La suspensión del debate del Presupuesto lima el vínculo entre el oficialismo y oposición

En pocas horas, el derrotero del proyecto de Ley de Ficha Limpia quedó enredado con la suspensión del debate sobre el Presupuesto 2025. Una hora antes del encuentro para dictaminar sobre la Ley que establece el cálculo de gastos e ingresos del Estado, el Gobierno frenó el trámite en la comisión que preside José Luis Espert. A 10 días del cierre del período de ordinarias, el legislador anunció que podrían convocar a extraordinarias, siempre y cuando avance una negociación que no ha caído. No sé derrumbó, pero transita un punto de estancamiento e incertidumbre porque la decisión fue adoptada a 24 horas del último plazo para dictaminar, que vence este miércoles.

La decisión de suspensión se cocinó entre Brasilia y Buenos Aires. Javier Milei estaba en la cumbre de presidentes del G20 y se comunicó por la mañana del martes con Santiago Caputo. Después hubo una reunión con el presidente de la cámara baja Martín Menem y con Espert. A partir de las 11 comenzaron los preparativos sigilosos para el anuncio que se concretó tres horas después y que tomó por sorpresa a casi todas las fuerzas opositoras.

El receso comienza el 1 de diciembre y el Gobierno está decidido a no extender el período de ordinarias para evitar que avancen proyectos con dictamen que no podrán frenar en el Senado ni en Diputados. Las sesiones extraordinarias habilitan el funcionamiento del Congreso hasta el 1 de marzo, pero sólo pueden ser convocadas por el presidente, el único que puede definir el temario de los puntos a tratar durante ese lapso. Por eso el momento elegido por el Gobierno para suspender el trámite presupuestario desató tantas especulaciones y consecuencias. Desde este jueves ya no se puede dictaminar y solo quedan dos hilos que se pueden retomar de ahora en adelante. Resultan escabrosos pero no imposibles: una opción es que el Gobierno convoque a extraordinarias y meta el presupuesto en diciembre o febrero, o que el tema sea retomado a partir de marzo de 2025.

Con una opción o con la otra, la sospecha que más pesará hasta que surja una señal en contrario, es que Milei gobernará el año que viene con una nueva prórroga del último presupuesto aprobado por el Congreso, es decir, la ley de leyes sancionada en 2022 para el último año de mandato de Alberto Fernández.
En las próximas 48 horas continuará en Diputados el freno al debate presupuestario. Para este miércoles fue convocada una sesión para tratar la ley de Ficha Limpia, impulsada por el PRO, la UCR y Encuentro Federal, pero las heridas que dejó el debate trunco sobre el Presupuesto no han cerrado. Se quedaron sin quórum porque tanto radicales como el bloque de Miguel Pichetto decidieron no bajar al recinto.

El futuro del proyecto de Ficha Limpia ahora carga con la pesada piedra de la negociación por el Presupuesto y también con otra sospecha del arco opositor. Macristas, radicales y pichettistas mastican con desconfianza el poco entusiasmo que reciben de la Rosada para continuar con Ficha Limpia. Creen que el gobierno libertario prefiere tener como antagonista preferida a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el escenario electoral del año que viene.

El dictamen de mayoría también tiene el gancho de La Libertad Avanza, pero el entorno del presidente hace silencio y también juega con los tiempos. La crisis provisoria del presupuesto 2025 derribó la sesión de este miércoles. Pero si finalmente el texto es aprobado por Diputados, su derrotero siguiente será un espejo revelador para el Gobierno. Si Milei decide convocar a extraordinarias y no incluye el debate de Ficha Limpia ya no quedará ninguna sospecha sobre el desinterés del Gobierno al respecto. La regla no escrita, hasta ahora respetada por todo el arco político, indica que no se sancionan reformas electorales en año electoral. Lo mismo corre para el tardío plan de anular o reformar las PASO que lanzó el Gobierno la semana pasada. Buscó meterlo como una forma de condicionar el debate presupuestario y ofrecerle a los gobernadores una alternativa de financiamiento a sus reclamos, pero a cambio de usar los fondos de las primarias.

La UCR y el PRO no tienen un acuerdo sobre qué hacer con las PASO. Este miércoles por la mañana el bloque mayoritario de la UCR, que reúne 20 bancas lideradas por Rodrigo De Loredo, había confirmado que darían quórum. Aún así la pulseada fue al filo para que haya sesión, pero los gestos que surgen en las últimas horas suman señales radicales para que la negociación presupuestaria no se caiga, aún con los plazos ya casi vencidos.

La decisión radical de dar quórum para la sesión de este miércoles no aplacó la desconfianza. En el oficialismo creen que la UCR que lidera De Loredo ya sabía que la sesión estaba caída y salieron a jugar esa carta para no quedar pegados con el fracaso de la sesión.

La hoguera de las vanidades presupuestarias no termina este miércoles. Para este jueves la oposición analiza pedir otra sesión. Será un repechaje para tratar nuevamente la reforma a la ley que regula los DNU (26122) y también intentar la caida del DNU 846/24. No es un decreto más porque le permite al Ejecutivo reestructurar deuda pública sin autorización por el Congreso, aumentando la cartera de bonos de la Anses y eludiendo la Ley de Administración Financiera que le permite hacerlo, pero siempre y cuando consiga mejor plazo, menos interés y quita de capital.

La semana pasada no hubo quórum para el primer intento y podría concretarse otro mañana. Los gobernadores que siguen creyendo en el futuro de la negociación presupuestaria no quieren que este debate se les cruce en el camino, pero cada vez son menos. Podrían cambiar de idea y bancar la sesión de mañana. En el Senado, el panperonismo también quiere apuntar al 846 pero los tiempos son muy exiguos: en 10 días termina ordinarias y es lógico que Milei no incluya ese punto en el temario de una eventual convocatoria a extraordinarias.

Milei controla la agenda política afuera del Congreso y también en las dos cámaras legislativas, con la ayuda del PRO y la UCR, precisamente los dos socios que ahora no salen de su desorientación por la suspensión del debate presupuestario. Todavía no logran acordar una respuesta común porque los gobernadores de los dos espacios siguen tan atrapados como sus legisladores.

El DNU 846 ¿Última frontera?

Todavía le quedan 10 días al período de ordinarias y el panperonismo analiza el momento preciso para el último repechaje del año. La sesión que no prosperó el martes pasado, con una notoria debilidad del bloque de UxP, volverá a ser pedida para sumar quórum al calor de la bronca de los gobernadores y opositores malheridos por el presupuesto.

En el bloque de UxP debaten el momento. Puede ser solicitada para mañana o para la semana próxima, antes del 30, cuando todo quede a merced de la lapicera presidencial. El DNU 846 es considerado una amenaza por el Gobierno, pero una oportunidad para una oposición fragmentada. Hay algo que los unifica: todos los consultados coinciden en que ese decreto le permitirá a Milei contar con financiamiento para afrontar un año electoral sin un presupuesto sancionado por el Congreso.