Casi al mismo tiempo, Francisco repetía ante la OIT algunos de los postulados centrales de la doctrina social de la Iglesia durante el último medio siglo, ninguna novedad. Habló de todo eso que a la derecha la tiene sin cuidado mientras no se subleve: pobres, sindicatos, movimientos populares. Se necesita “una reforma a fondo de la economía”, dijo. Y al cabo pronunció la máxima herejía, en rigor nada que no se venga diciendo desde el Concilio Vaticano II: la propiedad privada es “un derecho secundario”, subordinado a un derecho mayor, que es “el destino universal de los bienes de la tierra”.
Las palabras de Cristina y Francisco vinieron a echar sal en una herida imaginaria que el nuevo capitalismo de este siglo, negacionista y predatorio, se autoinflige para ejercer una tarea que siempre le sentó bien: el macartismo desenfrenado. Una encuesta acaba de identificar a las figuras internacionales “más odiadas” por los votantes de Mauricio Macri: Maduro roba, Evo entra segundo y Bergoglio, muy cerca, completa el podio. ¡Hasta el Papa es comunista!
Las acechanzas a la propiedad privada se multiplicaron esta semana. Tras la pretendida asonada estatista de CFK, que aterró a los dueños de la salud privada; los dueños de la tierra clamaron por seguridad jurídica ante un comentario del presidente, durante un acto en Mercedes por la urbanización de lotes y la entrega de créditos para construir. “No tiene sentido tener tierras improductivas cuando alguien está necesitando un terreno”, dijo. Para la Mesa de Enlace, fue una invitación a la usurpación y aun más: la negación del derecho de herencia.
Por fin, una ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante de Avellaneda encendió todas las alarmas: “parcelamiento y edificación obligatorios”, un instrumento de gestión urbana diseñado para garantizar un acceso justo al hábitat. Si tras un plazo de ocho años el inmueble sigue en desuso, la propiedad se declara de utilidad pública y queda sujeta a expropiación. Es decir, el Estado lo compra a precio de mercado. Un golpe a la especulación inmobiliaria en un contexto de fuerte déficit habitacional. La derecha pura y dura que impone su sentido común a la sociedad desde los medios corporativos ve otra cosa: un soviet que asoma al otro lado del Riachuelo.
Nada, absolutamente nada, indica que este gobierno piense en algo remotamente parecido a abolir la propiedad privada –la prueba cabal es la marcha atrás de una medida perfectamente constitucional como la expropiación de la cerealera Vicentin–, pero el runrún de la expropiación ya está instalado. El conservadurismo argentino se ha vuelto tan reaccionario que ya no tolera escuchar siquiera las más escrupulosas tradiciones cristianas –“el derecho común de todos a usar los bienes de la entera creación”–, menos hablar de redistribución, y mucho menos, de derechos. «
Las elecciones en la Asociación Argentina de Actores y Actrices se realizaron este lunes 25…
Tras ser señalado como cabeza de una trama golpista -y magnicida- el expresidente analiza recurrir…
Con ayuda del radicalismo, el macrismo logró sancionar su proyecto que no reconoce como profesionales…
En cuatro capítulos la serie muestra cómo el uso de pesticidas afecta la salud, el…
El próximo 10 de diciembre encabezará un acto para anunciar formalmente el nacimiento del nuevo…
La decisión se da luego del comunicado de los gobernadores de Juntos por el Cambio…
La banda irlandesa, una de las más influyentes de los ‘90, regresara a los escenarios…
El bloque libertario no dio quórum y desde el macrismo saltaron a la yugular. Cómo…
El humorista se presenta en el Centro Cultural Konex en un show que promete estar…
El espacio, utilizado como centro clandestino de detención durante la última dictadura, será escenario de…
Con la participación de delegados, profesionales y activistas, se realizó un encuentro para reflexionar sobre…
La Estrella Solitaria es el único grande de los cariocas que todavía no tiene una…
Ver comentarios
Pablo Taranto: vos también sos Nac&Pop, tenés OSDE y te atendés en los Arcos... o como Crist y sus hijos te atendés en los hospitales publicos...?
En éste momento me recuerdo algunas posturas anticlericales en el mítico 678, por ejemplo. Y yo dije, un poquito de fe ciega..