Por su programa pasaron ídolos nacionales como Carlos Bianchi y campeones del mundo de otros países, como Vicente del Bosque, Xavi o Cesc Fábregas. "Por contenido, los medios más chicos también estamos a la altura", dice, en una especie de justicia poética sobre el mainstream.
Nunia nació en Morteros, Córdoba, pero vive en San Guillermo, un pueblo de 9 mil personas a 17 kilómetros de Villa Trinidad: todos los días viaja por la ruta provincial 23 para realizar su programa, Super Deportivo Radio -junto a Santiago Sotto, Javier Rapalo y Alberto Mansilla-, que se emite de lunes a viernes de 18.30 a 20 pero replica mucho más allá del pago chico.
-En un ambiente deportivo en el que los protagonistas se expresan cada vez desde sus redes y no desde los medios tradicionales –y si lo hacen, prefieren el mainstream-, ¿cuál es tu fórmula para conseguir las entrevistas?
-Ofrecerles calidez y respetar sus tiempos. Profundizo que somos de un medio del interior, generalmente les suelo compartir las entrevistas que vengo realizando. Pero también soy muy perseguidor e insisto mucho. A Vicente del Bosque le escribí muchísimos mensajes. A Xavi Hernández lo seguí durante años y pasé por tres personas para llegar a él. A Carlos Bianchi, 18 meses, y tuvo la generosidad de atendernos el día antes de que descubrieran su estatua en Boca. Eso me permitió después forjar una hermosa relación.
-Vivís en un pueblo, San Guillermo, y trabajás en otro, Villa Trinidad, que muchos argentinos no conocen. ¿Tus entrevistados te preguntan cómo son, dónde quedan?
-Sí, por ejemplo Carlos Bianchi, Miguel Russo o el Flaco Menotti. Algunos quedan sorprendidos, no saben o desconocen el lugar desde donde hago las entrevistas, pero todos son muy respetuosos. Hasta alguno se comprometió a venir y comer un asado.
-¿Cómo explicás tanta repercusión de tus notas en los portales deportivos del país y del exterior?
-Me sigue sorprendiendo. Algunas superaron lo esperado, como las notas con Eric Abidal, Xavi y Cesc. Después en el terreno local, la entrevista con el papá de Marcelo Gallardo generó una explosión interesante, lo mismo con Armando Pérez, cuando era presidente de la AFA, hablando de Messi y el supuesto grupo de amigos de la selección argentina: «Este grupo de jugadores se fue comiendo a todo el mundo», dijo. Como así también Hugo Maradona, Menotti o Bilardo en su momento. O cuando Miguel Lemme contó que Bilardo no sabía sobre la muerte de Maradona y, más acá en el tiempo, su hermano Jorge, contando detalles de cómo se enteró Carlos que Diego había fallecido.
-¿Cómo conseguiste que esas notas no sean una excepción sino una continuidad, algo ya habitual en tu programa? En estas horas, cuando se habla de la posible llegada de Luis Suárez a River, entrevistaste a Enrique Cerezo, el presidente del Atlético de Madrid.
-Lo respondo con una metáfora futbolera: cada lunes, para mí, es el inicio de un nuevo campeonato: trato de iniciar la semana con una historia de un entrevistado o marcando agenda y que tenga repercusión en los medios. Convivo con ese inconformismo, que me obliga a buscar historias continuamente.
-Así como los medios son acusados cada vez más de hablar de BOVER, por Boca y River, los grandes protagonistas suelen dar testimonios en las pantallas más calientes, las que tienen los derechos. ¿No hay una especie de justicia poética en tus entrevistas, de un triunfo de los medios pequeños?
-Si, creo que es justicia poética: siempre voy a defendor los medios sin tanta visibilidad. Donde trabajamos nosotros tambien se puede laburar contenidos sin la producción de los grandes medios, en tecnología o material huano. Es una motivación contante: sorprender. No se puede minimzar lo que se hacemos. Por contenido, también estamos a la altura de los grandes medios. Yo me recibí en la Universidad Nacional de Córdoba en 2011 pero con el correr de los años me transformé más en productor que periodista. Es decir, producir para después entrevistar. Además, desde el interior del interior, para lograr visibilidad tenés que buscar protagonistas que generen interés o sorpresa. En el 2014, cuando inicié con Super Deportivo Radio, ya tenía eso en mi cabeza: quería hacer un programa que se escuchen historias, y que el protagonista principal sea el entrevistado.
-En un país tan concentrado en las grandes ciudades, ¿nunca pensaste en trabajar en medios de Rosario, Santa Fe, Córdoba o Buenos Aires?
-Me gustaría experimentarlo pero también me pregunto: ¿Tendré la libertad que tengo en mi día a día? Esa oportunidad la sigo esperando, pero no me obsesiona. Hoy soy feliz, tengo libertad en mi día a día y en lo que hago, por suerte, tiene visibilidad y repercusión.
Mientras busca nuevos entrevistados, Nunia cuenta que el único club de San Guillermo se llama Unión y el único de Villa Trinidad es Libertad. “Para colmo son clásicos rivales, y yo voy y vengo todos los días, es una historia muy particular”, se ríe el hombre que no sólo cuenta historias locales.
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