El actor y director chileno hace campaña para que sus connacionales residentes en el país vayan a votar el domingo para evitar el triunfo del candidato de la ultraderecha. "Lo que pase en Chile es determinante para Latinoamérica", afirma.
“Con unos amigos chilenos convocamos a votar, sobre todo por la alarma que sonó en la primera vuelta: la posibilidad de que gane un representante de la derecha más extrema, un fascista. Eso nos dio terror, quedamos muy preocupados por que asuma un espécimen como ese”.
–¿Quiénes son los que te acompañan?
–Amigos que vivimos acá desde hace años, militantes de distintos partidos, del socialismo básicamente, aunque en mi caso me autodenomino “allendista”. Fue el primer presidente que voté como ciudadano y tuvieron que pasar varios decenios para poder volver a votar en mi país, cuando lo hice para la presidencia de Patricio Aylwin (1990-1994).
–¿Nunca dejaste de votar desde entonces?
–Algunas votaciones me perdí porque el voto de los chilenos en el exterior lo conseguimos recién en 2017. Somos muchos los chilenos que estamos en el mundo. Hubo muchos en el sur que, una vez que cayó el régimen de Pinochet, empezaron a volver.
–¿Qué influencia puede tener en el resultado final el voto del exterior?
–Aparentemente es poca, pero sobre todo porque no hay tanta participación. Por eso queremos remover el avispero, para que se den cuenta de que por más que vivamos acá estamos ante la posibilidad de que nuestra patria sufra las consecuencias de un gobierno de una derecha tan abismante. Creo que tienen poca conciencia, somos casi 10 mil los chilenos registrados en Buenos Aires y fue menos de una tercera parte a votar en la primera vuelta. Las enseñanzas de países como Perú señalan que se gana por muy pocos votos. Las diferencias son muy poquitas, y las encuestas no son muy confiables. No hay obligación de que voten los chilenos. Pero cuesta muy pocos votos definir una elección, por eso estamos con este trabajo artesanal de conminarlos a votar.
–Estaba pensando que lo que pase en Chile también es importante para toda América Latina, como en 1973 lo fue para comenzar el ciclo de dictaduras feroces y neoliberalismo.
–Absolutamente. Es muy determinante para lo que pase en la región. Son muy antipáticas las declaraciones del candidato Kast, que considera poco menos que enemigos a los argentinos, cosa que es común en el empresariado chileno. Cada vez que pueden fomentan o crean climas sociales en contra de la Argentina por cualquier razón.
–Pero cuando pueden hacer negocios como las cadenas de supermercados, entonces se acaban los problemas.
–Sí, ahí no tienen problemas. Pero es que ven a la Argentina como un país escandalosamente desordenado. Y si bien es cierto que somos medio caóticos al punto de ser un país muy entretenido (risas), ellos quieren el orden. Sobre todo este Kast, que viene a organizar el orden, y hay que conseguir que no llegue, por eso estamos moviéndonos. Porque si llegara a la presidencia, tiene claro que la Asamblea Constituyente no va más. Él considera que la Constitución de Pinochet no tiene ningún problema como para querer cambiarla. Por eso insisto en la necesidad de que los chilenos vayan a votar. El regreso de los monstruos sería un retroceso enorme para Chile, para la región y para lo que se ha logrado construir en cuanto a institucionalidad, democracia, derechos.
–Cuesta trabajo pensar cómo fue que después de las revueltas de 2019 un candidato como Kast pueda estar peleando la presidencia. Uno pensaría en Sebastián Sichel, que sería la continuidad del actual presidente, pero Kast…
–Esto es un misterio, por lo menos para mí, y seguro que son distintos factores. Han conseguido crear mucho desprestigio de la política. La derecha en el mundo se dedica a eso, a desprestigiar la política para poder moverse mejor. Y los jóvenes no creen en la política. La chilena es una sociedad donde, si no tienen dinero, no hay posibilidades de una educación, de una formación, de una cobertura de salud. Para acceder a la universidad se necesitan por lo menos 25 mil dólares como inversión. La frustración es muy grande. Y los jubilados, que están con el régimen de las AFP, que ahora la van a cambiar y están devolviendo el aporte en cuotas. Eso ha creado un conflicto y una frustración enormes. Jubilados maltratados, trabajadores que ganan poco y jóvenes que no tienen perspectivas de futuro, es probable que a eso se deba el alto índice de suicidios de jóvenes en Chile, que es algo espantoso que me da mucha tristeza. Es una sociedad que tiene clientes, no ciudadanos. Todo se mide desde el punto de vista del incremento económico. Hay una cifra que leí el otro día que me dejó helado, que Chile esta entre los 15 países del mundo con peor distribución de la riqueza. De ahí que se concentre la riqueza del modo tan escandaloso que se ve. Yo veo muy seguido coches como Ferrari Testarrosa circulando por Santiago.
El próximo 10 de diciembre encabezará un acto para anunciar formalmente el nacimiento del nuevo…
La decisión se da luego del comunicado de los gobernadores de Juntos por el Cambio…
La banda irlandesa, una de las más influyentes de los ‘90, regresara a los escenarios…
El bloque libertario no dio quórum y desde el macrismo saltaron a la yugular. Cómo…
El humorista se presenta en el Centro Cultural Konex en un show que promete estar…
El espacio, utilizado como centro clandestino de detención durante la última dictadura, será escenario de…
Con la participación de delegados, profesionales y activistas, se realizó un encuentro para reflexionar sobre…
La Estrella Solitaria es el único grande de los cariocas que todavía no tiene una…
Se inaugura este jueves a las 19 y permanecerá abierta hasta el 31 de julio…
El matrimonio está acusado de estar involucrado en el supuesto esquema de corrupción armado en…
El Reino Unido recuperó la obligatoriedad del visado para los colombianos, dos años después de…
En paralelo, continuarán los rastrillajes en zonas que no fueron aún analizadas.