Desembarcó en el Gobierno nacional tras su exitosa gestión en la provincia de Buenos Aires, a la que dejó más endeudada y más empobrecida. Tuvo que anunciar medidas antipáticas, como el “reperfilamiento” de deuda y la implantación del cepo cambiario. Y ahora presenta su propio Plan Primavera, un paquete de medidas con el que aspira a patear tres meses el estallido social y que todo explote en verano. Mano a mano imperdible con Hernán Lacunza, el alfonsinista menos pensado.
Tras los anuncios de reperfilamiento de deuda y de restricción monetaria, y de la contención del dólar oficial durante una semana, el CEO de Hacienda, Hernán Lacunza, se muestra confiado y lo dice. “Me muestro confiado y lo digo”, afirma. Y en exclusiva para Dominical, presenta los alcances y objetivos del nuevo Plan Primavera. “Emisión, aguantar tres meses y que si se tiene que pudrir, que se pudra en verano”, se entusiasma el ministro.
–Preguntarte… ¿sensaciones?
–Y… Un partido durísimo, muy difícil de dar vuelta. Yo entré faltando poco para que todo termine, así que mucho no pude hacer. Veremos ahora qué pasa con el nuevo programa económico que vamos a implementar. Es medio K, pero bueno.
–¿De qué se trata este nuevo paquete de medidas?
–Default, torniquete a la fuga de dólares, emisión descontrolada de pesos y aguantar hasta que Macri entre el bastón de mando así la bomba le explota al próximo Gobierno. Bueno, de cualquier manera, como todo paquete, uno no sabe bien lo que tiene adentro. Por eso hay que ponerle un moño y un lindo papel de regalo. Así, si lo que hay adentro no gusta, al menos quedará el recuerdo de un lindo envoltorio, ¿no?
–Muchos economistas ya hablan del riesgo de la hiperinflación. ¿Es posible llegar a eso?
–De ninguna manera. Estamos tomando las mismas medidas que en su momento tomó el gobierno de Raúl Alfonsín. Te hablo de 1988. Y fijate que le fue bien, porque la híper se desató un año después. Quiero decir: están las bases para que todo se vaya a la mierda dentro de mucho mucho tiempo.
–¿Dentro de diez o veinte años?
–No, en el verano. ¡Pero ya habrá otro gobierno!