El límite a las reelecciones suma un nuevo capítulo a la interna del peronismo

La mayoría de los encuestadores vaticina que las elecciones de octubre reorganizarán el sistema político. Algunos sostienen, incluso, que el resultado expondrá en la superficie movimientos de placas tectónicas que comenzaron bastante atrás. Una escena descriptiva de estos cambios se resume en la relación entre Javier Milei y el peronismo. La principal fuerza de oposición está a la espera de decisiones del Ejecutivo. El viernes, el Justicialismo fue testigo -inicialmente, bastante en silencio- de la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso anunciada por el vocero Manuel Adorni y el jefe de Gabinete Guillermo Francos. El temario incluye la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Se trata de una reforma electoral en año electoral, una innovación que ubica en el rol de mero decorado a las -tantas veces declamadas- tradiciones institucionales.

En la Provincia de Buenos Aires están muy atentos a la intención oficial de archivar las primarias para las elecciones de este año. El Partido Justicialista de la jurisdicción más grande y poblada del país está en medio de un debate de fondo, una discusión que no se saldó y sigue en pausa: la puja sobre desdoblar o mantener unificadas las elecciones provinciales respecto del calendario nacional. La elección nacional -se sabe- está fijada por ley para el domingo 26 de octubre. El peronismo bonaerense, pese al descanso de las vacaciones, no logra disimular la tirantez interna. Por si fuera poco, en los últimos días se sumó otro factor de tensión: la controversia sobre la ley bonaerense que limita las reelecciones de intendentes, diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros escolares.

Aquella Ley -la 14836, sancionada en 2016- establece que los intendentes de la Provincia de Buenos Aires pueden ser reelectos consecutivamente una vez y gobernar dos mandatos continuos, por un lapso de ocho años. Pero en el caso de que quieran volver a postularse los obliga a dejar pasar un período de cuatro años como intervalo. La misma restricción impone a las bancas legislativas, los Concejos Deliberantes y los Consejos Escolares. (La ley luego fue modificada a fines de 2021, para que el primer mandato a ser computado por la normativa fuera el de 2019-2023. Eso permitió que muchos intendentes, de diversos partidos, pudieran candidatearse nuevamente en 2023).

Esta semana, la necesidad de derogar esa normativa o de sostener su vigencia se convirtió en otro tema de debate público para el Justicialismo. Un debate que viene in crescendo. Quizá uno de los disparadores haya sido la definición que lanzó por la red social X (exTwitter) Sebastián Galmarini, director del Banco Provincia y representante del Frente Renovador. “Nosotros estamos en contra de las reelecciones indefinidas. Fuimos autores de la ley, y lo seguimos ratificando. No hay margen de duda”, posteó Galmarini el jueves. En diálogo con Tiempo, Galmarini recordó incluso que él mismo -durante su paso por la Cámara de Diputados bonaerense- fue coautor del proyecto junto con los legisladores Ramiro Gutiérrez y Rubén Eslaiman, también massistas. La iniciativa, que en 2016 despertó mucho eco en los medios, tuvo el acompañamiento de la entonces gobernadora, María Eugenia Vidal.

La cuestión es que de los 135 intendentes que gobiernan los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires, alrededor de ochenta no podrán volver a candidatearse en 2027. Además, la vigencia de la ley 14836 impedirá que este año puedan postularse diputados o senadores provinciales que lleven ya dos mandatos. Lo mismo sucederá con los concejales y consejeros escolares. Uno de los intendentes más convencidos de la necesidad de modificar la normativa para habilitar las re-reelecciones es el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco.

Con pasado sindical y una relación muy cercana a Axel Kicillof, Secco responsabilizó al líder del FR, Sergio Massa, por los efectos que tendría la continuidad de la ley. En particular sobre los municipios. «Massa tiene esa postura contra los intendentes cuando los intendentes lo salieron a bancar como los mejores. En Ensenada, Massa no tenía ni una unidad básica y nosotros le organizamos un acto en Cambaceres y le dimos 63 puntos (en el balotaje)», reprochó al ser consultado por Tiempo.

Pero luego lo cuestionó más duro. «Esa Ley (por la 14836) fue hecha por Massa y Vidal para limitar a los intendentes. Aunque está mal dicho que es para los intendentes: es para limitar a diputados, senadores, concejales, consejeros escolares. O sea, la mitad de los cargos políticos que se ponen en juego. Si esa ley queda vigente, nosotros vamos a tener que mandar a la casa a un montón de compañeros, cuadros políticos que nos perderemos en los municipios», objetó Secco. Y agregó: «Ese capricho de Massa y de Vidal va en contra de la Constitución porque esas personas fueron votadas. ¿Por qué alguien dice que tiene el poder de limitar? El limitante debe ser el pueblo. El que limitó a Macri para que no volviera a ser presidente fue el pueblo argentino, con el voto. Como a Vidal, para que no pudiera ser reelecta como gobernadora. Y el que lo limitó a Alberto (Fernández), lo mismo. Yo gano con el 70% de los votos. Vengan a decir en Ensenada que no quieren la reelección de los intendentes. Ay, ¡cómo los sacarían a patadas!».

Secco planteó que, en su caso, él no pretende que se habilite la re-reelección para poder postularse una vez más en su comuna. «No lo hago por mí, lo hago por una cuestión de conducta partidaria», sostuvo. Y añadió: «Este año no podré renovar los concejales. Tardamos décadas en formar un cuadro político y ahora no los podemos postular por un capricho. ¿Se entiende el daño que hacen en los municipios?». 

La postura del intendente de Ensenada, que además preside el partido Frente Grande a nivel nacional, tiene ecos en otras comunas. Son muchos los intendentes que empujan por lo mismo. Por caso, el jefe comunal de Escobar, Ariel Sujarchuk, señaló a Tiempo que en su opinión la Ley «debe ser modificada» para que «todos los dirigentes puedan ser reelectos en la medida en que sus electores así lo quieran».

Las posturas de Secco y Sujarchuk encarnan otro debate en el peronismo de la provincia más grande del país. Una controversia que además tiene puntos de contacto con el gran tema pendiente para los tres polos de poder (del pan-peronismo) en el distrito: el cristinismo, el axelismo y el massismo. El interrogante que sigue sin definición es si desacoplar o unificar el cronograma electoral. Si presentar listas separadas o acordar una lista común, tanto para el comicio provincial como para la elección nacional de octubre.

Pese a representar a otra jurisdicción, el senador nacional por Neuquén, Oscar Parrilli, dijo a Tiempo que en su opinión «lo más conveniente es hacer todas las elecciones juntas». Por otro lado, consultado por el llamado a sesiones extraordinarias del Gobierno nacional, estimó que «lo más importante es que no incluyó el Presupuesto 2025 en el temario». «Milei quiere llevar adelante su política de ajuste y saqueo manu militari», advirtió. Con relación al pliego de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, Parrilli anticipó que el interbloque peronista en el Senado «lo va a analizar y definir en su momento», aunque también recordó que Lijo «fue el que pinchó» su teléfono celular y «dio a conocer las grabaciones».  «