Raúl Moneta, que falleció este jueves a los 74 años, fue el banquero estrella durante el menemismo a partir de su vinculación con personajes ligados al poder, como Coti Nosiglia y José Luis Manzano, pero también por su exposición mediática. Este personaje combinaba algunos de los elementos más reconocibles de la época, dinero y exposición mediática.
Moneta fue un activo y controvertido protagonista de los negocios en el país durante la década del noventa, durante la gestión del expresidente Carlos Menem participó de numerosos procesos de privatizaciones de empresas y entidades financieras. Su protagonismo comenzó en la provincia de Mendoza, donde se transformó en un empresario reconocido tanto por sus negocios como por sus actividades vinculadas con el espectáculo. Solía aparecer en revistas de interés general y se codeaba con personajes de la farándula local, tanto artistas como hombres de negocios.
Su ascenso vertiginoso en el mundo empresarial comenzó al tomar el control de los bancos de Mendoza y de Previsión Social y luego el del Banco República. Estos negocios sumados a la compra de varios medios de comunicación le dieron notoriedad y lo convirtieron en «el banquero del poder».
Su amistad con el entonces presidente Carlos Menem le abrió puertas y le permitió ampliar en forma notoria sus opciones de negocios, credenciales que lo animaron a incursionar en el mundo de los medios de comunicación con una impronta oficialista.
Con el fin del ciclo menemista, Moneta comenzó a desprenderse de sus empresas aunque mantuvo su participación en medios de comunicación en sociedad con empresarios como Matías Garfunkel y Cristóbal López, entre otros.