El gran actor chileno es una de las piezas claves de “Antes del cuerpo”, el film de Lucía Bracelis y Carina Piazza. Se trata de un relato cargado de misterio y ambigüedad, que explora el suspenso, el drama y el género fantástico.
En el rigor de lo cotidiano de cada personaje, se encuentran la soledad de ambos creando un vínculo, hallando una inesperada fuente de reflexión y escapismo para sus rutinas. La película retoza con la conmoción de que algo indefinible se oculta o disimula entre las sombras del relato, algo que se hace presente sin decirlo. Esa tensión tácita es la gema de este film, que espera fecha para su estreno comercial. “Lo primero que me llamó la atención es como el argumento juega con los géneros, con tendencia a lo fantástico pero con algo de thriller. Es un relato sensible lleno de sutilezas, una puesta novedosa y en la que se quiere ser parte. Es lindo cuando un guión te llama y te invita a imaginarlo, creando deseo de corporizarlo”, afirma el experimentado Patricio Contreras.
-¿Cómo fue la preparación para su rol?
-La vida te va preparando para algunos roles. Como yo, mi personaje ya pasó por largo la mitad de su existencia, por lo que acumula sentimientos y saberes que a veces no sabe manejar. Me gustan las complejidades. Es un papel interesante, porque más allá de asumir o no si tiene miedo a morir, sobre todo está muy solo. Está en cama y su cuerpo responde a algo que pasa en esa habitación de la que no sale.
-Hay una conexión especial entre el enfermo y la hija de su cuidadora.
-Sí, a través de dibujos inquieta a Luis, a quien yo interpreto. De alguna manera percibo que esta chica, la hija de mi cuidadora, padece una extraña condición que se descontrola y amenaza con destruirlo todo. El peligro se extiende más allá del hogar de ellas, alcanzando incluso a Luis. Esta es una alegoría sobre el pobre o el desvalido, que casi siempre es una condición insalvable, heredada, que hace que dependan de otros, que tengan que conformarse con las migajas, las sobras. Lo monstruoso está en lo desobediente, en el que sale de la norma, en el que encuentra la forma de sobrevivir. Es interesante el personaje de la enfermera que es tan cálida conmigo, su paciente. Pero en su vida está desbordada, sin salida aparente, por la falta de recursos entonces debe tomar una decisión lógica pero compleja, proteger a su familia cueste lo que cueste. Es una linda película para pensar desde la ficción como muchas veces si nos olvidamos de los demás, aparece lo más oscuro de los humanos.
-¿Estrenar en un festival es algo importante en estos tiempos, no?
-Nadie, en el medio y el público en general, ignora que la política cultural de este gobierno es inexistente, está haciendo todo lo posible para destruirla de hecho. Y lo peor es que no es la única actividad a la que atacan. La verdad somos muchos los que estamos preocupados, por esa falta de interés y la falta de comprensión que tienen ciertos sectores para entender lo que el cine aporta a la cultura argentina. Y la importancia que tiene para dar trabajo y porque se ha ganado el respeto en el exterior. En festivales, películas como esta, como tantas otras son celebradas y aplaudidas. Es lamentable que no se aliente a seguir mejorando y haciendo películas. No tener apoyo es un daño a la cultura argentina, es un ataque a los creadores y no permite que la cultura haga su tarea de decirnos quienes somos y de dónde venimos. Creo que es un momento donde debemos apreciar cada una de las películas que logre salir al ruedo. Yo ya tengo un camino recorrido y sé que las ganas de contar una historia nada las va a detener, pero creo que una política de Estado es promover la cultura en todas sus expresiones. De otra manera es muy difícil.
-¿Cuál es la principal diferencia que ve entre la actualidad de Argentina y Chile?
-Lo más rotundo que aparece ante la mirada de cualquiera es la pena que genera tener el gobierno que tiene Argentina y las formas de afrontar los problemas de manera agresiva y sin pensar en el bien común. Más allá de tener un gobierno de origen socialista y una mirada progresista, Chile tiene las dificultades económicas y sociales que tienen todos los gobiernos en la región, claro, pero eso no quita que se lidia con las dificultades desde otro lado, las maneras son otras. Creo que también es importante y vale la pena poner en foco la postura sobre la justicia y la memoria que se debe fomentar desde el Estado sobre las respectivas dictaduras que sufrimos. Algo en lo que la Argentina era un ejemplo y estaba a la vanguardia, se deja atrás negando lo innegable: el mal cometido por los militares, el daño causado al tejido social, es algo que es difícil de tragar. Banalizar los derechos humanos es algo que era impensado hace algunos años. Pero es así, los argentinos eligieron un presidente que es escandalosamente violento, ignorante y mezquino. En sus discursos y su mirada no tiene en cuenta a nada y a nadie: sólo lo económico parece importar pero tampoco tienen la solución. Pero insisto, creo que la falta de respeto para referirse a los que no piensan como él, es inaudito. Hasta claudicar en la lucha por las Malvinas, por nombrar un ejemplo reciente. Pero también el ataque a la política como herramienta, tratando a diputados y senadores de mafiosos, o la falta de institucionalidad en todos sus actos y decretos, es difícil de digerir. Eso es lo más notable, como se ataca a la democracia y el peligro de destruir todo lo que quizá estaba bien por una cuestión de ideología o por el hecho que la falta de respeto parece darle redito político. Así no se puede avanzar, sin alguna política de estado que se mantenga, está difícil. Creo que en la Argentina se atentó contra las vías democráticas por elegir un personaje mediático sin capacidad de liderazgo positivo. Pero bueno es distinto y cada país tiene sus problemáticas propias. Son economías distintas, geografías distintas. Es difícil comparar, a pesar que hay un espíritu de lucha contras las injusticias que nos hermana. Creo que en mi tarea, y a mi edad, solo me resta tener la esperanza que los más jóvenes logren alejarse del odio y construir desde un costado más humano. Películas como esta, a pesar de ser ficción, siempre invita a reflexionar y eso es lo que me gusta. Por lo que sigo adelante.
De Lucía Bracelis y Carina Piazza. Protagonizada por Mónica Antonópulos, Bianca Pujía Levy, Nayaraq Guevara Páez y Patricio Contreras. Podrá verse en dos funciones como parte de la competencia Vanguardia y Género del 26° BAFICI: sábado 5 de abril a las 15:25 y lunes 7 de abril a las 21:25 en CineArte Cacodelphia 3, Av. Roque Sáenz Peña 1150.
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