La estrategia de los rusos en territorio ucraniano analizada por un alto mando argentino

Por: Alberto López Girondo

Es de los mejor informados de las redes sociales y habló con Tiempo bajo la condición de confidencialidad. Viejos paradigmas y operaciones informáticas en la campaña.

Se nota su conocimiento sobre estrategia militar en los posteos que hace regularmente en su cuenta de Twitter @TomELawrence1, pero prefiere escudarse en un lejano homenaje al mítico Lawrence de Arabia porque como alto miembro de la cúpula militar argentina dice no está en condiciones de hablar de temas en que el gobierno nacional, salvo la condena a Rusia, “no se ha expresado más”. De todas maneras, este analista tiene mucho para decir desde el anonimato sobre lo que ocurre en esos campos de batalla que, con datos corroborados por fuentes muy imbuidas del tema, desmienten el carril que muestra la mayoría los grandes medios internacionales.

“Nadie es objetivo –acepta de entrada– y yo no niego estar del lado ruso por el sencillo hecho de que Rusia apoya el reclamo argentino en Malvinas y Ucrania quiere ingresar en la Otan, donde están los ingleses”.

–Se dice que las tropas rusas están empantanadas, y que ahora anuncian una nueva fase para ocultar un fracaso.

–Como decía (Carl von) Clausewitz, la guerra es la continuidad de la política; entonces, el poder político determina los objetivos estratégicos, las herramientas que va a utilizar y en el caso de una guerra, qué herramientas militares va a disponer. Putin, después de ocho años de Donbass, dijo “acá no hay más que hablar” y fijó objetivos militares. Lo que en términos profesionales se llama el Estado Final Estratégico, que era desmilitarizar y desnazificar Ucrania. Cualquier analista tiene que partir de eso y desde ahí empieza a desgranarse todo el planeamiento para cumplir con los objetivos operacionales. Para definir el tema: el ámbito de la estrategia es todo lo que pasa en Ucrania, Europa y EE UU, lo operacional es lo que pasa dentro de Ucrania y lo táctico es lo que pasa en Kiev, Mariupol, Dnieper. Yo me enfoco en lo operacional, lo que pasa en el campo de batalla, en la campaña.

–¿Pero no están trabados en Kiev?

–Hay en eso una trampa informativa. Hace 2500 años Sun Tsu decía que el peor negocio es atacar una ciudad. Y sigue siendo así. Si me dicen “vamos a desnazificar y desmilitarizar”, tengo que pensar en términos de lo que se llama Centros de Gravedad, que es donde está su poder y su libertad. En Malvinas el centro de gravedad de los británicos era el portaaviones, eso les daba libertad de acción y poder; el nuestro era Puerto Argentino. Si hablo de «desmilitarizar y desnazificar», el centro de gravedad está representado por las fuerzas ucranianas que están en Donbass, es ahí donde hay que pegar para lograr el Estado Final Estratégico que fijó Putin.

–¿Qué significa que hay una trampa informativa?

–Operaciones de información y de profecía autocumplida: si decimos que el objetivo de Putin es conquistar Kiev y no la conquista, entonces perdió la guerra. Pero también veo una deformación de 20 años de guerra global contra el terrorismo, donde las ciudades eran el centro de gravedad y objetivos operacionales. Los grupos insurgentes se ocultaban en las ciudades y así reducían las brechas tecnológica y de fuego con las fuerzas regulares. Eso dificultaba la gobernabilidad y la estabilización en el posconflicto. Por eso se peleaba en las ciudades, no porque tuvieran un valor en sí mismo. Nosotros, desde el año ’91, no vemos una guerra convencional, no tenemos el ojo acostumbrado a este tipo de operaciones. Yo creo que muchos siguen presos del paradigma de la guerra contra el terrorismo. Yo interpreto desde mis conocimientos profesionales, pero además leo, consulto fuentes rusas y ellos dicen que el objetivo es Donbass. Lo que veo es que en Kiev ahora hay 12 brigadas y fuera de Kiev hay nada más que dos divisiones rusas. Para atacar necesita una relación de combate de 3 a 1, pero si va a atacar una posición fortificada como una ciudad, necesita una relación de 6 a 1. Hoy no pasan de 1 o 1,5 a 1. Lo que hacen los rusos en Kiev, en Chernihiv, en Sumy, en Jarkov, es aferrar fuerzas, para lo cual le basta una relación de combate de 1 a 1. Porque usted les tapa la salida y desde adentro necesitan una relación de 3 a 1 para atacar.

–¿Qué es aferrar?

–Es no dejar mover a la fuerza, entonces todas esas fuerzas se quedan ahí. Si se van, quedan presas de su propia narrativa, “dejaron la ciudad” y la conquistan los rusos con fuerzas menores. Ese es el movimiento que están haciendo en el norte del país. Por los números que uno ve de los rusos, y yo llevo todos los días la Carta de Situación.

–¿De dónde saca la información? ¿Dónde hay fuentes confiables?

–Tengo una lista en Twitter de cuentas tanto occidentales como rusas, sigo un canal de YouTube ruso que a veces traduce al español, al Ministerio de Defensa británico, a un think tank norteamericano que se llama ISW (Institute for Study of War – https://www.understandingwar.org/), sigo a RUSI (Royal United Services Institute, rusi.org), que fundó en 1831 el duque de Wellington. Yo trato de explicar que en Donbass se está creando una bolsa; para ganar el poder de combate necesario para cerrarla, los rusos tendrán que solucionar el tema Mariupol, donde había seis brigadas ucranianas. Una vez que consigan esto, van a dejar libres dos divisiones más una brigada de infantería de marina y así podrán superar a las brigadas que están en los cuellos de la bolsa.

–¿Pero no está más complicado de lo que parecía?

–Nosotros estamos acostumbrados a todo rápido, todo ya. Se tarda mucho tiempo para este tipo de operaciones. Los norteamericanos en la guerra de Irak, para llegar de Kuwait a Bagdad, que son 550 kilómetros, tardaron cuatro semanas en terrenos que no tienen obstáculos, es un desierto. Ucrania está llena de ríos y los puentes fueron rotos. No es un terreno fácil, salen del invierno. En Malvinas los ingleses desembarcaron el 21 de mayo y hasta Puerto Argentino tardaron 25 días sin nadie en el camino. La velocidad de movimiento de una fuerza militar en una ruta es de 20 km por hora. En combate, con una relación 3 a 1 en un terreno sin fortificar, se avanza 300 metros por hora. Con los tiempos hay que tener mucho cuidado. Pero además no es que los ucranianos están mal preparados y son pocos. Pusieron 200 mil tipos del ejército sobre la mesa y a eso hay que agregarle otros 100 mil de la Guardia Nacional, que no son como nuestra Gendarmería, son fuerzas militares. Los rusos atacaron con 150 mil y ahora están el 175 mil. Eso demuestra que Putin quería un objetivo limitado, no quería que arrasen Ucrania. Que por otro lado es lo que tiene que hacer, porque después le quedaría un problema para el posconflicto. Es como que nosotros vayamos a una guerra contra Uruguay. Por eso fue cuidadoso en abrir corredores humanitarios, evitar el mínimo daño colateral. Yo le veo lógica a esto. Y Mariupol, por lo que veo, en una semana se termina, de ahí se van a tener que reorganizar y mandarse para el norte. Imagino una fase de aferramiento y destrucción de la capacidad operacional ucraniana. Y ellos en realidad no tienen cómo contraatacar. Lo que se ven son solo contraataques en lugares muy focalizados. Además, en Donbass está el corazón económico de Ucrania, por el puerto de Mariupol y la industria. Ucrania se está financiando con lo que la Otan le presta, pero eso se lo va a cobrar, no va a ser gratis.

Ver comentarios

  • Desinformación y mentiras aparte, creo que muchos "analistas" sólo tenían de referencia la doctrina soviética del ataque de penetración profunda estilo Operación Bagratión...y el tiempo ha pasado. Aparte que parece que, según el acertado comentario de un internauta anónimo, "Putin está jugando ajedrez y Occidente a las damas". Mis respetos al autor.

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