Polémica en una audiencia por la denuncia de Manes a Santiago Caputo: el fiscal se puso a defender al acusado

Tras archivar la denuncia del diputado nacional Facundo Manes contra el asesor presidencial Santiago Caputo por el episodio que protagonizaron el día de la Apertura de Sesiones Ordinarias en el Congreso, la jueza federal María Eugenia Capuchetti les concedió a los abogados del dirigente la apelación ante la Cámara Federal.

En ese marco, se llevó a cabo este martes una audiencia en los tribunales de Comodoro Py, frente a los integrantes de la Sala II, en la que los letrados Andrés Gil Domínguez y Mariano Bergés presentaron sus agravios respecto de la decisión de la magistrada de primera instancia y las razones por las que consideran que la causa debe seguir abierta.

Participó también José Luis Agüero Iturbe, fiscal general ante esa instancia, quien llamó la atención de los denunciantes por su defensa del integrante del triángulo de hierro presidencial.

Según supo Tiempo, la audiencia había sido fijada días atrás por la Cámara, y quedó sorteada la Sala II. Este martes a las 12.15 horas, Manes se presentó en Comodoro Py junto a sus dos abogados ante los camaristas Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun. A lo largo de 45 minutos, expusieron Gil Domínguez, Bergés y el fiscal Agüero Iturbe, al tiempo que los jueces le dieron a Manes la posibilidad de expresarse respecto al caso, algo no tan común en este tipo de eventos más orientados a los argumentos técnicos. 

La insólita defensa del fiscal al acusado, Santiago Caputo

Hubo un episodio que le llamó la atención a Gil Domínguez y fue la actitud que tomó el representante del Ministerio Público Fiscal, quien expuso una postura favorable a Caputo. Según le dijo a Tiempo el abogado de Manes, el fiscal «no sólo mantuvo los argumentos de la jueza, sino que se dedicó a hacer una defensa de Santiago Caputo, diciendo que lo que pasó no puede ser considerado una amenaza«. «Que el Ministerio Público Fiscal diga que no hay delito y vaya a una audiencia a defenderlo de esa manera es algo que nunca había visto en mi vida», aseguró.

El eje del asombro tiene que ver con que el trabajo de los representantes del Ministerio Público Fiscal es preservar los intereses de la sociedad, que en el caso particular parecen controvertidos ante el hecho de que un diputado haya sufrido supuestas amenazas en el cumplimiento de sus funciones. 

En el Ministerio Público, confirmaron a este medio que Agüero Iturbe efectivamente se expresó a favor de que la investigación contra Caputo siga archivada. Ello, por medio de un análisis técnico de las figuras planteadas por los denunciantes. «Típicamente, los dichos de Caputo no constituyen amenazas simples ni agravadas», fue una de las cosas que manifestó el fiscal en la audiencia. 

Si bien hubo un trato cordial entre todas las partes, a lo largo de los 45 minutos que duró la audiencia hubo algunos momentos que generaron el asombro de los denunciantes. Uno de ellos fue cuando el fiscal insistió en su postura respecto de la inexistencia de elementos que configuren delito en frases como «ya me vas a conocer» o «ya me vas a escuchar» que habría pronunciado el asesor presidencial. Eso salvo que -dijo el fiscal- «consideres que sea un mal en sí mismo ver a Caputo porque es feo y te lastime la vista, o que sea un mal escucharlo porque tiene voz fea y te lastime los oídos».

La denuncia y el archivo de la causa

Vale recordar que en su denuncia Manes relató los hechos ocurridos en la noche del 1° de marzo pasado, cuando en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación mantuvo una serie de intercambios con Caputo, integrante del primer anillo de confianza de Javier Milei junto con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Todo comenzó mientras el presidente daba su discurso. 

Manes, desde su banca, se dio cuenta de que atrás, en una de las gradas del público, estaba Caputo. Ahí comenzaron los entredichos, que después tuvieron su capítulo crucial en uno de los pasillos del Palacio Legislativo cuando Manes daba una entrevista y fue abordado por el asesor, algo que quedó grabado por cámaras de seguridad y por los celulares de algunos de los presentes. 

Ahí se vio como Caputo puso su cara a centímetros de la del neurocirujano, le dijo algunas cosas al oído y hasta lo tocó. En la denuncia, Manes relató que el asesor le dijo, en tono de amenaza: «Vos para hacer lo que hiciste tenés que estar limpio. Vos no me conoces a mí. Ya me vas a conocer a mí». Seguidamente, agregó: «Antes de retirarse me dio dos fuertes palmadas con su mano derecha en el pecho. En esos mismos instantes, una persona que lo acompañaba (podría ser el llamado Fran Fijap) se abalanzó sobre mí, tapando una cámara, y me ‘pechó’. Fue ahí cuando sentí por detrás dos golpes en la zona renal de mi cuerpo que me propinó alguno de los acompañantes de Caputo, a quien no pude ver o identificar. Diría de los comúnmente llamados ‘cortitos'». 

La denuncia recayó en Comodoro Py, a cargo de Capuchetti y el fiscal federal Ramiro González, quien impulsó la pesquisa por medio de un pedido de producción de pruebas. Pero unos días después, el 28 de marzo, la jueza notificó el archivo de las actuaciones. 

En una resolución sostuvo que con las pruebas incorporadas «se debe afirmar que, en gran medida, se han corroborado los eventos tal como fueran denunciados». Pero advirtió que «la indignación personal sobre la manera en que se desarrollan ciertos acontecimientos, particularmente aquellos que se exhiben en las instituciones públicas de gobierno, con publicidad y de cara a la opinión general, no implica necesaria y automáticamente que deba intervenir el derecho penal». En esa misma línea, la magistrada sostuvo que «las discusiones en el interior del Congreso, aunque puedan ser intensas o contener momentos de confrontación verbal, deben ser comprendidas dentro de los márgenes de lo que se considera un intercambio político legítimo».

Para Capuchetti, los hechos denunciados no cumplen los requisitos como para ser analizados como un posible delito. Para ella todo ocurrió en el contexto de una discusión política «que me permite inferir que los dichos propiciados por Caputo y Antúnez (NdR: el militante Fran Fijap) no poseen la entidad suficiente para afectar la determinación del diputado nacional, y como tal no resultan idóneos para conformar el tipo penal».

Cómo sigue el caso Manes – Santiago Caputo

Frente a eso, los abogados de Manes llevaron este martes a la Cámara Federal sus agravios y consideraciones con el objetivo de que se revierta la decisión de Capuchetti. Si los camaristas hacen lugar, la causa deberá reabrirse y continuar la investigación. Si les rechazan el planteo, los abogados del diputado pueden recurrir a la Cámara de Casación. 

Por lo pronto, este miércoles expusieron su respuesta a algunos de los puntos argumentales de Capuchetti, muchos de los cuales habían manifestado en su apelación. Entre otras cosas, manifestaron que «es de público conocimiento que el Señor Santiago Caputo se presenta, exhibe y tiene real influencia en organismos relevantes vinculados al Poder Ejecutivo Nacional, como ser la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) y ARCA (ex AFIP), entre otros» y que «la amenaza perpetrada se extiende como un severo disciplinamiento o sometimiento al resto de los legisladores no partidarios».

«Al evaluar la tipicidad penal de la conducta, no puede desconocerse que la posición jerárquica y el poder real del sujeto activo multiplican significativamente la gravedad del ilícito y la potencialidad intimidatoria de la amenaza», sostuvieron.

Tras exponer frente a los camaristas, ahora los integrantes de la Sala II deben tomar una decisión respecto del caso: o convalidan en archivo u ordenan la reapertura de la investigación. Esa decisión demoraría unos pocos días.