Victoria De Masi: «Karina Milei es la que ordena el mundo de su hermano»

La periodista y escritora Victoria De Masi se propuso cubrir el año pasado la campaña de La Libertad Avanza desde “la periferia hacia el centro”, con crónicas, relatos e historias de vida que ponían el acento en los jóvenes y acompañaron, en actos y redes sociales, el derrotero que le permitió a Javier Milei convertirse en el presidente de los argentinos. Y ese interés profesional que siempre sintió por los “personajes que se encuentran al costado de la foto” la llevó a poner la atención en Karina Milei, la hermana del líder libertario, que con el tiempo se convirtió en “El Jefe” del espacio que hoy gobierna el país.

“Percibía que Karina era una persona muy subestimada por el entorno político que se iba gestando en La Libertad Avanza. La veían como una ‘che piba’ que resolvía cosas que tenían que ver con la luz y el escenario y otras cuestiones que eran secundarias y mí no me parecía. Era alguien que ocupaba un lugar importante y que hoy es una persona que maneja mucho poder”, señaló De Masi en una entrevista con Tiempo Argentino.

Con una escritura ágil que conjuga la precisión informativa y el ritmo de la crónica, De Masi recorre en su libro Karina (editorial Sudamerica) la vida de una mujer que siguió a su hermano hasta el punto de convertirse en el reverso de una misma personalidad; en “El Jefe” de un partido consolidado a nivel nacional y en la funcionaria más importante de un Gobierno que inauguró un nuevo ciclo político en Argentina. 

-¿Cómo fue tu aproximación a La Libertad Avanza?

-Fue un acercamiento intermitente. Comenzó en 2020, durante la pandemia, cuando me acerqué a los streamings libertarios, que me llamaron mucho la atención. Después, hice algunos trabajos periodísticos en la campaña de 2021, cuando Milei se presentó como candidato a diputado nacional. Pero el año pasado me aboqué a seguir todo de punta a punta el recorrido electoral de La Libertad Avanza. Lo hice desde la periferia hacia el centro porque me era difícil entrar en el círculo del candidato, así que me centré más en los votantes del espacio. Lo hice de esa forma porque no me considero una periodista política. Si me ponía en ese rol iba a terminar haciendo un cosplay (una interpretación) del trabajo que hacen otros compañeros que manejan otras agendas y tiene otras llegadas. Se trató de un trabajo más de observación.

-¿Es un universo difícil de abordar?

-Era algo extraño en un principio, pero siempre me interesaron las historias de las personas que son medios salmones, que van contra la corriente. Ante estos fenómenos, trato de no horrorizarme ni de indignarme. Eso es lo que me salvó, pese a la cantidad de cosas que escuché y vi. Cuando logré acercarme a algunos de los referentes libertarios, tras romper el perímetro que rodeaba a Milei, puede tener llegada a Nahuel Sotelo, Agustín Romo o Ramiro Marra. Ellos me consideraban como una votante de Juan Grabois. También me hice un usuario libertario para seguir en las redes sociales para entender ese lenguaje que los periodistas de escuela no pueden captar. En una nota que le hice, Romo me dijo que el chiste de ellos era ‘hacerles pisar el palito’. Ellos se divierten con la indignación que provocan y ahí entendí qué era lo que buscaban. Eso no implica justificar, son dos cosas distintas.                          

-¿Cuándo notaste que Karina Milei era un personaje que valía la pena ser contado?

-Tengo debilidad por las personas que están al costado de la foto, que aparecen como personajes secundarios. Me interesó conocer los pasos que siguió para haber llegado donde está actualmente. Lo que percibía en la campaña era que Karina era una persona subestimada por ese entorno político que se iba generando. Era como una mina que resolvía cuestiones que tienen que ver con el escenario, la luz de un estudio de TV, la agenda y esas cosas. Era como una ‘che piba’ del candidato. Pero en los textos que producía, Milei siempre la citaba como alguien muy importante en las dedicatorias.  

-¿Entonces ya era “El Jefe” de La Libertad Avanza?

-Sí, ya lo era en 2021. Era una persona que no tenía nada que ver con los parámetros del feminismo que se venían manejando y eso era inesperado. El apodo era una forma de marcar un antagonismo con una corriente política. Por todo eso, quise saber quién es Karina, qué pasó con ella para que una cadena nacional Milei diga que le tenemos que “agradecer” lo que hizo.

-Se criticó mucho de la forma que se filtró su imagen para que apareciera más presentable ante las cámaras en esa cadena nacional.        

-Eso da la pauta de que a las mujeres se nos sigue exigiendo mucho. Decían que estaba muy pintada, pero en la acumulación de poder, cosas como las del maquillaje o los filtros quedan en un cuarto plano. Karina es la que ordena el mundo de su hermano. Nadie la votó y es la que borró del gobierno a (la vicepresidenta, Victoria) Villarruel. ¿Y estamos hablando de si se pintó o no?      

–Citaste en tu trabajo a personas que conocen a Karina desde hace años y no pueden creer que siendo cómo era esté hoy en un lugar de tanta trascendencia.

-Karina es poderosa y maneja los hilos del poder en el Gobierno, pero tiene una limitación: no sabe hablar en público. Eso no le impide ocupar el lugar que tiene cerca de su hermano.

-El Gobierno parece tener todo un dispositivo abocado a la instalación de temas. ¿Karina participa de todo eso de alguna forma?

-Karina no participa en nada que tenga que ver con la instalación pública de temas. Recién este año se abrió una cuenta en Twitter (X) e interactuó muy poco. La cuenta de Instagram que tiene es cerrada. Me preguntan cuál es su brillantez, su inteligencia, y simplemente digo que es la mano derecha del Presidente. Ella no está en la rosca, ordena a su hermano. En el libro trato de tirar pistas sobre su rol y dejar preguntas, pistas. No me gusta subestimar las miradas de los lectores. “Karina” es un personaje en desarrollo, este texto es algo que escribí en el mientras tanto.            

-¿Milei también?

-Sí, pero él está empeñado en recordarnos todo el tiempo que es el presidente. Usa todo el tiempo la banda y se apoya en bastón. Ya todos nos enteramos que es el Presidente y que ganó en la segunda vuelta con el 56% de los votos. Karina no necesita ponerse una banda. Todos saben que es la sombra de su hermano.

-¿Crees que algunos hechos como los del senador Eduardo Kueider pudieron deteriorar la relación que tienen Javier, Karina y el asesor presidencial Santiago Caputo, que forman todos el denominado triángulo de hierro del Gobierno?   

-No seguí el tema Kueider en particular, pero me cuesta pensar que eso pueda poner en crisis la toma de decisiones en el triángulo de hierro. Hay algo que une a Karina con Santiago Caputo que es la convicción. Ellos son las únicas personas que desde 2021 creyeron que Milei podía convertirse en presidente.  

–Dijiste en otras notas que Milei aún quiere y respeta a Villarruel a pesar del fragor de la interna que los envuelve por estos días ¿No está deteriorado el vínculo entre Presidente y la vice?

-No, creo que no. Es algo que infiero e investigué. Vi muchos videos. Milei es alguien que se cuenta solo, es muy expresivo y no puede disimular físicamente. No hay aparición pública anterior al 10 de diciembre en la cual no se sienta obnubilado por la presencia de Villarruel. Creo que en su intimidad reconoce que su triunfo tiene que ver con ella. Lo que pasa que la voz de Karina es más fuerte.    

¿Cuánto influye en todo esto la relación que los hermanos Milei tuvieron con sus padres? 

-No puedo pisar el campo del psicoanálisis, pero ellos se criaron en un entorno violento, físico y emocional, casi sin roce social. Para ellos, todo era visto como una amenaza, salvo cuando te levantan la barrera y te habilitaban su confianza.

-Pero hay muchos que salen de ese círculo en el gobierno.

-Creo que esos salen expulsados por Karina y por Javier. Ellos viven todo esto como una revancha personal, digo estar en el lugar en el cual están. Es cómo decirle a quien te bulineó en secundario ‘mirá de quien te reíste, ahora mando tu vida’.

-¿Karina se presenta como candidata el año que viene?

-No lo sé, no puedo responderlo. Me cuesta verla lejos de su hermano, en el Congreso. Se generaría una distancia que no sé si se puede sostener.