El establishment local y los sectores más extremos de Juntos por el Cambio pretenden que el presidente aplique el programa de gobierno que perdió las elecciones.
El proceso ecuatoriano, con todas sus particularidades y la imposibilidad de compararlo con el argentino, sirve para ilustrar sobre estas pretensiones.
Moreno llegó al poder-se sabe-de la mano de Rafael Correa. Si se repasa la campaña, esa sucesión estuvo mejor articulada que la que se intentó en la Argentina entre Cristina Fernández y Daniel Scioli. El rol de cada uno, los niveles de protagonismo, el equilibrio entre conservar el núcleo duro y ampliar, estuvo manejado con mucha destreza. El problema vino después. ¿Es cierto que Correa quería seguir manejando el poder detrás del trono? Sí. ¿Es cierto que esto auguraba una interna entre el presidente saliente y el entrante? Sí. ¿Es acaso tan distinto a lo que pudo haber pasado en su momento entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde? No. Sin embargo, por motivos que serían muy largos de desarrollar aquí, lo que ocurrió en Ecuador no fue una pelea de poder entre dos caciques que en algún momento se termina de definir. En Ecuador Moreno abrazó el programa de la derecha que él había derrotado. El punto número uno de ese plan era perseguir penalmente a Correa y a todo lo que hubiera estado cerca de él. Y Moreno lo hizo y lo hace. Luego vino un giro neoliberal a medias y un gran vacío de poder.
A los pocos meses de haber ganado las elecciones, en una reunión, un grupo de empresarios de medios de comunicación le dijo a Moreno que no lo “habían votado” pero que lo respaldaban. Y el presidente de Ecuador, con ironía, contestó: “Creo que hoy me quieren más los que no me votaron”. Esa fue una verdad que duró poco. Finalmente no fue el presidente de nadie. La derecha nunca lo vio como propio y el correismo se fracturó y dispersó. Claro que la enorme debilidad de Moreno no se explica sólo por esto sino por el fracaso global de su gestión.
Lo que la derecha argentina espera de Alberto F es esto. La fantasía de ganar siempre, con el propio o con el adversario. Es el intento de que por algún motivo se contagie del síndrome Lenín Moreno.
Entrevista con el nuevo representante del mutualismo en el directorio del INAES. "Debemos trabajar en…
El secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria aseguró que durante la actividad…
El grupo Dass anunció el cese de operaciones desde el 20 de enero. Las notificaciones…
La exdirectora del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti habló sobre el cierre del…
Las dietas de los senadores vuelve a ser tema de debate. ¿Cuánto cobran en poder…
El Padre Lorenzo Toto de Vedia, párroco de Caacupé de la Villa 21-24, ofició una…
Solo tendrán los octógonos con advertencia aquellos alimentos que tengan grasas, azúcares y sodio añadido,…
Los estudios de carga viral, CD4 y resistencia son “indispensables para evaluar el avance o…
El gobierno de Axel Kicillof publicó en el Boletín Oficial la prórroga del presupuesto y…
La iniciativa propone una inmersión multidisciplinaria en el universo de este gran mito argentino. Todos…
La novela de la escritora cordobesa tendrá su versión en la gran pantalla protagonizada por…
Miles de empleados públicos atemorizados por preservar su sustento concurren en masa a rendir una…