Orgullo cooperativo

Por: Cecilia González

En momentos de una inmensa desilusión y desesperanza personal con el oficio, rescatar la valiosa experiencia de la mayor cooperativa periodística de América Latina es un respiro.

Siempre quise ser periodista. De niña me encantaba ver los resúmenes anuales de noticias en la tele, leer el diario que mi papá traía por las noches bajo el brazo. La primera vez que pisé la redacción de un periódico tenía 12 años. Fui como parte del club de fans de un artista juvenil. Me enamoré del ajetreo, del ruido de teléfonos, de los periodistas con sus libretas y grabadoras de mano. Parecía tan emocionante. Quería estar ahí.

Ya en la universidad, comencé a escribir para una revista de novias. El primer artículo que publiqué en mi vida fue sobre los tipos de depilación definitiva. Duró poco, me divertí mucho.

A mitad de la carrera, unos empresarios periodísticos lanzaron una convocatoria para abrir un nuevo y poderoso diario en la ciudad de México. Como querían alejarse de las prácticas de corrupción que imperaban, decidieron contratar a estudiantes que nada supieran de coimas. De los miles que hicimos las pruebas para entrar, quedamos apenas decenas. Nos advirtieron que no debíamos recibir nada de las fuentes. Ni una gaseosa. Y así lo hicimos. Fue una premisa valiosa e inédita en el periodismo mexicano. Nosotros, chavitos veinteañeros que ganábamos muy buenos salarios, protagonizamos sin querer un momento de esplendor en la prensa de mi país que no creo que vuelva a repetirse. De a poco empezamos a irnos. En mi caso, como el de muchos, porque nos impedían publicar libros, trabajar en proyectos más allá de la nota diaria. Crecer profesionalmente. De esa década de trabajo, además de los aprendizajes del oficio, me quedé con un querible e indispensable grupo de amigas y amigos que hoy siguen siendo una gran familia.

Una maestría en España me permitió asomarme al mundo. Cuando quise seguir conociéndolo, el siguiente destino fue Argentina. Venía sólo por unos meses pero, en otro golpe de suerte, me ofrecieron un inesperado trabajo como corresponsal. Y me quedé.

Aquí aprendí a escribir como quería. A hacer crónicas, ya no solamente las asépticas notas del día. A experimentar con la escritura. Aquí publiqué mis primeros libros y di mis primeros talleres de redacción. Coorganicé un festival de periodismo y literatura.

Pero lo más importante fue que descubrí el valor de lo colectivo.

Cuando llegué, seguía anclada en la división de clases que predominaba en el periodismo que conocía y en el que se cree que no es lo mismo ser reportero de nota diaria que cronista «de largo aliento» o columnista. O cubrir cultura que política. Un sistema de medios en el que publicar libros o ganar premios ubica en otra categoría y en el que los corresponsales conforman una élite.

Aquí difuminé esas divisiones. Gracias a la organización del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), a los colegas que preguntaron en sus redacciones por Santiago Maldonado y protestaron contra líneas editoriales que defendían a los criminales de lesa humanidad; a los que resistieron los despidos masivos en Télam; a los que marcharon en las calles contra la precarización, pude reconocerme como trabajadora de prensa. Ni más ni menos.

Esa convicción fue fundamental cuando la Agencia Notimex echó, sin previo aviso y sin liquidaciones, a todos los corresponsales en el extranjero, quienes iniciamos una lucha colectiva que no hubiera sido posible sin el ejemplo argentino. Nos organizamos, denunciamos y demandamos. Más de cuatro años después, seguimos esperando una resolución judicial en medio de las permanentes y decepcionantes campañas de difamación del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador contra los trabajadores. Lo que Mauricio Macri no pudo hacer aquí, lo logró él allá: destruir la agencia estatal de noticias. Por decisión presidencial, Notimex ya no existe.

Estos pensamientos se me agolparon mientras veía De la resistencia a la existencia, el documental que cuenta la historia de Tiempo Argentino. En momentos de una inmensa desilusión y desesperanza personal con el oficio, rescatar la valiosa experiencia de la mayor cooperativa periodística de América Latina es un respiro.

Las imágenes alteran. La panza se revuelve, de nuevo, al recordar el vaciamiento, el ataque, la patota, la impunidad, la humillación. Y la garganta se anuda al recuperar las muestras de solidaridad, los apoyos, la organización, la decisión, la valentía y la rebeldía de tantas y tantos periodistas que protegieron sus puestos de trabajo, su redacción y su periódico.

El documental, que ya forma parte del indispensable registro histórico del periodismo latinoamericano, suscita un profundo orgullo por el esfuerzo de compañeras y compañeros que, de verdad, son dueños de sus palabras, y que en cada edición nos demuestran que el mejor camino posible, siempre, es la unidad de los trabajadores.

Y al que no le gusta, se jode.

Seguimos.  «

Compartir

Trolls libertarios quisieron boicotear a Lali pero su nuevo tema ya es un éxito

Spotify hizo un post promocionando el último lanzamiento de la cantante. A los seguidores del…

37 mins hace

Alberto Fernández declaró por la Causa Seguros y negó las acusaciones en su contra

El ex presidente declaró este miércoles luego de que el juez federal Julián Ercolini rechazara…

57 mins hace

La Inteligencia Artificial se mete en las redes sociales: ¿qué queda para la privacidad de los usuarios?

X (ex Twitter, de Elon Musk) anunció que su asistente Grok utilizará los posts públicos,…

2 horas hace

Apelina: una nueva esperanza en la lucha contra la hipertensión

La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente. Sin embargo, a pesar…

3 horas hace

Francos defendió en el Senado la reducción de un Estado «elefantiásico y corrupto»

El Jefe de Gabinete expone su informe de gestión en la Cámara Alta. Antes se…

3 horas hace

Javier Cercas y su ingreso a la Real Academia Española

El famoso autor de “Soldados de Salamina” ocupará la silla R que dejó vacía Javier…

4 horas hace

Roma Ramírez: «En este disco, quise apelar a la alegría y a las emociones vibrantes, necesarias para seguir de pie»

La cantante platense lanzó su disco “Alma Florida”, en el que despliega todas sus influencias…

4 horas hace

Más de 90 merenderos y comedores denuncian abandono por parte del Gobierno porteño

En conferencia de prensa, las organizaciones aseguraron que hasta la fecha asisten con recursos propios…

4 horas hace

Condenaron a dos penitenciarios por encubrir el homicidio de Federico Rey

Los penitenciarios fueron condenados a dos y tres años de prisión con ejecución condicional e…

4 horas hace

Revelaron el primer tráiler de la esperada “Cien años de soledad”

En menos de un mes llega a Netflix la serie basada en la obra de…

5 horas hace

Nuevo desguace en el Estado: el Gobierno anunció «un plan para modernizar el INTA»

Lo expresó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la habitual conferencia de prensa en Casa…

5 horas hace

Se viene la séptima edición del Festival Internacional de Arte Queer

Conversatorios, performances, proyección de películas, exposiciones de arte visual y música en vivo en diferentes…

5 horas hace