La cooperativa que formamos los trabajadores de Tiempo imprime una sola edición, los domingos. Tomamos esa decisión porque sabemos que el pulso frenético al que late la Argentina se aletarga en esos días y que nuestros lectores todavía disfrutan de la mancha de tinta en los dedos mientras analizan lo ocurrido y piensan lo que viene. Miles de personas ratifican esa presunción en los kioscos y nos alientan a continuar. Pero como ya les contamos desde estas líneas, por la venta de cada diario apenas nos ingresa un tercio del precio de tapa y ese número cada vez alcanza para menos.
Con este último aumento del papel, el insumo necesario para llegar a sus casas representa el 54% de nuestros costos fijos. Y si incluimos en la cuenta el dinero recibido por nuestro trabajo, de cada diez pesos que ingresan a la cooperativa dos quedan en manos de Papel Prensa mientras que un poco más de 6 nos los repartimos entre el centenar de integrantes que llevamos adelante este proyecto autogestionado.
El número que más nos gusta repetir, sin embargo, es que siete de esos diez pesos mencionados los aportan nuestros lectores. Muchos a través de la compra del diario, pero la mayoría haciéndose socia de esta idea. Eso nos permite trabajar sin condicionamientos, una necesidad para hacer verdadero periodismo.
Desde que Tiempo volvió a los kioscos, en abril de 2016, el resto de los dominicales realizó siete aumentos en su precio de tapa incrementando el valor entre un 67% y un 88%. Tiempo absorbió esos incrementos varias veces para cuidar la alianza que nos ayudó a resurgir de la nada. Pero para poder seguir compitiendo necesitamos realizar una pequeña suba. Desde esta edición el diario saldrá 50 pesos, aunque seguirá siendo el dominical más barato.
En este marco inflacionario, de todas maneras, decidimos mantener el valor del socio digital en 150 pesos por mes. Con ese importe cualquiera puede acceder al ejemplar semanal en versión digital, leer antes que los demás las producciones diarias de nuestra redacción y participar por tickets gratuitos para más de 50 obras de teatro, cines, recitales y ahora también entradas a los partidos de la Superliga, entre otros beneficios. Los consideramos muestras del agradecimiento que sentimos por este apoyo. Gestos que buscan alimentar esta comunidad comprometida con el periodismo y la defensa de los derechos fundamentales para que cada vez seamos más y se nos escuche más fuerte. Para que la solidaridad y el cooperativismo les ganen al interés y la corporación. «
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