Una película que copia los formalidades del género pero que no tiene nada para transmitir. Hecho a la manera de un clon pero con actores dinamarqueses, su final promete saga.
Los géneros suelen la mejor forma de encausar la anécdota que sirve de excusa a fin de comunicar aquello que se tiene para decir. La comedia y el drama, especie de colores primarios del arte escénico, carecerían de relevancia si no hablaran de cosas sustantivas para los humanos, si no le enseñaran de la vida, le dijeran cosas nuevas sobre experiencias ya vividas por el espectador. Por eso en las grandes películas el género pasa a un lugar secundario: se puede hablar y reflexionar de múltiples cosas a partir de ese marco de referencia; un envase atraerá más que otro, pero lo sustancial deberá seguir aquellos preceptos de hablar de lo que le importa a la gente, como suele decirse. La gran ventaja del género es que marca la cancha y establece las reglas del juego: el espectador, como si asistiera a un deporte, sabe qué esperar y qué no, aunque eso no quita la posibilidad de la sorpresa, algo contemplado por las mismas reglas de juego, que por eso lo son y para eso también sirven.
Todo esto para decir que este film de zombis daneses parece de un principiante en este género. Pero más allá de que todo sea bastante anunciado y previsible, nada acerca de las particularidades de la comunidad que trata. Lo que sucede podría haber pasado en Los Ángeles o en Buenos Aires, Pisa, Concordia, Shanghai. Y eso es, pese a que no parezca, desconocer el género (los géneros). Los zombis (como los aliens, los forasteros o cualquier otro elemento que altere las formas cotidianas de convivencia de las personas, como un terremoto o lo que fuere) sirven para hablar de singularidades de personas y comunidades, de grupos y disputas, de relaciones y jerarquías. Si el género no va a decir más que nos juntamos y matamos a los zombis, entonces que ni siquiera diga, porque resulta tan aburrido como un relato pretencioso.
Ellos te están esperando (Sorgenfri. Título alternativo: What We Become. Dinamarca, 2015). Guión y dirección: Bo Mikkelsen. Con: Mille Dinesen, Marie Hammer Boda, Ole Dupont. 85 minutos. Apta mayores de 16 años con reservas.
También podés leer:
Arte, historia y compromiso se entrelazan en un espacio que transforma el pasado en motor…
La escudería francesa desembolsó una buena suma de dólares para hacerse de los servicios de…
“Son juguetes peligrosos ya que no cumplen la norma de seguridad y pueden generar daños…
El presidente venezolano juramentó un nuevo mandato presidencial ante la Asamblea Nacional con un discurso…
En octubre pasado, el ahora exjefe del servicio de Clínica Médica, Fernando Wahlmann, dio su…
Fue condenado a 21 años y 6 meses de prisión en 2011 por crímenes contra…
Las producciones sobre infiltrados, misiones secretas y complejas tramas históricas nunca dejan de fascinar. Basadas…
El parte médico indica que tiene un déficit neurológico agudo debido a un accidente cerebrovascular…
La obra de Lucrecia Martel encabeza La Internacional Cinéfila, un sondeo que realiza cada año…
En la previa a la asunción de Maduro, el ex diputado nacional argentino envía un…
El Ejecutivo es ambioso en la agenda de temas que buscará aprobar en ambos recintos,…
En medio de movilizaciones oficialistas y opositoras, y la desmentida de la supuesta detención de…