El gobernador Axel Kicillof analizó hoy con expertos e intendentes la posibilidad de que el Conurbano, que registró una baja en los casos de coronavirus por novena semana consecutiva, pase del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) a la etapa del distanciamiento social (DISPO), una decisión que de todos modos sería dispuesta por decreto presidencial.
Como en la previa a cada nueva etapa de la cuarentena, el mandatario se reunió hoy de forma virtual con intendentes e integrantes del Comité de Expertos para analizar la situación epidemiológica de la provincia y abordar las modificaciones que regirían a partir del próximo lunes, cuando comience la nueva fase, y hablar de la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 que planifican para diciembre.
Acompañado por su vicegobernadora Verónica Magario y buena parte de su gabinete, Kicillof analizó la curva de casos que dan cuenta de una reducción sostenida tanto de los contagios como de la ocupación de camas en el sistema hospitalario, pese a la flexibilización paulatina de distintas actividades económicas y sociales. Los positivos pasaron de un promedio diario de 5 mil a 2 mil.
“Son muchos los factores que han contribuido. Entre ellos se encuentran las políticas que adoptamos para profundizar el seguimiento de los casos, los testeos, los protocolos que se establecieron para las actividades productivas y las normas de distanciamiento y cuidado personal”, explicó Kicillof. Y agregó: “Todavía estamos lejos de poder decir que hemos derrotado al virus, pero logramos fortalecer el sistema sanitario para que nadie se quede sin la atención necesaria”, agregó.
El AMBA actualmente está en fase 3, aunque desde hace más de un mes, el gobierno provincial comenzó a habilitar actividades que estaban contempladas en fase 4 y 5 originalmente, como la construcción, las actividades deportivas, o los restaurantes y bares al aire libre.
Las últimas flexibilizaciones en los 35 distritos bonaerenses del AMBA se dieron el martes con la apertura de shoppings -solo locales comerciales, sin patios de comidas ni espacios recreativos-, la reanudación de los ensayos y los talleres en establecimientos culturales, los nuevos permisos de construcción privada y las actividades deportivas de hasta 10 personas al aire libre.
El pase al «distanciamiento social», que busca sincerar también la flexibilización de hecho del ASPO que existe hace tiempo en el AMBA, sería dispuesta por un decreto del presidente Alberto Fernández que sería anunciado mañana como parte de la nueva etapa de la cuarentena que regirá desde el lunes 9 y hasta el 23 de noviembre. Lo que quedaría habilitado con la «nueva normalidad» serían las reuniones sociales de hasta 10 personas en lugares cerrados, algo que hoy no está permitido en fase 3.
Durante el encuentro, Kicillof y los intendentes también hablaron de la campaña masiva para aplicar la vacuna apenas lleguen las dosis a la provincia y les confirmó que esperan que eso ocurra en diciembre.
En este punto, Kicillof destacó «la vocación de trabajo conjunto que hemos sostenido la Nación y la Provincia para garantizar el acceso a los tratamientos y la vacuna para los y las bonaerenses», al tiempo que los llamó a seguir reforzando los cuidados «porque la pandemia todavía no terminó».