Es el registro más alto desde 1991, año en el que comenzó la convertibilidad. Transporte fue el rubro más golepado, con una suba generalizada del 66,8%.
El Índice de Precios al Consumidor de 2018 prácticamente duplicó al de 2017, cuando arrojó un alza del 24,8%. La diferencia obedeció al impacto de la devaluación del peso, cuya carrera descendente arrancó en diciembre de 2017.
La inflación no fue igual en todos los rubros económicos ni pegó igual en todos los sectores sociales. De las 12 divisiones que componen el nivel general del Índice de Precios al Consumidor, el que más subió fue “Transporte”, con el 66,8% en el año. En el segundo lugar se ubicó “Comunicación”, con el 55,3%. El podio se completó con “Otros bienes y servicios”, con el 53,2%.
El alza en el rubro “Transporte” se debe a los tarifazos en los diferentes sistemas de transporte de pasajeros y de carga y a la suba del precio de los combustibles, en ambos casos como consecuencia directa de la suba del valor del dólar.
En el caso de “Comunicación”, pesó el incremento de los valores de los servicios de telefonía móvil y de Internet, que no están regulados pero sí están altamente concentrados en pocos prestadores, lo que también sucede con los prestadores de los servicios de televisión por cable. También se cuentan aquí los precios de los equipos de telefonía móvil.
Respecto de “Otros bienes y servicios”, hay que decir que se trata de un rubro engañoso, pues da la impresión de que contiene lo menos importante. Sin embargo, allí se agrupan los servicios financieros y los seguros, dos rubros con muy fuertes alzas en el año, especialmente en las comisiones bancarias. También incluye los servicios vinculados con el cuidado personal y la seguridad social: geriátricos, residencias y ayuda en el hogar, por ejemplo.
La amplitud de este rubro hizo que a fines del año pasado Naciones Unidas anunciara que lo dividió en dos: seguros y financieros, de un lado; cuidado personal y social, del otro. El INDEC argentino aún no tomó en cuenta esta recomendación.
La cuarta división con mayor alza fue la de “Alimentos y bebidas”, con un incremento del 51,2% a lo largo del año. Este es un dato muy importante por varias razones. La primera es que este rubro constituye la base del cálculo de los valores de las canastas básica total y alimentaria, que marcan el ingreso mínimo por debajo del cual se es pobre o indigente, respectivamente.
Como ya lo señaló Tiempo en reiteradas oportunidades en base a los estudios de la Universidad Metropolitana (UMET), la inflación de los pobres y de los sectores más vulnerables fue superior a las de los sectores de mayores ingresos. Estos datos del INDEC lo corroboran.
Por último, llamó la atención la suba menor del rubro “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, con el 45,7%, por debajo del nivel general. Aquí deberían impactar los tarifazos de gas, electricidad y agua.
¿Y en 2019?
Las consultoras que siguen la evolución de los precios destacaron que la inflación de diciembre fue la tercera consecutiva en baja respecto del mes anterior. Por caso, Ecolatina informó que “la inflación nacional alcanzó 2,6% en diciembre, continuando la desaceleración iniciada tras el pico de septiembre (6,5%)”.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) advirtió que la inflación pudo tener más recorrido, pero que la recesión la contuvo. “Las tasas de inflación de 2018 fueron relativamente menores a las que precedieron a otras devaluaciones en el pasado reciente, si se tiene en cuenta el enorme ajuste cambiario. Esto fue producto del sesgo contractivo de la política monetaria que emprendió el BCRA”, indicó.
Ecolatina subrayó que la suba de precios de 2018 tiene una especificidad: “La principal diferencia con 2017 radicó en la fuerte aceleración del IPC Núcleo: los precios de bienes y servicios no regulados ni estacionales pasaron de trepar 21,2% en 2017 a 47,7% el año pasado”.
IARAF, en tanto remarcó que existe una “inercia” en los precios del año pasado que pasará a este e impactará en los datos que dé a conocer el INDEC en los próximos meses: “Cabe destacar que en general los precios que muestran ‘adelantos’ en un período, luego muestran variaciones menores al promedio en los que le siguen, y lo contrario sucede con los precios que ‘se atrasan’ respecto al nivel general de precios. Este proceso genera fuerzas inerciales y de indexación que son difíciles de desarraigar de una economía que se comporta de esta forma hace más de 15 años”.
Ecolatina, al respecto, indicó que prevé un alza de los precios del 2,5% mensual entre enero y abril próximo, con subas de alimentos, bebidas y combustibles más bajas que el promedio y de precios regulados por encima.
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