Nuevos testimonios en el Juicio Brigadas por crímenes de lesa humanidad en el Conurbano Sur

Por: Nahuel De Lima

Hubo cinco declaraciones de sobrevivientes y familiares de personas desaparecidas.

El debate oral del Juicio Brigadas sobre delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico militar en las zonas de Banfield, Quilmes y Lanús continuó este martes con la declaración de los sobrevivientes Julio Daniel Chachagua, Rodolfo Horacio Monzón y Alfredo Ramos.

Además, participaron Carolina Ortiz, hija del desaparecido Pedro Alberto Ortiz, y Alicia Susana Quiroz, viuda de Horacio Rapaport.

Ya me había despedido de todos

En primer término declaró Julio Daniel Chachagua. Fue secuestrado el 15 de junio 1977 cerca de la medianoche. “Violan la puerta delantera y trasera unas diez personas armadas”, contó. Estaba durmiendo cuando fue sacado de la casa, en San José, a los golpes. Su compañera, Celia Regina Paredes, estaba embarazada de seis meses.

Ya en el centro clandestino de detención, fue sometido a un interrogatorio. “Me dan unos golpes y empiezan las amenazas. Tenía que decir todo lo que sabía o iba a ir directamente a la parrilla”, mencionó ante el Tribunal y las partes. Compartió calabozo con jóvenes de poco más de 20 años.

Finalmente fue liberado. “Cuando no escuches más el motor del auto, te levantás”, le dijeron, y lo dejaron con los ojos vendados en plena calle. “Yo ya me había despedido de todos”, admitió el sobreviviente.

En el cierre del testimonio, admitió que “lo vivido se vuelve muy presente” y agradeció al Tribunal la “posibilidad de contar lo que ha sucedido” y deseó que “la gente que estaba en la espera, vea una luz”, aludiendo a todos aquellos que no pudieron volver a ver a sus seres queridos. “Valoren su libertad, esa que les permite ser y pensar”, le dijo a la juventud de hoy, al tiempo que aclaró que “Argentina vivió una etapa que nadie debe borrar ni olvidar”.

Caminá si sacarte la venda

Rodolfo Horacio Monzón fue el segundo testigo. “Estuve privado de la libertad seis o siete días”, recordó. Era militante de la Juventud Trabajadora Peronista. Estaba junto a su compañera y su hijo, de 1 año, cuando irrumpieron en la casa -de Quilmes- en la madrugada del 20 de octubre de 1976, días después de haber participado de una volanteada en la zona de fábricas metalúrgicas de Quilmes y Florencio Varela por el Día de la Lealtad (17 de octubre).

Ya en el centro de detención, fue sometido a la tortura. “Bajamos una escalera y me pusieron en un elástico de cama. Me ataron, me mojaron y me picanearon”, contó. Luego, fue trasladado nuevamente al calabozo. Estuvo detenido en el Pozo de Quilmes.

Cuando lo liberaron, en la avenida Calchaquí, pensó que lo iban a matar. Se repitió la misma lógica que con otros sobrevivientes: le dijeron que caminara sin sacarse la venda por un tiempo y no mirara el vehículo que lo llevó hasta allí.

Tuvimos que hacernos fuertes

Carolina Ortiz fue la tercera en prestar declaración en este juicio. Es hija de Pedro Alberto Ortiz. “A papá se lo llevaron a los 29 años de edad”, comenzó con el relato. Trabajaba en una fábrica militar de Wilde, era encargado sindical, estudiaba y militaba en la JP (Juventud Peronista), además de realizar trabajo social en el barrio.

“Le apuntaban con la ametralladora y le dijeron que lo iban a matar delante de su familia si no encontraban lo que querían. Pero en casa no había nada”, aseguró la mujer, respecto al primer procedimiento en la casa, en marzo. La cuadra estaba rodeada y el operativo no se extendió por más de una hora. “Le dijeron ´vos sos el que hace quilombo en la fábrica´”, apuntó.

A los tres meses volvieron, el 15 de junio de 1977. “Papá siempre le decía a mamá que cuando lo fueran a buscar, dijera donde estaba. Y les dijo que estaba en la fábrica”, relató. Cuando ella llegó a la fábrica, ya lo habían secuestrado. “Fue algo duro saber que ya no iba a venir más”, expresó con la voz quebrada ante el Tribunal. “Siempre esperé que viniera, pero nunca más lo vimos”, completó. Pudo saber que lo habían visto en el Pozo de Banfield y existe la posibilidad de que pasara por el de Quilmes.

En el cierre, dio cuenta del dolor que persiste por esa pérdida. “Nos criamos (con su hermano) muy ausentes de todo, muy cerrados. Nos criamos solos y sin saber lo que era el mundo. Tuvimos que hacernos fuertes”, remarcó respecto del después.

Horacio vive en mí

La cuarta testigo fue Alicia Susana Quiros, quien era la pareja de Horacio Rapaport. Era arquitecto y ayudante de cátedra en la Facultad de Arquitectura, militaba en Montoneros y le gustaba el cine y practicar deportes.

Fue secuestrado el 5 de agosto de 1976 junto a Francisco “Barba” Gutiérrez y trasladado a la Brigada de Quilmes. “En esa brigada lo habían torturado muchísimo”, aseguró la mujer, de acuerdo al relato del propio Horacio. “Tenía claras muestras de tortura de picana”, apuntó.

Luego, fue trasladado a la Unidad Penal 9 de La Plata. Después de un tiempo debía ir a Sierra Chica, pero lo bajaron del camión celular en el Regimiento de Infantería Nº 7, de acuerdo a testimonios. A través de un telegrama, le comunicaron a la familia que se había quitado la vida. “Es imposible la teoría del suicidio”, sentenció la mujer.

Horacio vive en mí, en su hija Soledad, en todos los compañeros que lo conocieron, por su valentía y su coraje”, dijo para finalizar.

En el Sheraton

La quinta persona que declaró en el Juicio Brigadas fue Alfredo Ramos, sobreviviente. Fue detenido el 6 de diciembre de 1976 a la salida de su trabajo, un laboratorio farmacéutico en Lomas del Mirador. “Pasé por varios lugares hasta terminar en el Penal 9 de La Plata y después me concedieron salida del país”, resumió.

“Se acercaron seis o siete personas armadas, me subieron a un coche y ya me taparon los ojos y me llevaron a un lugar que le dicen el Sheraton”, relató. “Un día en la noche, me sacaron, me subieron al asiento de atrás de un coche y me llevaron al Grupo 1 de Vigilancia Aérea en Merlo. Nunca bajé del coche”, explicó. Finalmente, lo llevaron a El Infierno de Avellaneda. Mencionó que se escucharon gritos de una mujer y las obscenidades que le decían, además de la tortura de la joven.

Desde allí fue trasladado a una comisaría de Ramos Mejía, donde ya no tenía los ojos vendados, y finalmente fue a La Plata. Poco tiempo después, se exilió en México, donde reside actualmente.

Compartir

Entradas recientes

El programa cambiario de Milei necesita una inyección de dólares

El presidente quiere mantener el ancla cambiaria hasta las elecciones de octubre. Pero el dólar…

1 hora hace

Ayudado por senadores «con peluca» Milei llega protegido a la apertura de sesiones

El presidente le hablará a la Asamblea Legislativa en medio del criptogate. Sin embargo, contabiliza…

1 hora hace

Cristina reúne al PJ en medio del cimbronazo que produjo la movida kicillofista

La reunión estaba pensada para analizar la situación en el marco del criptogate y el…

2 horas hace

Especialistas advierten que EE.UU. podría avanzar rápido en la investigación

Hubo reportes ante el FBI y el Departamento de Justicia. Un estudio de Nueva York…

2 horas hace

El ajuste y el saqueo necesitan una sociedad desinformada

El escándalo del viernes 14 de febrero fue un reflejo del país y la sociedad…

2 horas hace

Una foto con Trump, el «logro» del viaje de Milei a Estados Unidos

El encuentro de los presidentes duró 10 minutos. Fue después del discurso del mandatario argentino…

3 horas hace

Criptogate: Milei quedó imputado en Argentina y en la mira de EE UU

El fiscal Taiano impulsó la investigación por abuso de autoridad, estafa, tráfico de influencias y…

3 horas hace

Para los analistas, el tema cripto es una «crisis de sombra larga»

Gustavo Córdoba y Julieta Waisgold coinciden en la penetración transversal del escándalo en la opinión…

3 horas hace

Kicillof sorprendió con el lanzamiento de su espacio político y la lista de apoyos

En una jugada imprevista, lanzó el Movimiento Derecho al Futuro, con el que busca erigirse…

4 horas hace

Lorena Vega: “Envidiosa pone en primer plano mandatos sociales que no fueron superados”

Es una de las actrices y directoras más reconocidas del teatro off. Pero la psicóloga…

4 horas hace

Hilda Herrera y su cautivante gramática de horizontes, caminos y silencios

La gran pianista y docente cordobesa de 92 años publicó dos discos casi en forma…

4 horas hace

Ping pong con Un Rubio Peronista: “Es muy difícil hacer humor sobre Milei porque es un chiste en sí mismo»

Nació a partir de los lockout de las patronales agrarias por la 125, ganó gran…

4 horas hace