La «Conexión Nazi» que amenaza a Mar del Plata

Quizás el referente más importante de esta movida de intolerancia es Carlos Gustavo Pampillón, creador del FO.NA.PA (Foro Nacional Patriótico). Pampillón saltó a la popularidad en 2011 cuando el Concejo Deliberante de General Pueyrredón, por pedido de distintos Organismos de Derechos Humanos, decidió retirar del recinto principal la foto del Capitán de Fragata Pedro Giachino, primer caído en el conflicto de Malvinas. Giachino, alias Pablo, figura en varias denuncias en juicios por su participación en crímenes de lesa humanidad en el área 400, como se conocía al eje Zárate-Campana, y también aparece en la causa de la Base Naval de Mar del Plata así como en los Juicios por la Verdad. 

Según su legajo militar, sus mayores deseos mientras revistaba en la Escuela de Oficiales de la Armada, eran: «Ocupar un puesto que me permita intervenir activamente en la lucha contra la subversión» y «efectuar el Curso de Guerra Subversiva en la Escuela de las Américas de Panamá». Incluso el Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas de La Plata (CECIN) manifestó en su momento que si el capitán Pedro Giachino hubiese sobrevivido a la guerra del Atlántico Sur «hoy estaría procesado por delitos de lesa humanidad».

Pampillón aún debe responder ante la justicia, imputado por una serie de conductas discriminatorias. La primera de ellas ocurrió en 2011, en lo que podemos decir fue el bautismo de fuego para el FO.NA.PA, cuando destruyó el monumento de Memoria, Verdad y Justicia que señaliza la Base Naval como ex Centro Clandestino de Detención, con pintadas que rezaban «Garré Montonera» en alusión a la entonces ministra de Defensa. Este acto vandálico fue en respuesta al cuadro retirado del capitán Giachino. 

En el segundo hecho, ocurrido en 2014, se lo acusa de haber instigado a un grupo de simpatizantes de su agrupación a dañar el Centro de residentes Bolivianos. «Fuera Bolivia de Salta. La patria no se negocia, ojo… arderá el escarmiento. FONAPA La Giachino, viva la patria carajo», fue una de las pintadas.
Su agrupación también está vinculada con episodios violentos, amenazas, pintadas y golpizas a miembros de la comunidad gay. Quizás el más grave fue el ocurrido en el Concejo Deliberante, en octubre de 2014, cuando Pampillón y su grupo irrumpieron a golpe de puños en una sesión donde se discutía la destitución de la presidenta del Concejo, Vilma Baragiola. Finalmente el 2 de noviembre de 2015, y por unanimidad, se los declaró persona no grata en el Partido de General Pueyrredón.

A principios de este año la procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó creó una cuadrilla especial dedicada a investigar el avance neonazi en Mar del Plata. La investigación dio como resultado la detención de cuatro miembros de organizaciones filonazis, uno de ellos Alan Olea, yerno de Pampillón y líder de la agrupación «Bandera Negra».

El Padre Enrique

Enrique Luis Pío, conocido como el Padre Enrique o «el cura gaucho» es un párroco de Sierra de los Padres nacido en Estados Unidos en 1973. Vivió en Ginebra, Suiza, donde estudió en un colegio de los Misioneros de San Francisco de Sales. Fue en esos años donde descubrió su vocación de servicio y una vez terminado sus estudios secundarios realizó parte de su formación religiosa en Suiza y el resto, en el Seminario San José de La Plata, en la época de Monseñor Arancedo. Entre sus declaraciones polémicas, afirmó que el kirchnerismo permitió que algunas organizaciones sociales estén llenas de delincuentes, calificó a Pedro Giachino como un héroe de la Patria, sostuvo que la homosexualidad es una relación contra natura y destacó que Carlos Pampillón era su nuevo amigo.

Conoció a Pampillón en 2015 cuando un grupo de supuestos feligreses fueron a proteger la Catedral de los posibles ataques de quienes participaban del 30° Encuentro Nacional de Mujeres. En esa oportunidad, la policía protegió a los miembros del FO.NA.PA y reprimió a los manifestantes.
El Padre Enrique participó de toda esa jornada apoyando a Pampillón – «Carlos estaba junto a otros feligreses, ahí es donde lo conocí y me manifestó que estaba en un proceso de regreso a la fe católica, y que atravesaba una etapa conflictiva con un tema de su familia» – Los feligreses a los que se hace referencia el Padre Enrique no son otros que los miembros de «La Giachino», una agrupación de jóvenes que nace del FO.NA.PA y actúa como su grupo de choque. 

Según sus propias palabras se vinculó a Pampillón para apoyar una de sus causas, la defensa del militar fallecido en Malvinas Pedro Giachino. Al parecer aquel cuadro con la foto del ex Capitán que fuera retirado en 2011 del recinto municipal, se transformó rápidamente en un bastión de lucha por parte de los sectores más conservadores y las agrupaciones fascistas. 

Hombre de costumbres tradicionalistas y folklóricas, el Padre Enrique gusta de vestirse de gaucho y montar su caballo «Aquino», bautizado así por Santo Tomás de Aquino, aquel que alguna vez dijera «el fin justifica los medios» y cuya doctrina se mantiene viva en Mar del Plata en la Universidad FASTA (Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino), creada por el cura Aníbal Forbery. Esta casa de estudios es la única donde se mantiene un retrato del Capitán Giachino, además de brindársele un homenaje poco después del retiro de su cuadro del Palacio Municipal. «

Para el intendente, la gente era «feliz» en la dictadura 

«Les diría a los delincuentes que vayan pensando en irse. Queremos lograr que el vecino de Mar del Plata vuelva a ser el vecino feliz de hace 40 años, que podía caminar por la calle con tranquilidad e ir a cualquier lugar», afirmó el intendente de la ciudad Carlos Fernando Arroyo, en una reivindicación de la dictadura cívico-militar y el terrorismo de Estado que cosechó innumerables expresiones de repudio. La temeraria afirmación ocurrió en un Centro de operaciones policial de Mar del Plata, donde el jefe comunal confirmó la llegada de fuerzas federales a la ciudad, convirtiéndola en «uno de los distritos con mayor cantidad de fuerzas». 

Para completar su mensaje y el tenor de su análisis sobre un tema tan delicado expresó: «Queremos terminar con el malviviente.» Además de su pasado carapintada, Arroyo cuenta entre sus antecedentes haber sido candidato de Luis Abelardo Patti –hoy condenado por delitos de lesa humanidad–. Entre sus posturas políticas, además de fervoroso defensor de la dictadura, también se destaca su oposición en contra del matrimonio igualitario y su intentó de prohibir las murgas en Mar del Plata. Arroyo fue denunciado el año pasado ante el INADI por el Centro de Residentes Bolivianos Don Pedro Domingo Murillo, por relacionar el delito con la presencia de esa comunidad en el país.