Se trata de una iniciativa que apunta a retomar el contacto estrecho entre el lector y el libro. La idea fue una iniciativa de la Fundación El Libro -entidad que organiza la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires- junto con el Ministerio de Cultura de la Ciudad a través del área Editorial de Impulso Cultural, más el apoyo del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.
Se realizará del 5 al 8 de noviembre en el Parque de la Estación, espacio ubicado en el barrio de Balvanera, Presidente Perón 3326, entre Agüero y Gallo.
“Esta iniciativa fue impulsada por la Fundación El Libro – explica el director cultural e institucional de esa entidad, Oche Califa- cuando vimos que se reiniciaban las ferias de artesanías y de alimentos en espacios públicos. Hablamos con el ministro de Cultura de la ciudad Enrique Avogradro de la posibilidad de realizar esta feria y él se encargó de gestionar con Espacio Público y nos pusimos de acuerdo rápidamente. Necesitábamos encontrar un lugar y el Parque es muy lindo y tiene la posibilidad de que si lloviera, la feria se podría trasladar completa a un espacio techado. Eso nos terminó de convencer de que ese era el lugar adecuado. Por otro lado, el Parque nos permite utilizar toda la luz del día. Vamos a estar entre las 12 y las 19.”
“Va a haber 41 stands dobles –continúa- porque el libro necesita más superficies que los stands de artesanía, por ejemplo. Se arman y se desarman y pueden quedar en la biblioteca que tiene el Parque. Como disponemos también un auditorio muy lindo, programamos dos actividades diarias, algunas las realiza la Fundación El Libro y otras, el Gobierno de la Ciudad. En todos los casos son mesas de debate. La Fundación eligió trabajar con tres temas que tienen un público muy activo en las ferias que organizamos: adolescentes, feminismo y diversidad sexual. Por su parte, la Ciudad trabajó sobre una mesa de novela romántica que tiene un tipo de lector que se moviliza mucho y está muy interesado en contactarse con los autores.”
En un año en que todos las industrias se vieron perjudicadas por la pandemia, la industria editorial no solo no fue la excepción, sino que, además, sigue atravesando una situación límite ya que la pandemia vino a sumarse a cuatro años de caída, por lo que se necesitan actividades que contribuyan a reactivar esa industria.
“Por una lado, -dice Califa- esperamos que esta feria sirva para mantener la visibilidad del libro en lo público y, por otro, realizar una acción de auxilio para la industria editorial que todavía está en una situación dramática. Nosotros mantenemos el reclamo de que no se quiten los ATP. Como institución La Fundación El Libro lideramos la campaña, pero la gestión y el contacto con las autoridades que, en general, acompañamos, son iniciativas de las Cámaras relacionadas con el libro. De todos modos, hasta donde sabemos, el sector no ha tenido suerte.”
Y agrega: “Tenemos una situación repartida entre editoriales y libreros, ambos de la ciudad de Buenos Aires. Como en toda feria buscamos tener la mayor diversidad posible. Los grandes grupos editoriales seguramente van a estar presentes a través de los libreros. Eso es lo que suele suceder en otras ferias.”
Por su parte, el bolsillo de los lectores también se ha visto disminuido en sus posibilidades debido a la pandemia que produjo una crisis económica generalizada no sólo en Argentina, sino en todos los países a los que se extendió. Sin embargo, Califa es optimista respecto de los resultados de esta feria de editores y libreros.
“Estamos confiados –afirma- en que va a ser una linda feria y un mensaje de optimismo al poder recuperar la calle, el espacio público, antes de que termine este año y comience el siguiente. Esto para nosotros es muy importante, porque en ninguna actividad cultural es posible reemplazar lo presencial, el contacto social. Sabemos que la respuesta va a ser buena porque hay mucha necesidad del mundo lector y del mundo de la cultura en general de empezar a reencontrarse. Por supuesto, lo vamos a hacer respetando los protocolos sanitarios. Realizamos un diseño de circulación lineal en que el público ingresa por una punta y sale por la otra para evitar el ir y venir y el cruce de gente. En función de los protocolos es que no aprovechamos toda la superficie posible. Quienes atienden los stands, además, tienen las instrucciones sobre el uso frecuente del alcohol y todo lo inherente al protocolo. “
Esta vez, a diferencia de lo que sucede con la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, no hay estimaciones respecto de la cantidad de gente que asistirá.
“No tenemos un cálculo de cuánta gente asistirá porque no tenemos en qué basarnos, explica Califa. Además, esta feria se hará en un espacio al que hay que convocar, al que hay que llevar al público. Sería muy diferente si la hiciéramos en el Rosedal o en Parque Chacabuco. En ese caso contaríamos con gente que ya está ahí porque son dos lugares que tienen una convocatoria de por sí. En este tipo de organización no tenemos experiencia ni el Gobierno de la Ciudad ni nosotros. Por otra parte, va a ser una de las primeras experiencias de reaparición de la circulación popular luego de la pandemia. Por suerte, antes de fin de año encontramos este feriado puente que nos da cuatro días no laborables. El 5 y el 6 son sábado y domingo, el lunes 7 es un feriado puente y el martes 8 es feriado por ser el Día de la Virgen. Confiamos en que tendremos buenos resultados.”
Las actividades de FELBA podrán seguirse a través de www.el-libro.org.ar, de las redes sociales de la Feria del Libro @ferialibroba (IG), @ferialibro (Tw y YT) y @ferialibrobuenosaires (FB) y del Ministerio de Cultura de la Ciudad: @impulsocultural y @bacultura.