“Virginia y Victoria” es una adaptación teatral basada en las cartas que intercambiaron la célebre escritora inglesa y la referente cultural argentina. Los derechos de las mujeres, la literatura y el alcance de la relación que las unió son el eje de la puesta de Irene Chikiar Bauer.
Las escritoras, después de conocerse en Londres en 1934, mantuvieron una nutrida relación epistolar. La autora y directora Irene Chikiar Bauer realizó una adaptación libre de esas cartas entre Wool y Ocampo, donde tópicos como la literatura, los escritores, los derechos de las mujeres y la amistad siempre están presentes. No es un dato menor que a partir de esta relación Ocampo se convirtió en la responsable de la traducción y publicación de las obras de Woolf no sólo en nuestro país, sino también en otros de habla hispana.
“Poder hacer teatro en estos días es como volver a vivir. Pasó el tiempo, pero regresar a escena, encontrarse con el público y encarar una obra como esta, con personajes como estos, es una experiencia maravillosa”, cuenta Malvina Ocampo sobre las primeras sensaciones que le despertó el interpretar a Victoria, con quien, al contrario de lo que pueda pensarse, no la une ninguna relación por compartir el mismo apellido.
En escena, lo que sucede es un encuentro entre las escritoras. “La obra narra una reunión entre ellas dos, algo que vendría ser un encuentro que quedó pendiente. Surgen entonces algunas cosas que se tenían que aclarar y decir, más allá de que claramente se nota la amistad que había nacido entre ellas. Lo que queremos mostrar es la calidez que existía entre ambas, para que se conozca el vínculo real que había entre estas dos mujeres”, afirma Ocampo.
Para la actriz, Interpretar a un personaje como Victoria Ocampo generó una atracción inmediata y a la vez fue peso a la hora de comprometer su participación en la obra. “Se sabe que Victoria admiraba enormemente a Virginia Woolf, porque fue una gran referente para ella. A mí todo eso me gustó mucho, así que también se trabajaron esos factores, sobre todo en relación al reconocimiento mutuo entre ambas, aunque también se deja en claro que Victoria no la adulaba. Se trataba de una admiración genuina y eso es lo que se quiere transmitir en escena. Otra cosa que está presente es cómo Victoria observaba la personalidad de Virginia y todas sus características como mujer inglesa de los años treinta. Por otro lado, aparece la mirada de Woolf sobre la figura de Ocampo, como una mujer latinoamericana con ímpetu. Lo que nosotras tratamos de resaltar es esa relación particular que existía entre ellas”.
La construcción de un personaje complejo como el de la referente de las letras argentinas le llevó tiempo a Ocampo, particularmente debido a la investigación que encaró para dar con su personaje. “Este es un gran rol que estuve investigando muchísimo, y de hecho aprendí un montón. Creo que Victoria Ocampo fue una mujer fantástica, y está bueno que se sepa todo lo que ha hecho a nivel cultural para la Argentina. A mí me gusta mucho la historia, así que fui a fondo con todo el material que tenía para conocer desde su nacimiento, pasando por su vida como niña, adolescente y mujer. La fui estudiando paso a paso en cada una de sus facetas y lentamente la fui comprendiendo. Realmente terminé admirando muchas cosas de su personalidad, y terminé identificada con ella. Su primera vocación era la de convertirse en actriz, pero sus padres no querían que se dedicase a eso, algo que también me pasó a mí. En su vida fui descubriendo detalles y situaciones de algunas cosas que me han pasado como mujer y artista, así que desde el lado emocional tuve mucha empatía con ella”.
Otro de los puntos que expone la puesta es la preocupación que ambas escritoras expresaban por los derechos de las mujeres. “Para mí, sus cartas funcionan en escena como una especie de tratado actual. Ese tema es otro de los tópicos esenciales que tomó en cuenta la directora Irene Chikiar Bauer para dar a conocer en esta obra. Ellas incitaban a las mujeres a que pudieran escribir, más allá de la presencia importante de los hombres en el mundo de la escritura de aquellos años tanto como ahora. Victoria fue una mujer que sufrió mucho en ese aspecto por la influencia de los hombres de su tiempo, algo que Virginia no pasó tanto porque le fue mucho mejor al ser reconocida mundialmente por sus pares masculinos. Yo creo que las cartas de ambas tienen una actualidad total hoy por hoy”, concluye Malvina Ocampo.
Virginia y Victoria Una obra escrita y dirigida por Irene Chikiar Bauer. Actúan: Gloria Morgan y Malvina Ocampo. Domingos a las 17 en el Teatro Payró, San Martín 766.
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