Maradona y mi viejo

Por: Federico Amigo

Me hace acordar algunos momentos de encuentros familiares o reuniones. A mí no me gusta mucho el fútbol”, dice una mujer, que debe pisar los 40 años, mientras bebe un sorbo de cerveza. Alrededor de la mesa, sus tres amigas, tragos en mano, asienten con la cabeza. De fondo, en una pantalla gigante que cubre una pared, un programa de cable repasa los goles del Diego en el Napoli. De tiro libre. A una esquina. Al otro palo. Suave, por arriba del arquero. Todo el repertorio en un lapso de unas cinco fechas de la Serie A. En la mesa de adelante del bar, un flaco de prolija barba luce una camiseta retro de Boca con la 10 en la espalda. Diego, en todas partes. 

La influencia Maradona acompaña, incluso en el dolor. Sin ningún esfuerzo, seguro recordaste una historia cotidiana atada al ídolo por estas horas de melancolía. De sensibilidad al palo. Ni siquiera hace falta haber visto un partido. La identificación puede provenir de una frase. De un recuerdo que tal vez deja al partido en un segundo plano. O de un sticker de WhatsApp que escupe un “hijos de puta” que ya tiene 30 años y atraviesa generaciones.

“Cada momento de la vida tiene un capítulo del Diego”, dice Gabriel –Reyton para los amigos– en un chat. Te puede llevar al Mundial ‘90, a ese álbum de figuritas inolvidable, a la tristeza por la final perdida. O al “me cortaron las piernas” que estrelló la esperanza de ganar el tercer Mundial, un camino clausurado desde 1986 para la Argentina. Diego también es el “No al Alca”, el que nunca jamás fue imparcial y el analista que anticipó –varias veces– lo que sobrevendría con Mauricio Macri en el poder. Ya sea de Boca o del país. 

Diego es –y siempre será– un personaje clave de la Historia, cuya singularidad acaso sea la de alegrar y protagonizar millones de historias mínimas, anónimas, personales. La mía, por caso: tengo más recuerdos de Maradona que de mi viejo, que murió mucho antes que él, cuando yo tenía ocho. Manuel, mi viejo, no era futbolero, pero lo convocaban –lo fascinaban– los fenómenos populares. Y Diego personificaba la lucha del pueblo, la epopeya de los excluidos, la liberación de su destino, el de morir igual que como había nacido: pobre. A todos ellos, a los fioritos del mundo, a los caídos del Sur, los defendió, les regaló amor, les redistribuyó alegrías. 

Diego también está presente en el primer shabbat posterior a su muerte. En un club judío, el tecladista toca los acordes de «La mano de Dios» en el interludio. Cuando el rabino retoma la ceremonia religiosa, repasa otras muertes famosas y cuestiona a Maradona. El tecladista sonríe. Su homenaje se volvió rebeldía. Diego, en todas partes.


Compartir

Entradas recientes

Tiempos interesantes

Este lunes 20 de enero asume Donald Trump la presidencia e inaugura el período más…

14 mins hace

Ser hincha

El hincha argentino del Zaragoza se llama Gastón Castro. Rompe con esa noción que se…

23 mins hace

Mi primera gran alegría

Cuando volví de mis mini vacaciones a Buenos Aires, a Platense solamente le faltaba jugar…

31 mins hace

BRICS: otra oportunidad del Sur Global que Argentina deja pasar

Como coalición del Sur Global, buscan ser una alternativa al orden internacional vigente y promover…

32 mins hace

Las Heras: del Pato y las pulperías a los tesoros de Berni

A menos de 100 km de CABA, ofrece una amplia oferta turística, desde meriendas criollas…

33 mins hace

Detrás de la tormenta

Norberto Gugliotella aborda una historia de violencia familiar que se organiza en torno a las…

37 mins hace

Uruguayada en tres pasos al compás del tamboril

El inefable chivito canadiense para degustar junto a un burbujeante y bien helado Medio y…

43 mins hace

Parques Nacionales, entre el fuego y el ajuste libertario

En medio de los incendios, La Libertad Avanza promueve un aumento de las entradas, despidos…

50 mins hace

El antiperonismo y la fábula del escorpión

Darle Ficha Limpia al Poder Judicial es como poner al Chapo Guzmán a controlar el…

1 hora hace

Nisman: un suicidio transformado en asesinato para coronar el lawfare

El singular cambio de opinión del ministro de Justicia Cúneo Libarona. Las últimas horas del…

1 hora hace

“Crisis de crecimiento”, la intuición de Verón antes de los capitales extranjeros

Quiere aprobar en asamblea un acuerdo entre Estudiantes de La Plata y un empresario estadounidense.…

1 hora hace

Tsunami

1 hora hace