México: los serios desafíos de afrontar un cambio de régimen

Por: Daniel Moser

El presidente de México está bajo fuerte presión. Cuando no son las calificadoras (que sólo son calificadas por sus dueños), son los principales medios de comunicación, que callaron durante 36 años de régimen neoliberal y ahora exigen resultados contundentes en siete meses al nuevo régimen; o un grupo de interés del régimen anterior, como el que manipuló a un sector minoritario de la policía federal para que reclamara por causas inexistentes; o funcionarios del nuevo régimen, como el secretario de Hacienda renunciante, que no quieren seguir el rumbo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

México vive un momento histórico, un cambio de paradigmas que muchos no alcanzan a comprender y una minoría poderosa lo resiste para no perder privilegios conquistados durante 36 años.

Un paralelismo con la Argentina puede dar mejor idea de lo que sucede en México. En 1976 mediante un golpe cívico-militar, la oligarquía argentina se hizo del poder y del control del Estado, en 1983 perdió el control del Estado –relativamente–, aunque no el poder real y en 2015 recuperó el control del Estado que pretende conservar mediante el respaldo de la mancuerna mediático-judicial y un fraude en proceso que la oposición desdeña.

En México, en 1982 se inauguró el régimen neoliberal que, sin solución de continuidad, con gobiernos priistas o panistas, conservó el poder real y el control del Estado mediante el fraude sistemático hasta el 1 de julio de 2018, cuando triunfó AMLO con una amplia mayoría del 53%, a pesar del fraude que obviamente existió, aunque el triunfo contundente hizo que pasara a segundo plano.

¿Cuál la diferencia sustancial hoy entre el gobierno de AMLO y los gobiernos argentinos desde 1983 a 2015, y desde entonces oposición que se autodefinen como «nacionales y populares»?

Entre muchas otras, una diferencia sustancial es que AMLO no se plantea negociar con la oligarquía, se plantea quitarle el poder, y no se agota en discursos, llama a las cosas por su nombre, a la oligarquía y a la plutocracia (no como en Argentina, que dichos términos han desaparecido del vocabulario ¡hasta de quienes se consideran de izquierda!), AMLO toma medidas concretas con el propósito de acabar con el régimen neoliberal.

Los mexicanos hoy se agrupan, básicamente, en los indiferentes (que no son pocos en todo el mundo), los apologistas, los desencantados, los convencidos críticos y los detractores. Salvo los convencidos críticos, lo que tienen en común los demás es la falta de comprensión, por razones diversas, de que el 1 de diciembre de 2018 no sólo asumió un nuevo presidente, ni fue únicamente el cambio de gobierno o el del partido político en el mismo, AMLO lo repite hasta el cansancio: se trata de un cambio de régimen.

Cambiar de régimen consiste en acabar con el anterior que, volviendo al paralelismo con Argentina, sí fue lo que ejecutó en 1976 la dictadura cívico-militar y no fue lo que sucedió en 1983, cuando el poder real no cambió de manos y la oligarquía sólo cedió el control del Estado, relativamente, hasta 2015, cuando logró colocar a Macri, un representante directo de sus intereses.

En México, una larga lucha, pacífica, con el indiscutible liderazgo de AMLO, quien fue víctima de evidentes y comprobados fraudes en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, tiene un punto culminante en el triunfo electoral del 1 de julio de 2018.

¿Cómo negar que el actual gobierno de AMLO comete algunas incongruencias y diversos errores? ¿Qué gobierno no comete errores cuando asume la responsabilidad de poner fin a un régimen corrupto y criminal, responsable de más de 40 mil desaparecidos y 174 mil asesinados con motivo de la «guerra contra el crimen organizado», iniciada por Felipe Calderón en 2006 y continuada por Enrique Peña en 2012, régimen neoliberal que hizo una brutal concentración de la riqueza en una minoría rapaz al tiempo que condenó a la miseria a más de 50 millones de mexicanos?

Poner fin a un régimen de signo contrario al que pretende construir no es fácil. Debe hacerse sobre la base de las estructuras que durante 36 años el régimen neoliberal construyó, con sector sustancial de los mandos en distintos niveles del aparato estatal viciados por las políticas neoliberales, con buena parte de los medios de comunicación en su contra y la presión internacional que ejercen los sectores del poder global (económico, financiero y mediático) que predominantemente controla el sionismo.

El desafío que AMLO se plantea es monumental, exhibe contar con la convicción y el respaldo popular necesarios. Resulta insostenible pedirle resultados contundentes a siete meses de gobierno. «

Compartir

Entradas recientes

Milei recibió a Urrutia y en la Rosada creen que consolida el vínculo con Donald Trump

El presidente argentino apunta a ser un socio clave de Washington en una región con…

21 horas hace

El gobierno paga la deuda pero hay dudas sobre la consistencia del plan

La falta de dólares constantes y sonantes es el punto común de las advertencias de…

21 horas hace

¿Desdoblar la elección? El debate que suma tensiones en el peronismo bonaerense

En el entorno de Kicillof insisten con que el gobernador lidere un frente opositor al…

21 horas hace

Fabiola Yañez renunció a su custodia oficial

Tras la presión del gobierno nacional, la exprimera dama presentó un escrito en el que…

21 horas hace

Radiografía del recorte que busca reescribir las políticas de memoria

Solamente en el Conti se despidió o pasó a "retiro voluntario" a más de la…

22 horas hace

El plan de impunidad para genocidas detrás del ajuste en Derechos Humanos

El despido de personal impulsado por el presidente deja sin funcionar áreas clave. Un recorrido…

22 horas hace

Ahora la interna del gobierno es por la dieta de Villarruel

"Está desconectada de la realidad", respondió el presidente a los reclamos de la vice por…

22 horas hace

Zapatillas importadas para reemplazar la producción nacional

El cierre de Dass en Coronel Suárez pone de relieve el impacto de las medidas…

22 horas hace

Festival en el Conti: una memoria que arde

Una multitud en la ex Esma y un solo grito: Memoria, Verdad y Justicia.

22 horas hace

El verano caliente de Kicillof: negociación con la oposición, recorridas y agenda electoral

Esta semana se reinician las conversaciones para destrabar el Presupuesto, aunque hay poca expectativa en…

23 horas hace

Sigue en retroceso la industria metalúrgica por caída de demanda

El mercado interno está de capa caída. Y en el externo, el sector pierde competitividad…

23 horas hace

Maduro ante un escenario favorable en esta nueva etapa

La jura de un nuevo mandato del presidente de Venezuela encuentra al país bolivariano con…

23 horas hace