Pero si aquello que nos indigna es nuestra realidad en los barrios ¿Cuál es el tiempo que podemos dejar pasar?
¿Cómo se hace sino desde lo visceral, desde esos sentimientos de indignación, cuando vemos injusticias y actores políticos que las ensalzan y justifican? ¿Cómo podría analizar desapasionadamente nuestro presente de desigualdad y creciente pauperización de la clase trabajadora, sin pensar en esas niñeces que no tienen tiempo de espera porque su hambre es de hoy? Su no futuro los golpea hoy. Quizás, entonces, lo natural debiera ser indignarse frente a una democracia de baja intensidad, cada vez más de espalda al pueblo.
¿Cuál sería la reacción apropiada para analizar la construcción de un personaje nefasto como Gerardo Morales y su sorprendente soporte mediático? O el efecto que provoca que hasta las posiciones de figuras públicas socialdemócratas o pretendidamente progresistas se vean obligadas a correrse a hacia la derecha en sus discursos y, más grave aún, en sus prácticas.
Disculpen, pero no me es posible responder a ese llamado a la sensatez y esperar: A los fascistas como Morales se los combate. Su candidatura a vicepresidente en las PASO enarbolando su vocación de ser un hombre que reprime con fiereza a las comunidades que reclaman por sus derechos reconocidos por la Constitución Nacional y a los trabajadores y trabajadoras que piden salarios dignos, es sencillamente motivo de digna rabia.
Me indigna «la sensatez» del gobierno nacional y su respuesta moderada ante semejante ataque bestial a todo un pueblo pacífico y trabajador. Disculpen, pero esa reacción tan comedida, propia del cogobierno con el FMI y la embajada, a mí no me deja sino analizar con mis emociones.
Me resisto a aceptar que la democracia es sólo la táctica electoral, despojada de acciones concretas en favor de nuestra clase. Me resisto a pensar que el posibilismo, esa aceptación resignada de renunciar a todo intento de salirse de la lógica del mercado, es la única opción. Me resisto a ese «pragmatismo» que justifica y encierra sus pensamientos en que la única opción es asumir la dinámica del capital.
Hay semillas de verdad en los más de 500 años de resistencia de nuestros hermanos y hermanas de los pueblos originarios. Resisten al genocidio, aquel del oro y la plata, el petróleo, el quebracho, el algodón, la soja, el agua y ahora el nuevo objeto de deseo: el litio.
De nuestros hermanos y hermanas aprendemos. Nuestra resistencia es activa y construimos caminos. Nuestra indignación, es una respuesta. Frente a la violencia del ajuste, nosotros y nosotras seguimos proponiendo una nueva sociabilidad humana. Construyendo comunidad con ternura revolucionaria, aquella capaz de sentir en «lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo». La misma que sienten tantos compañeros y compañeras que construyen cada día nuestros sueños colectivos. Sí, la misma de los 30.000, esa que nos anima para un día ser capaces de estar a la altura de los sueños de libertad nuestro pueblo. Con ternura vamos a construir una sociedad sin explotadores ni explotados.
¿Cómo es ser jubilado-jubilada hoy y enfrentarse a este gobierno? Desde Tiempo realizamos este corto…
El Ejecutivo tomó dos medidas que comprometen la competitividad del sector manufacturero. Allanan el camino…
Evaluando la situación real de la economía se entiende cómo le aprieta el zapato al…
El expresidente patrocina a la empresa de la reina Máxima para quedarse con la vía…
Referentes de distintos sectores de Unión por la Patria coinciden en que el proyecto firmado…
En el próximo mes, la expresidenta definirá el sistema de alianzas en Santa Fe, Corrientes…
Tras siete años de descensos, China reportó en 2024 un aumento en el número de…
El nuevo gobierno enfrenta muchos desafíos económicos y de relaciones exteriores.
Con la segunda llegada de Donald John Trump a la Casa Blanca, se abren escenarios…
A horas de la implementación de la primera etapa de la tregua, Israel seguía atacando…
La concentración de la riqueza y la desigualdad son escandalosas y la inflación hizo estragos.…
¿Qué parte le toca al calentamiento global producto de las actividades económicas en estos fuegos…