por el contrario, apuestan a bajarle el precio a quien hasta hace un mes era su aliado. “Lo que diga Urtubey no nos interesa. Ojalá tenga la coherencia de darse cuenta que este acuerdo no es parte de la grieta. Es una propuesta superadora para arreglar el mismo país que él tanto dice querer”, disparan.
Todavía sin fechas concretas para la definición de su incorporación, Schiaretti está confiado y convencido de que Horacio Rodríguez Larreta no dará el brazo a torcer. Mientras tanto, el cordobés continúa inaugurando obras y manteniendo reuniones con el círculo rojo para demostrar que él también tiene musculatura.