Para pasar el verano, Julio Bárbaro eligió este año las extraordinarias playas artificiales montadas en los pasillos de A24 y de TN. Harto de todo, el histórico referente del peronismo mediático metió las patas en los estudios televisivos. Y desde allí combatió el capital y las altas temperaturas.

En Balneario Bonelli, donde recibe a DOMINICAL, Bárbaro se siente a gusto. “TN es mi lugar en el mundo”, dice. Aunque también, destaca a Canal 26. “Es muy pintoresco”, señala.

—¿Qué le parecen estos primeros meses de gobierno de Alberto Fernández?

—Muy buenos. A ver, muy malos en un sentido y muy buenos en otro.

—¿El Presidente es peronista?

—Vea, yo no tengo el peronómetro, porque lo presté. Justo ayer me lo pidió un amigo para medir el peronismo en sangre de Emilio Monzó y se lo di. “Cuando termines, dejámelo acá en la recepción del canal, o dáselo directamente a Edgardo Alfano”, le dije.

—Usted apoyó en un primer momento al gobierno de Macri. ¿Por qué?

—Porque el peronismo tiene que ser plural. No hay nada más peronista que el antiperonismo. Igual todo eso es pasado y ahora me simpatiza el rumbo que tomó Fernández. Qué sé yo. De todas maneras, me parece que va a explotar todo. El secreto es dejar de apoyar a un gobierno en el momento justo. Ni antes ni después. La tercera posición.