Un gran relato que consigue llegar al corazón, explica cómo la violencia institucional es también responsable de la muerte de Kevin y de muchos habitantes más de los llamados barrios de emergencia
A Ni un pibe menos, que se estrena en el Gaumont el jueves 4 de mayo y que se podrá ver en distintas salas del país, la definición de extraordinario le corresponde por varios motivos. El primero es el protagonista: se trata de un colectivo formado por varias personas y organizaciones, entre las que algunas llevan más peso narrativo, como los padres y hermanos de Kevin y la organización barrial que entre otras cosas publica La Garganta Poderosa. Pero como bien se dice en un momento: prácticamente por primera vez se unieron todos los vecinos en pos de un objetivo común, que es recordar la muerte de Kevin y en ese recuerdo llevar adelante una lucha por el fin de la violencia institucional en su barrio.
Otro es que su director, Antonio Manco, de origen italiano, había empezado a rodar una película sobre la Zavaleta unos días antes de la muerte de Kevin, o sea que lo pudo registrar vivo y pudo comenzar el documental inmediatamente después de la muerte de Kevin. Pocas veces las circunstancias -aunque trágicas- favorecen tanto una realización cinematográfica. Manco no sólo ya estaba en el terreno, sino que ya lo conocía y tenía sus contactos para realizar un film sobre la original experiencia del barrio y sus organizaciones (que tiene ramificaciones en toda Latinoamérica).
Por último, entre los muchos varios motivos que hacen de Ni un pibe menos un film extraordinario, imprescindible y de una emotividad elevadísima, está la tremenda necesidad que los habitantes de la Zavaleta (y de todas las llamadas villas) tienen de que sus problemas y sentires sean escuchados como los de cualquier persona, y no con el filtro estigmatizador de los grandes medios de comunicación y las instituciones del estado. Como ejemplo la película recuerda que el crimen de Kevin estuvo días sin ser tratado por los grandes medios pese a las denuncias que querían realizar. Tener a Manco en el barrio en ese momento fue una especie de fortuna.
Y que sin querer puede provocar una producción en cascada de otras miradas sobre la misma problemática. Y ayudar a entender, como dice el abogado Almonacid en esa charla informal, que en una república todo acto de una fuerza de seguridad es un acto de gobierno, y por lo tanto público; así que es un derecho filmarlo y difundirlo, por más que como se ve en la película que ocurre en la Zavaleta y otros barrios ellos no se quieren identificar, ponen excusas y dicen no hace falta.
Sitio oficial del film: http://www.niunpibemenos.com/index.html
En un mensaje televisivo, también apuntó al gobierno argentino: “Está involucrado en los planes violentos…
El DNU extiende hasta el 31 de diciembre de 2027 la vigencia de un gravamen…
Una hermana de Mauricio Macri presentó una demanda judicial para exigir su legítima herencia, señalando…
“Los contenidos de la ESI que estaban disponibles en páginas oficiales del Gobierno quedan inaccesibles”,…
Permanecerá en funciones hasta que se elija a su sucesor. También dejará de conducir el…
La mayoría de las ventas se produjo en la segunda mitad del mes, tras el…
El sector mediterráneo reclama urgentes medidas y se refiere al impacto de las retenciones y…
Alejandro Domingo D’Agostino, condenado por pilotear el avión que arrojó a las Madres de Plaza…
La actriz protagoniza “Sueño de dos” en la calle Corrientes junto a Manuel Callau, que…
El sitio de divulgación científica The Conversation analizó qué hay que tener en cuenta en…
El animal murió a los 30 años tras luchar con una dolorosa enfermedad en las…
Restrictivas y carentes de nutrientes, son planes alimenticios que ayudan a disminuir la culpa de…