El actor interpreta a Mario Vitette en El robo del siglo, la película de Ariel Winograd basada en el mítico asalto a la sucursal Acassuso del Banco Río, ocurrido en 2006. Los pormenores de una reconstrucción meticulosa y el delicado equilibrio entre el thriller policial y la comedia.
Los dos líderes de la banda fueron un histriónico embaucador uruguayo llamado Luis Mario Vitette (Guillermo Francella) y el intrépido y meticuloso cerebro del plan: Fernando Araujo (Diego Peretti). Francella saluda a Tiempo con una sonrisa franca y un entusiasmo notorio. El éxito, se sabe, se cuenta una vez que se hace realidad. Pero El robo del siglo, la película de Ariel Winograd que se estrena este jueves, parece tener unas cuantas sortijas en la mano antes de que empiece a dar vueltas la calesita. Se trata de una historia difícil de empardar que incluye personajes magnéticos. A partir de ese punto de partida, actores de renombre, una producción de nivel y un director con mucho oficio alcanzan un equilibrio exacto entre el thriller policial y la comedia. Francella conoce muy bien el paño y presiente que se puede tratar de uno de los estrenos del año: «Recibimos muy buenas devoluciones de la gente que vio la película, yo la vi también y estoy orgulloso de lo que hicimos juntos. Fue un hecho de una gran audacia y dejamos todo para estar a la altura. Ahora sólo queda administrar la ansiedad y ver qué pasa después del estreno. Estas cosas son así».
A la distancia, que Francella interprete a Vitette puede parecer –casi, casi– un voto cantado. Las apariciones públicas del bandido uruguayo lo exhiben como un vendedor de buzones crónico, de gran carisma y despliegue expresivo. Un registro que Francella maneja con destreza. Sin embargo, el actor logró darle más dimensiones a su personaje y ahuyentar cualquier sombra de caricatura. «En principio me planteé no imitar a Vitette. Sí vi muchos reportajes que dio para captarle el tono, cierta forma de ser. Me acomodé el pelo para atrás como él y tomé algún que otro modo. Pero la idea era recrear un personaje inspirado en el original, sin caer en la copia. Y como los personajes y algunas situaciones podían resultar graciosas, con Ariel (Winograd) laburamos mucho cada detalle. Llegamos al set muy ensayados porque era un laburo muy fino, donde no había margen para pasarse de rosca», destaca Francella.
–La historia es ideal para el cine y se armó un equipo de trabajo de primera línea. Más allá de eso, ¿algo te hizo dudar cuando te propusieron el proyecto?
–Aunque parezca mentira, sí. El hecho delictivo en su momento me sedujo mucho por la audacia, por la imaginación y porque no fue violento: no dejó ni un herido. Incluso varios rehenes contaron que los trataron muy bien. Siempre pensé que era un hecho muy cinematográfico y además, no en el momento del robo, pero yo me crié por la zona. Pasé miles de veces por el banco y por la zona del desagüe. Pero dudé mucho cuando me vinieron a hablar. No por la propuesta: por mi historia previa. Mi recorrido para hacer esta historia tuvo varias frustraciones. Porque hubo otros productores que me ofrecieron hacer de Mario Vitette con otro guionista y otro director. Me había gustado la propuesta, me entusiasmé mucho y finalmente, por distintos motivos, quedó en la nada. Después vino otra gente con otro director y tampoco se pudo hacer. No quería frustrarme otra vez. Llegué a pensar que nunca iba a poder hacer esta película. Soy una persona que se apasiona y entusiasmo mucho. Por eso cuando vinieron con El robo del siglo me gustó, pero tenía mis dudas. Por suerte Juampi García y todos los demás conformaron una producción muy sólida y cuando vi tanta seriedad se me fueron las dudas y volví a entusiasmarme como un chico.
–En su momento muchos siguieron la toma del banco en directo. ¿Fuiste uno de ellos?
–Totalmente. Me acuerdo de haberlo seguido por Crónica. Y después estuve atento a todas las revelaciones en los diferentes medios. Leí muchas notas y me seguí sorprendiendo a medida que me enteraba cómo había sido todo. Fue algo tan magistral. Se lo considera uno de los robos más audaces del mundo y las particularidades que se ven en la película lo hacen todavía más atractivo.
–Con Vitette hablaste dos veces.
–Sí. Había hablado con Araujo, que es coguionista de la película, y con algunos otros integrantes de la banda. Incluso charlamos con gente del grupo Halcón, para entender mejor cómo vivieron la situación ellos desde afuera. Pero hablar con Vitette era fundamental porque era mi personaje. Le pedí a la producción que lo contactara antes de empezar a filmar. Estaba entusiasmado con la idea de que se filmara la película y le gustaba que yo hiciera de él. Me dijo que tenemos cosas en común. «¿Qué cosas?, le pregunté. «Tenemos la voz ronca y somos hinchas de Racing», me respondió. Él vivió unos cuantos años en Buenos Aires y de ahí viene su simpatía por Racing. Fue muy generoso y buena onda, hasta me ofreció el traje que uso en el robo. Finalmente utilicé los que me había mandado a hacer la producción porque fueron hechos a medida.
La familia unida
Desde hace poco más de diez años la vida de Francella dio un vuelco definitivo. Aquella figura de enorme popularidad construida casi en la tradición de los capocómicos se transformó en unos de los actores más taquilleros y versátiles de nuestro cine. Sin renegar de sus raíces, logró saltar los encasillamientos que postergan el desarrollo de tantos colegas y no se detiene. Películas como El secreto de sus ojos, El clan y Animal, entre otras, le dieron una nueva dimensión y muchas satisfacciones profesionales y personales. En El robo del siglo también se dio un gusto extra: trabajar por primera vez con su hija Johanna.
–Fue muy movilizante trabajar con ella. Tiene años de formación y experiencia en teatro y televisión. Pero nunca había hecho cine y es una mochila pesada laburar con tu viejo. Sabíamos que podía ser mirada de costado por eso y de hecho ella no quería participar de la película. Todo surgió de una idea de Juampi García, se animó a hacer el casting, Winograd quedó muy entusiasmado y se sumó al proyecto. Creo que logramos escenas muy potentes. Algunas más risueñas y otras más dramáticas. Es una actriz sólida que transmite mucha verosimilitud. Nicolás (Francella) debutó en cine también conmigo, en Corazón de León. Ahora le tocó a Yohanna y yo no puedo estar más feliz.
–¿Qué fue lo que más demandante de la película?
–Fue un trabajo que exigió mucha concentración y rigurosidad. Pero a diferencia de otras películas que hice, nos exigió mucha más entrega física. Me magullé bastante en algunas escenas, sobre todo en la que me tiro por el boquete, por ejemplo. Hasta rompí dos trajes y me gané unos cuantos moretones y dolores. Pero lo lindo es que te das cuenta de que estás metido cien por ciento en el personaje.
–A muchos actores que se hacen muy famosos haciendo comedia les cuesta salir del género. ¿Cómo viviste vos esa experiencia?
–En un momento de mi carrera tuve la necesidad de hacer otras cosas. Sin despreciar mi pasado, claro. Lo comuniqué a diestra y siniestra, tardó un poco, pero me dieron la oportunidad y no la desaproveché. Todo empezó con Rudo y cursi (Carlos Cuarón), después vino El secreto de sus ojos y no paré. Me gusta hacer personajes muy heterogéneos entre sí, contar historias muy diferentes. ¡Yo en esta carrera empecé como extra, ni siquiera haciendo bolos! Imaginate cómo disfruto ahora que me llegan muchas propuestas y puedo darme el lujo de elegir.
–¿Cómo te ves como actor?
–Soy un tipo muy severo conmigo mismo. Muy obsesivo y dedicado. Que sabe que vivir de lo que uno ama es un privilegio. Disfruto mucho de mi profesión y planeo seguir asumiendo muchos desafíos.
X (ex Twitter, de Elon Musk) anunció que su asistente Grok utilizará los posts públicos,…
La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente. Sin embargo, a pesar…
El Jefe de Gabinete expone su informe de gestión en la Cámara Alta. Antes se…
El famoso autor de “Soldados de Salamina” ocupará la silla R que dejó vacía Javier…
La cantante platense lanzó su disco “Alma Florida”, en el que despliega todas sus influencias…
En conferencia de prensa, las organizaciones aseguraron que hasta la fecha asisten con recursos propios…
Los penitenciarios fueron condenados a dos y tres años de prisión con ejecución condicional e…
En menos de un mes llega a Netflix la serie basada en la obra de…
Lo expresó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la habitual conferencia de prensa en Casa…
Conversatorios, performances, proyección de películas, exposiciones de arte visual y música en vivo en diferentes…
Una mirada sobre la realidad sanitaria del país a partir de la intervención de la…
Francisco Oneto representaba a Gloria a Ruiz en la causa por presunta defraudación al Estado…