Palabras que matan

Por: Mónica López Ocón

En 1962 se publicaba un libro póstumo de John L .Austin que reunía diversas conferencias dictadas por él en la Universidad de Harvard. El acierto de ese libro comenzaba ya en el título, Cómo hacer cosas con palabras. Quien no conociera su contenido estaba autorizado a pensar que no se trataba de un libro de lingüística, sino de un tratado de origami. Lo que Austin mostraba en él es que cuando decimos algo, estamos haciendo algo. Señalaba de esta forma el carácter performativo del lenguaje.

¿Pero qué es lo que hacemos cuando hablamos? Afirmar, negar, preguntar, ordenar, amenazar y muchas otras cosas de las que Austin no se ocupó. Pero cualquiera que viva en la Argentina de hoy podría hacer una larga lista: sembrar el miedo, intentar obnubilar el pensamiento, engañar, imponer un sentido común absurdo, desconcertar, dominar, agredir. Con el viejo cuento de que las palabras son inofensivas, hay quienes practican el terrorismo lingüístico impunemente. ¿Quién no tuvo una tía, otro familiar o un conocido que supo labrarse fama de loquito módico ofendiendo y lastimando al mismo tiempo que mostraba su credencial de inimputable?

En el gobierno los loquitos autoconvocados son legión. Una señora descarriada que, según dicen, no tiene todos los patitos en fila, asegura que la fuerza política a la que pertenece ganará con el voto de los esquiadores y de los que están disfrutando del verano europeo. En las próximas elecciones, los cuartos oscuros de todo el país rebalsarán de nieve derretida por un sol importado. Nadie como un esquiador o un turista vip para defender la República. Y como si su mensaje no hubiera quedado claro agregó que no estaba hablando de los pobres, sino de los «nuestros», es decir, de los de «ellos». Más tarde, en nombre de la libertad de expresión, amenazó a los periodistas que digan algo que el gobierno considere inconveniente. ¿Realmente los patitos de esta señora descarriada no forman fila o es otra especie animal la que se le desordena? El día de la alocución a las tropas en busca de paliar los efectos de la derrota en las PASO, parecía formar parte de un show de Gabi, Fofó y Miliki. Sólo que en vez de preguntar «cómo están ustedes» para que el público contestara «bieeeen», preguntó a los integrantes del macrismo si estaban dispuestos a vivir en un país similar a la Venezuela de Maduro y ante el silencio generalizado, exigió con tono militar: «contesten». Sus huestes contestaron como niños obedientes retados por la maestra: «noooooo». Esa noche la señora descarriada parecía poseída por el espíritu de La gallina Turuleca, la que ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres. Qué contradictorio resulta que a esta señora se le desordenen las aves de corral en un gobierno felino capaz de recibir a un puma venezolano en la Casa de Gobierno. De todos modos, el hecho de encarnar simultáneamente a tres payasos no fue un acto de locura, sino una forma de lograr impunidad lingüística. El despliegue escénico ponía en segundo plano lo que en realidad estaba diciendo: «la República somos nosotros», es decir, «ellos». En el mismo sentido un actor propiamente dicho imploraba casi llorando que la gente salga a las plazas a defender la República. ¿A defenderla de qué? Pues nada menos que del voto popular, que es su fundamento. La repetición plañidera de la palabra República apunta a generar un efecto de verdad incontrovertible en las afirmaciones más falsas.

No se puede confiar en nadie. Hasta un escritor que se supondría que tiene una relación estrecha con las palabras, las pasea en su moto con sidecar para ver si el viento las despeina o las levanta en el aire y las arroja sin piedad contra el asfalto. Después que no se queje, a la hora de escribir, si las palabras son renuentes a acudir a la cita y a ayudarlo a contar una buena historia. Pero lo dicho, dicho está y no hay forma de desdecirlo aunque se eliminen las pruebas escritas. ¿Nadie le explicó nunca que somos esclavos de nuestras palabras y que, cuando se les aplica la operación panqueque, quien pretende que no dijo lo que dijo queda más devaluado que el peso argentino?

Hay que andarse con cuidado con las palabras. Una felicitación a un policía por matar a un ladrón por la espalda cuando intentaba huir puede desencadenar una serie de crímenes. A fuerza de repetirlas como un mantra –»se robaron un PBI», «son una manga de corruptos», «nosotros somos el futuro y la transparencia»– hasta se puede ganar una elección, tan grande es su poder performativo. Pero, pequeño detalle, luego es necesario apuntalarlas con hechos, demostrar que son ciertas. En fin, mantenerlas vivas. Porque también las palabras tienen fecha de vencimiento.

Volviendo a Austin, que de esto sabía mucho, aunque no lo haya dicho nunca, seguramente pensaba que no es cierto que se las lleve el viento. Y que, por el contrario, tienen algo en común con él: quien siembre vientos o palabras violentas, inexorablemente recogerá tempestades. «

Compartir

Entradas recientes

Polémica: la Secretaría que maneja Manuel Adorni tiene más de 200 empleados

En pleno ajuste del Estado llevado a cabo por Javier Milei, el vocero cuenta con…

2 horas hace

Denuncia ante la CIDH por el retroceso de derechos para refugiados: el Gobierno respondió con agravios  

El CELS, CAREF y SJM pidieron que se inste al Ejecutivo a derogar el DNU…

3 horas hace

Autoritario y violento: el historial represivo de Horacio Giménez, el nuevo ministro de Seguridad de Jorge Macri

El ex jefe de la Metropolitana, que ordenó la salvaje represión en el Borda, fue,…

3 horas hace

El papa Francisco pasó una noche tranquila, pero su estado de salud sigue siendo «complejo»

Su estado sigue siendo "complejo" y su pronóstico "reservado" tras haber sufrido episodios de insuficiencia…

3 horas hace

Grabois denunció que Pettovello retiene más alimentos y mostró videos de un depósito de Capital Humano

El referente de la UTEP alertó por nuevos incumplimientos y adelantó una ampliación de la…

17 horas hace

El papa Francisco sufrió dos nuevos episodios de insuficiencia respiratoria

El Vaticano informó que el Sumo Pontífice "permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento".

19 horas hace

Duralex: de la crisis financiera a la resiliencia cooperativa

La emblemática empresa francesa productora de vasos y platos de vidrio templado Duralex se había…

19 horas hace

A dos meses del robo sufrido, el Centro de Fotografía Contemporánea de La Plata lucha por salvar el patrimonio

La institución fundada en 1991 fue saqueada a comienzos de 2025, generando pérdidas por más…

20 horas hace

En un año, Milei destruyó 12.600 empresas y generó 243.000 nuevos desocupados

Un informe de Cepa midió el impacto que tuvo la gestión libertaria sobre quienes pagan…

23 horas hace

“Yo no soy igual al resto”, dijo Charly García y saltó a la pileta desde el noveno piso

Ocurrió el 3 de marzo del 2000, después de una noche agitada, en un hotel…

1 día hace

El desguace de ACUMAR, un retroceso sanitario

En los últimos quince años el río Matanza Riachuelo dejó de ser visto como un…

1 día hace

Para ATE-Indec, el salario mínimo debe ser de $ 1,7 millones

La comisión gremial interna realizó el cálculo en base a los mismos indicadores que elabora…

1 día hace