El Támesis a pesar de ser una cloaca, jamás suprimió la navegación, ni la histórica regata de Cambridge y Oxford.
Hay millones de ciudadanos de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que viven aún en la Cuenca Matanza Riachuelo, con niveles de contaminación. Pero esto no es todo: en el tramo final de la Cuenca, el Riachuelo, es señalado como “uno de los ríos” o “el río más” contaminado del mundo. Sumando una carga aún más pesada a los vecinos que viven cerca de él y hoy lo ven en recuperación.
Pareciera que hubo un campeonato mundial de la contaminación y nuestro río tuvo un desempeño horrendo por mérito de los argentinos y de sus autoridades. Pero veamos.
Van quince años de trabajos para revertir más de doscientos años de depredación del recurso hídrico. Las mejorías alcanzadas: retiro de buques en cauce; empadronamiento de industria, control industrial y adecuación de cientos de industrias, eliminación de descargas cloacales, relocalización de viviendas , reurbanización de Villa Inflamable y otros barrios y sus habitantes sobre el margen del río y arroyos, limpieza de residuos sobre espejo de agua y márgenes, sistemas de monitoreo ambiental, etc. deberían impactar en aquel “ranking de peores ríos”.
Debemos preguntarnos de donde viene la afirmación de que “el Riachuelo es el río más contaminado del mundo”. Si bien hay publicaciones periodísticas que lo dan como un dato firme sin nombrar origen del mismo, también muchas ONG vernáculas, lo repiten, sin demostrarlo.
En una publicación del año 2013, una ONG internacional lo sitúa entre los “10 lugares más contaminados”. La lista es de lugares, y no de ríos. Allí hay ríos y lugares como Chernobyl. Efectivamente la lista es encabezada por el Riachuelo, con una aclaración, que dice “La lista top-ten está ordenada alfabéticamente por países. Dada la variedad de magnitudes, población y tipo de contaminación, una lista ordenada por otro criterio no sería realista ni factible”.
Lo interesante de esta aclaración es que la organización que la elabora no puede “ranquear” un orden por comparación de contaminación entre los enlistados por problemas metodológicos. Sin embargo, a pesar de no tener método presenta una lista de los sitios más contaminados. ¿Cómo logró esa lista si no hay métodos para que unos sitios se pueden comparar contra otros sitios?
En el mismo sitio de esta ONG, cada lugar tiene una ficha técnica. El Riachuelo tiene la suya. En la misma se observa el grosero error de colocar 15 mil industrias contaminantes sobre la Cuenca, cuando en realidad ACUMAR ha detectado 1400 entre las adecuadas y aún contaminantes, con planes de reconversión.
Volviendo al método para confeccionar ese listado, en la ficha del Riachuelo se citan varios artículos de investigación realizados en Argentina, por organismos locales, que tratan de medir el grado de contaminación, pero de ninguna manera buscan si el río es más o menos contaminado que otros.
En el último tramo de la CMR, es un río contaminado, los sabemos con sobradas evidencias. ¿Pero cuánto? Este listado, leído superficialmente lleva a un error.
Se puede verificar que, sí existe un listado de ríos, no sitios, más contaminados. Ese listado lo podemos encontrar en otra ONG. Una fundación de origen español, con presencia en Latinoamérica, de un grupo empresarial, dedicado al saneamiento de ríos y aguas.
La misma explica que la mitad de los 500 ríos principales del mundo, están altamente contaminados. Y sin mediar alguna metodología de selección, presenta los 10 más contaminados. A diferencia de la anterior ONG, esta ONG cita al Río de la Plata y no al Riachuelo, como el tercer río más contaminado del mundo.
Los ríos del listado son fundamentalmente cursos de agua de países en vías desarrollo. Los que en alguna medida involucran países desarrollados, son largos cursos de agua que recorren también países no desarrollados. En definitiva, para la segunda ONG, los ríos contaminados y no saneados, son un problema del subdesarrollo.
Puestos a averiguar si existe un listado de ríos que fueron saneados con éxito, encontramos el informe de una compañía española, el Grupo Acciona, dedicado a soluciones en energías renovables. Acciona organiza una lista de ríos saneados, citando que usó como fuentes a organizaciones y publicaciones como la BBC, iagua, Planeta Inteligente y Kcet.
Es un listado de solo 5 ríos cortos, uno de la poderosa Corea del Sur y otros 4 en Europa Occidental. De ese informe surge que sanear el Rhin de Suiza demandó una inversión de 15 mil millones de Euros, o que el caudaloso Támesis esperó 50 años para volver a tener peces en sus aguas. Son logros de países desarrollados.
Pareciera que no existe una metodología, ni organismo que se dedique a evaluar el nivel de la contaminación de los ríos entre sí, con el objeto de generar una lista ponderada. Es evidente que la constatación de ríos muy contaminados se da en los países en vías de desarrollo, y sobre todo por el crecimiento de grandes megalópolis cercanas a cursos de agua que lo operan y usan como recurso fundamental.
En la medida que se aceleren el crecimiento de esas gigantescas urbes, nuevos ríos pretenderán presidir el podio. Por ejemplo, Buenos Aires es hoy una de las 15 ciudades más pobladas del mundo, y el Río de las Plata y su estuario padece por ello. Sin embargo, en el año 2050, nuestra ciudad se verá sobrepasada por más de 20 ciudades con más población. Muchas de ellas, de países en desarrollo y con ríos en rápido deterioro.
Visto de esta manera, dado que esta cuenca, al igual que otros ríos tributarios del Río de la Plata están siendo saneados, difícilmente sea hoy el más contaminado del mundo. Ni siquiera debiera estar en un top-ten como dijo Green Cross. Sin duda su evolución y recuperación será más lenta que la deseada.
Ríos europeos como el ya mencionado Rhin, sufrieron siglos de degradación y uno de los indicios más claros de renacimiento de este tal vez sea el Salmón.
El salmón desapareció por completo hacia 1940, pero debido a una catástrofe ambiental, como fue el vertido de veinte toneladas de insecticidas al Rhin, en 1986, se tomó como punto de partida para una responsable recuperación.
ACUMAR ha ido incrementando en forma gradual y continua, diferentes medidas o acciones de gestión, con el objetivo de ir realizando también en forma gradual y continua el saneamiento de la Cuenca.
En definitiva, el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo, podrá mostrar avances por trabajo e inversiones constantes y solo en comparación de sus mejoras en relación a si mismo. La consigna será lograr la mayor y mejor convivencia posible con ese curso de agua.
*Director General de Gestión Ambiental de ACUMAR.
**Director General de Gestión Política y Social de ACUMAR.
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