El senador provincial de Corrientes se especializó en el análisis de las cifras de la pandemia y hoy acompaña en la fórmula a Fabián Ríos, candidato a gobernador del peronismo. El 29 de agosto buscarán poner fin a la hegemonía radical.
“Los problemas de Corrientes son los mismos pero agravados respecto de los que teníamos hace 20 años atrás, cuando empezaron a gobernarnos los radicales”, sentencia. Luego de un trabajo de construcción partidaria de unidad que realizó el intendente del partido bonaerense Hurlingham, Juan Zabaleta, a pedido del presidente Alberto Fernández, el peronismo competirá unido contra la histórica hegemonía radical en una de las provincias que muestra desde hace largo rato altos índices de pobreza y desempleo.
–¿Cómo es militar para las elecciones a gobernador en medio de una pandemia?
–Estamos recorriendo la provincia, tratando siempre de poner mucho reparo en los cuidados. Es una complicación hacer campaña en la pandemia, nosotros le habíamos advertido al gobernador que era muy mala idea adelantar las elecciones, se tendrían que haber desarrollado el 5 o 10 de octubre, pero lo adelantó para agosto, en pleno invierno, por una conveniencia electoral. Está claro que es un error, en todo el país los casos están empezando a bajar y acá en Corrientes no, los casos crecen. Estas son las cosas de la política que se alejan de la agenda real de la gente. Como frente, hemos generado un marco de unidad, que era muy demandado por la sociedad, que nos pedía que seamos el vehículo de sus expectativas y de sus esperanzas. No solo hemos unificado nuestro espacio político, sino que además hemos sido capaces de tener una mirada más amplia y hemos incorporado al actual vicegobernador de la provincia como candidato a intendente de la capital de Corrientes, Gustavo Canteros. Para nosotros, la llegada de Juanchi Zabaleta fue muy importante porque, si bien nosotros trabajábamos ese marco de unidad, lo hacíamos de manera horizontal y todos sabemos que el peronismo requiere de verticalismo. Juanchi nos dio eso, y una llegada y un apoyo directo del gobierno nacional y del presidente de la Nación, que es el presidente de nuestro partido. Este armado político es muy poderoso, pero estamos compitiendo contra un poder de muchos años, que ha construido hacia adentro pero no hacia la sociedad. Los problemas de Corrientes ahora son los mismos pero agravados, respecto de los que teníamos hace 20 años atrás, cuando empezaron a gobernarnos los radicales. Ese es el desafío de cambiar la realidad, generar empleo joven, empleo para las mujeres y vincularlo a nuestra posibilidad de educación. Somos una provincia con una enorme trayectoria en educación superior con la universidad pública y las privadas, pero falta articulación de la educación superior la producción y el empleo. Hay mucha emigración hacia afuera de la provincia y desde el interior de la provincia hacia la capital. Debemos crear oportunidades reales, con empleo genuino y en blanco; eso es lo que dignifica, eso es lo que permite que nuestros jóvenes se queden. También queremos generar empleo para las mujeres, para las jefas de hogar.
–¿En qué quedó el escándalo del vacunatorio vip en Corrientes?
–En la provincia, la falta de trasparencia en la cuestión de vacunas ha sido muy marcada. Este hecho de las 900 dosis transportadas por el ministro de Salud nunca se aclaró, quedó en la nada. Corrientes viene avanzando en el proceso de vacunación por el avance que hay en la Argentina toda, que es muy importante, pero la verdad es que hay cosas que debemos corregir y esta es una de ellas.
–¿Cómo es la militancia en Corrientes, los centros de estudiantes, sindicatos, organizaciones de mujeres?
–En el Justicialismo tenemos nuestras bases en las universidades, los gremios y sindicatos, construcciones de los distintos colectivos, y en los barrios con mucha presencia, con las dificultades de esta campaña particular. La campaña se construye con la gente y va a verse muy limitada porque, evidentemente, tenemos que priorizar la salud de la comunidad. Desde la gobernación tienen el dominio de las redes y de medios de comunicación, base de la especulación política por encima de la salud de la gente. Hay límites que no hay que cruzar y en este caso se cruzaron por una cuestión electoral política. Estar haciendo campaña en el medio de la pandemia no solo afecta el día de las elecciones. Nosotros estamos recorriendo la provincia con todos los cuidados, pero recorriendo al fin, y en el medio le pedimos a la gente que se cuide. En el gobierno de la provincia se habla de todo menos de la pandemia, parece que todos vivimos en un mundo de maravilla, se anuncia que tenemos 200 mil casos y parece que todo anda bien. Esta semana hubo un día en que tuvimos casi 1000 casos, tres veces más que la ciudad de Buenos Aires, con mucha menos población. Si se baja la intensidad del mensaje y la intensidad de los cuidados, esos son los resultados.
–¿Qué le podría aportar la alternancia partidaria en el poder?
–Los radicales vienen gobernando desde la intervención federal en 1999, con Ramón Mestre primero y Oscar Aguad después. Desde ahí para acá, no hemos podido resolver los problemas que son centrales y estructurales, y eso se ve en los índices de pobreza. Esta no era una provincia pobre, los argentinos no somos pobres, nuestra gente se ha empobrecido por ausencia de política de desarrollo, y eso lo tenemos muy claro y estamos convencidos de que vamos a poder generar políticas que nos están haciendo falta desde el Estado. Nuestro gobierno nacional ha sido muy generoso con Corrientes en este tiempo. Ha apoyado mucho a los correntinos con herramientas económicas en la pandemia y con obra pública. Pero también nos hace falta en Corrientes un proyecto político provincial.
–¿Cómo calificaría la gestión del radical Gustavo Valdés?
–Es el gobierno del marketing. No se puede estar pintando una provincia que no existe. La realidad es que todos los que conocemos la provincia sabemos que Corrientes es la provincia con mayor desempleo. La desocupación de los jóvenes y de las mujeres es aun mayor. La mortalidad infantil sigue siendo uno de los problemas determinantes, la concentración del sistema de salud de la capital que desatiende al interior, la falta de oportunidad en el interior provincial, la falta de modernización de la provincia con escasa conectividad, con apenas un cuarto de la fibra óptica de la que hay en el Chaco. Aquí, en Corrientes, somos generadores de la industria del conocimiento, tenemos universidades. En el Chaco se ha firmado un convenio con una firma global que generará en los próximos cinco años mil puestos de trabajo para programadores. Hay que encontrar nuevas alternativas en la alternancia. La alternancia genera mover el avispero. «
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